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El paso por Chiloé del ex magistrado Alejandro Solís, el "captor" de Manuel Contreras

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Han pasado más de 25 años desde que el ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Alejandro Solís Muñoz, conocido porque tuvo a su cargo varias causas de violaciones a los derechos humanos realizadas por el régimen militar de Augusto Pinochet, estuvo por primera vez en Chiloé.

A casi tres décadas de ello, el ex juez regresó a la Isla Grande, en el marco de los 42 años del Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973, esta vez lanzando su libro "Plaza Montt Varas sin número", texto que recoge las memorias de este abogado, hoy jefe de la Unidad de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, como testigo privilegiado del desenvolvimiento de la justicia en el país.

"Dentro de mi carrera profesional se han producido ciertos hechos que coinciden con hitos que han marcado al país. En forma muy modesta me dije 'si yo estuve y conocí este tema, tengo que darlo a conocer a las generaciones futuras'. Por ejemplo, siendo miembro del Poder Judicial durante 44 años me tocó conocer el caso Prats, investigué con la causa llegada de Argentina y después me fui interiorizando de tal manera que en un momento pude llegar a una sentencia condenatoria que fue ratificada por la Corte Suprema", explica el jurista que fue el primero en condenar a miembros del Ejército por delitos de lesa humanidad.

El libro que fue presentado ante un importante marco de público en la Biblioteca Martina Barrientos Barbero de la ciudad de Castro, a través del Departamento de Cultura del municipio local, también describe casos como las investigaciones por los centros de tortura de Villa Grimaldi y Tejas Verdes, el Patio 29 y crímenes asociados a la Operación Colombo.

"A mí me encanta Chiloé, yo tuve un compañero en la Escuela de Derecho oriundo de Quemchi y él me invitó; en esos años pude conocer la calidad del chilote, los paisajes que me fascinaron y toda la aventura que solo se produce en esta Isla", rememora el profesional.

La publicación que escribió en un lapso de ocho meses fue lanzada el mes pasado en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago y en el Teatro Cinema, siendo la capital chilota el tercer escenario escogido por el autor para dar a conocer episodios de la historia político-judicial de nuestro país, en los que se destacan, por ejemplo, la detención del jefe de la desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras, y de Álvaro Corvalán, ex jefe operativo de la CNI, entre otros personajes.

-En 1998 Gladys Marín presentó una querella contra Augusto Pinochet y otros; esto lo conoció el juez (Juan) Guzmán. Ante esto mucha gente que se sentía afectada porque habían desaparecido sus familiares también presentaron querellas; llegó un momento en que el juez (Guzmán) llegó a tener más de 200 causas y allí fue que la Corte me designó en esta tarea en octubre del 2003. Me dije "estas causas son tan antiguas y hay que darles preferencia". Dentro de las 20 causas que me llegaron en un comienzo, de un total de 90, había una muy avanzada que era de un sastre del MIR (Miguel Ángel Sandoval Rodríguez), de la cual dicté sentencia en abril del año siguiente. Yo quería demostrar que sí se podía hacer justicia y allí condené a la cúpula de la DINA, que fue ratificado por la Corte de Apelaciones, se confirmó con la Suprema y ordené que se cite a todos los condenados al Palacio de los Tribunales para que se les notifique y los manden en este momento al Penal Cordillera.

-Me informan a las 9 de la mañana de aquello, por tanto, llamo al jefe de Investigaciones y le dije que lo vaya a buscar a su casa; él era Sandro Gaete, que supe que hoy está como prefecto de la PDI de Casto y quién también sale mencionado en mi libro.

Allí es que se produce todo este aspecto anecdótico del fallo, donde él (Contreras) trata de eludir a la justicia, no quería que lo entraran a detenerlo, intentó tomar una pistola que Sandro Gaete se la quitó. Al final se armó un escándalo en la calle Morandé; llegó mucha gente porque iba a llegar Contreras detenido.

-Siempre he dicho y lo que aprendí con esta causa es que lo que quería la gente, los denunciantes, los familiares de las víctimas, era primero ser escuchados y tras ello, si iniciabas un proceso, perseguías y castigabas al responsable, se daba cumplimiento a la orden del Poder Judicial. Estaba satisfecho porque este fallo condenatorio estaba respondiendo de alguna manera a la inquietud de mucha gente.

DEFENSA

Desde el 17 de agosto el ex magistrado encabeza la nueva Unidad de DD.HH. en el Ministerio de Defensa, cuya función es recopilar información sobre violaciones a los derechos Humanos en el Ejército, la Armada, Carabineros y la FACh.

Entre las funciones que cumple Solís en la repartición está facilitar la entrega de datos de las Fuerzas Armadas y de Orden a los poderes Ejecutivo y Judicial en causas.

"Esta unidad tiene como fin, facilitar el intercambio de información entre los ministros que llevan causas de DD.HH. y las Fuerzas Armadas", concluye el abogado. J

"A mí me

encanta Chiloé.

Hace más de 25

años que no

venía".

El 30 de junio de

2008 dictó

condena de

primera

instancia por los

asesinatos en

Argentina, del

general Carlos

Prats y su esposa.