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Pacientes que sufren artritis reumatoide del San Carlos recibirán tratamiento biológico

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La artritis reumatoide (AR) es una afección presente, al menos, en centenares de chilotes. Se trata de una enfermedad muy dolorosa que causa inflamación en el revestimiento de las articulaciones, provocando además calor, reducción en el rango de movimiento, hinchazón y dolor en la articulación, cuyo tratamiento convencional implica tomar demasiados medicamentos.

Es una forma común de artritis y tiende a persistir durante muchos años. Además, suele afectar diferentes articulaciones del cuerpo y puede causar daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos de las articulaciones.

En el Hospital San Carlos de Ancud existe un registro de más de 250 personas con esta enfermedad, quienes atacan este problema con tratamiento convencional. Sin embargo, hay usuarios que no responden de la misma manera a los medicamentos.

Para estos casos, en el recinto asistencial se implementó un tratamiento denominado "terapia biológica" que consiste en entregar anticuerpos que van dirigidos contra sustancias proinflamatorias.

En este sentido, el Ministerio de Salud inició un plan piloto a nivel nacional para financiar esta terapia y es por ello que se realizó una postulación de pacientes desde el nosocomio ancuditano, logrando que varios de ellos fueran aprobados.

Según explicó el reumatólogo Carlos Martínez, perteneciente al establecimiento de la ciudad del Pudeto, se recopilaron antecedentes para poder postular aquellos enfermos que podrían obtener mejores resultados con este tratamiento. Fue así que 14 chilotes quedaron seleccionados de un total de 190 a nivel nacional.

"Es un buen porcentaje del total de beneficiados en esta oportunidad, lo que habla del éxito que tuvo nuestra postulación. Esto considerando que el número de pacientes con artritis reumatoide en nuestro hospital es de alrededor de 280. Entonces, estamos hablando que alrededor del 5% de estos tendrán terapia de excepción", resalta el profesional.

Para el especialista, esta nueva forma de tratamiento es un avance enorme para atacar una patología que afecta a un buen número de personas y así mejorarles su calidad de vida, teniendo un impacto positivo en la progresión de esta, lo que se ve reflejado en el corto andar en el paciente.

Martínez asevera que alrededor del 20% de las personas con artritis reumatoide no responde a la terapia convencional. "Un tratamiento biológico consiste en entregar anticuerpos que van dirigidos contra sustancias proinflamatorias, que pueden ser de distinta índole. En la postulación tuvimos la suerte de quedar con tres vías de manejo. Una de ellas en una anti-TNF o factor de necrosis tumoral alfa; otro, un inhibidor (del receptor) de la interleucina-6, y otro, un inhibidor del ligando CD40", asevera.

Acota que es positivo para el San Carlos el haber sido beneficiado con un número importante de pacientes y con tres de los cuatro tratamientos disponibles, lo que permitirá tener un mejor manejo y más alternativas dentro de las escasas que existen para mitigar la enfermedad.

Suma la misma fuente que las sustancias inflamatorias como la interleucina-6 a veces están tan elevadas que los medicamentos orales como el metotrexato o leflunomida no son capaces de frenar la producción; por tal motivo es necesario colocar algo específico para su detención y en eso constituye precisamente este tratamiento biológico. Los tres productos que fueron seleccionados se administran igual que una vacuna en forma subcutánea, algunos de ellos semanalmente y otros de manera quincenal.

"Sería igual que colocarse una vacuna contra la influenza o para el neumococo. Al ser subcutáneo nos ofrece la garantía que los pacientes puedan tener cierta mayor movilidad, en el entendido que serán ellos al corto andar los responsables de la administración de sus propios medicamentos y no estar tan atados al hospital. Podrán venir solamente a sus controles y medicarse sin tener que venir semanal o quincenalmente para su administración", comenta el facultativo.

usuarios

Aldo Zurita sufre artritis reumatoide hace unos doce años y es uno de los beneficiados con esta terapia biológica.

"Tomo 14 pastillas diarias en este momento. Uno se siente un poco adolorido por lo que está pasando, incluyendo el estómago. Ahora, con esta información que me han dado desde el hospital que he sido beneficiado con este nuevo tratamiento, creo que será una gran ayuda, no solo para mí, sino para todos los que fuimos beneficiados", acota el isleño.

Como la mayoría de quienes sufren esta enfermedad, el ancuditano tiene días buenos y días malos. "Es un dolor y desgano donde uno no quiere hacer nada. Cuando dan los dolores, lo dejan prácticamente inválido y uno no se puede mover, no se puede parar, no tiene interés de hacer nada. Y así he pasado todos estos años, y gracias a las pastillas que me dieron en su momento he podido recuperarme un poco y poder seguir trabajando", comparte.

El vecino manifiesta además que es satisfactorio para quienes padecen de esta enfermedad el tener la posibilidad de hacer un nuevo tratamiento para un mejor bienestar. "Es una gran ayuda y una gran esperanza para mí, porque con el sufrimiento de esto no se puede vivir. Agradezco a todas las personas que hicieron las gestiones para obtener este beneficio. Ojalá que salga bien para todos los que salieron favorecidos, y ojalá que haya más personas en el futuro", expresa.

Misma situación le ocurre a Maruja Nail, del sector rural de Montemar, en la comuna de Quemchi, que sufre de artritis y debe viajar a Ancud cada dos meses a control con el reumatólogo. A sus 39 años, también debe automedicarse de forma diaria con metotrexato, prednisona, paracetamol, omeprazol y calcio, entre otras pastillas.

"Últimamente he estado con harto dolor de brazo y mano. Me parece bien, porque la información que me dio el doctor es que iba a mejorar y salir adelante. Es una buena noticia, espero que todo resulte bien. Confío en el médico", recalca la chilota.

crónica

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica como la hipertensión o la diabetes, todas patologías que se pueden controlar, pero que desafortunadamente aún no se pueden curar.

El médico Carlos Martínez aseveró que los tratamientos son de largo aliento y permanentes. En este contexto la terapia biológica de excepción cambia absolutamente la manera de enfrentar la patología.

"En primera instancia lo que se verá reflejado es que habrá una disminución importante de los tratamientos concomitantes. Es decir, todos estos pacientes que a pesar de no tener respuestas están con metotrexato o leflunomida para evitar daño y progresión radiográfica, es muy probable que en el corto plazo solamente estén con su tratamiento biológico y uno o dos medicamentos orales aparte. Esto, en lugar de los 7 a 9 tratamientos que usan en forma oral y crónica. Entonces, significa disminuir una polifarmacia, que pese a ello no alcanza para frenar o controlar su enfermedad", subraya el especialista del Hospital de Ancud.

Los resultados de esta terapia de excepción comienzan a verse a las dos o tres semanas y en tres meses se registran cambios sustantivos y respuestas en los pacientes.

"Ojalá en dos o tres meses más veamos que nuestros pacientes están con menos medicación, más activos y realizando sus actividades con menos dificultad. Eso es lo que pretendemos con estos tratamientos, por lo cual postulamos a este plan piloto", concluyó el galeno. J