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Médico de grandes catástrofes compartió con los chilotes

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Eduardo Burgos S.

Como una opción de vida definió la médico española María del Carmen Limiñana Asensi, el hecho de dedicarse a un trabajo que no todos harían, cual es el de practicar su profesión en las más complejas situaciones de peligro, en catástrofes naturales y conflictos armados, en los cuales su labor es vital para la supervivencia de las personas afectadas por estos acontecimientos.

Estuvo en el tsunami de Indonesia de 2004, en el huracán Stan de Guatemala de 2005, en el terremoto de Pakistán de 2013, en el tifón Haiyan de Filipinas de 2013, el gran terremoto de Haití de 2010, la guerra y genocidio de Ruanda de 1994 y otras calamidades, en las que la entrega de sus conocimientos fue fundamental para solucionar problemas sanitarios.

La profesional es coordinadora de la Unidad Médica de Intervención en Catástrofes de Bomberos Unidos Sin Fronteras y miembro de la Sociedad Española de Catástrofes (Semeca). Hace poco más de dos años recaló en Chile, donde permanecerá hasta octubre.

En la zona estuvo recientemente haciendo lo suyo, preparando a varios estamentos de la provincia en respuesta hospitalaria en emergencias y desastres, en una capacitación organizada por el Servicio de Salud Chiloé, donde además de personal sanitario, participaron bomberos de diversas comunas isleñas.

-Esto es algo que me gusta y que disfruto, además que es una forma de vida. Siempre me han gustado las emergencias y para mí es una pasión. Cuando los problemas se resuelven me hace sentir feliz de hacer eso.

Por el contrario, con la comodidad me aburro un poco, aunque cuando también me canso necesito un poco de reposo, pero no aguanto mucho en eso.

-Ahora estoy trabajando en intervenciones de emergencia hace 2 años y medio en el Servicio de Salud del Maule, a donde llegué por un tema personal, donde a mi marido le dieron una beca postdoctoral en la universidad y me vine a acompañarlo, a estar con él.

-Lo más fuerte ha sido la guerra de Ruanda. No es lo mismo haber sufrido un desastre natural que les ha tocado a todos porque ha sido así, que porque el otro me ha matado siendo mi vecino. Una cosa es que en la naturaleza pase algo y otra es la crueldad humana, donde afecta mucho ver cómo una persona es capaz de hacer todo eso.

refugiados

-La gente escapa por la situación de vivir allí con la guerra, porque quieren vivir en paz, como todo ser humano.

-Si viene mucha gente es complicado poder dar todo ese tipo de garantías. La solución es mucho más difícil, porque cuando pasas fronteras en ciertos países, donde hay campamentos que la Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) los monta sí, pero si van a estados europeos donde existe un Estado de bienestar tienes que garantizarles esos mismos privilegios, dándoles trabajo, escolaridad a sus hijos, garantizarles la salud y todos los beneficios, porque son refugiados, no inmigrantes normales.

-Parte por solucionar el conflicto, porque la gente no se quiere ir, sino que estar en sus casas, pero piensan entonces "antes que me muera, prefiero irme". Y es un gran reto y un gran desafío que tiene que asumir Europa, de ver cómo poder dar una solución para entregar atención humanitaria a toda esa gente que huye desesperada.

-Por otro lado, es complejo tener una persona que no conoce tus pautas culturales, que habla otro idioma. Para integrarlo y hacerlo bien, hay que pedir asesoramiento a organismos internacionales que ayudan a los refugiados, como la Acnur, y montar una respuesta global entre todos.

-Lo bueno es que hay personal sanitario que está bien preparado y un sistema sanitario que funciona, con una estructura que organiza y que da una respuesta, además de Bomberos. Está todo. Pero, quizás, lo único que hay que mejorar es la coordinación entre todos estos actores que intervienen en esas emergencias, pero de base es un país que tiene toda una estructura de respuesta, con planes y gestión de riesgo.

-Lo que tienen es una gran voluntad y una gran ilusión. Es admirable que todo el personal de Bomberos trabaje y se mantenga sin cobrar en todos los turnos.

Yo me planteo que, quizás, si aquí al menos unos pocos estuvieran cobrando para que la estructura se mantuviera más sólida y reforzándola con todo el personal voluntario, porque debe ser muy complicado mantener operativo durante 24 horas con personal voluntario y conseguir dar respuesta a las emergencias de la gente. J