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Acusado admite alcohol y descontrol por cadáveres

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Con el objeto de configurar la atenuante de colaboración en el caso, el acusado prestó declaración ayer en estrado, revelando detalles del mortal siniestro vial.

El joven enfatizó que previo al accidente había salido a un beneficio en el sector Huillinco de Chonchi, para luego trasladarse a Castro en compañía de un primo y un amigo de este. En la fiesta reconoció que bebió cuatro latas de cerveza y unas copas de vino, tras lo cual emprendió rumbo a la capital isleña.

"Me insistió (primo) en venir a Castro, no conocía las calles", confesó el acusado, sumando que tras un altercado en un servicentro con una pareja de sujetos ebrios, los dos acompañantes se bajaron del móvil que conducía, quedando solo con la mujer que recogieron en el casino Enjoy.

"Di la vuelta, no tenía nociones de las calles y vi una patrulla que enciende las luces al acercarme. Me pongo nervioso y pienso que van a quitarme el auto ya que no tiene papeles, así que me alejé y la patrulla empieza a seguirme y acelera", declaró el imputado sobre la especie de persecución previa al impacto.

Asimismo, reconoció que vio el auto que guiaba Eduardo Díaz, señalando que este "aceleró y le alcanzo a pegar en la cola". Tras bajar no pensó que el accidente fue grave, pero al ver los cuerpos en la calle empezó su descontrol. "Me desesperé y empecé a correr a pedir ayuda", acotó, agregando que "después me quisieron linchar y por miedo corrí a la plaza", donde fue reducido.

En esta declaración el fiscal Javier Calisto buscó configurar algunas contradicciones con su testimonio entregado después del accidente, mientras que el defensor buscó dejar claro que su representado no se fugó del sitio del suceso. J

El defensor Nelson Troncoso recalcó que el acusado no se dio a la fuga. "Fue detenido a pocos metros del lugar. Incluso, en un primer momento se va hacia calle Chacabuco y retorna para irse por la plaza. Pudo perfectamente arrancar hacia el sector del liceo pero no lo hizo", aclaró el abogado.

Además, el profesional indicó que el joven colaboró en la indagatoria y espera "una pena justa y proporcional a los hechos", considerando excesivos los 18 años solicitados por la Fiscalía.

Clave pericial marca juicio por trágico accidente

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pedro.barcena@laestrellachiloe.cl

Con una sala colmada por afligidos parientes y cercanos, tanto del acusado como las víctimas, comenzó durante la jornada de ayer el esperado juicio por el trágico accidente registrado en pleno centro de Castro, en el cual fallecieron tres amigos y otros dos jóvenes resultaron con lesiones de gravedad. Un funesto siniestro vial marcado por el alcohol y que tras múltiples diligencias desembocó en esta audiencia.

La sala presidida por el magistrado Claudio Ayala analiza la responsabilidad del acusado de iniciales N.F.V.C. (21) en la colisión y posterior atropello registrados la madrugada del 10 de agosto del 2014, en los cuales perdieron la vida Juan Ancao Vásquez (35) y los hermanos Yerson Torres Paredes (17) y Miguel Ángel Vásquez Paredes (27).

Al estudiante domiciliado en Cucao, comuna de Chonchi, le sindican autoría en los delitos de manejo en estado de ebriedad con resultado de tres muertes, dos lesiones graves y daños, por lo cual se solicita una pena de 10 años de cárcel; denegación de auxilio, por lo que invocan 3 años de reclusión, y receptación de vehículo motorizado, por lo cual arriesga 5 años de presidio. Todo ello, junto a las accesorias de millonarias multas e inhabilitación perpetua para conducir.

El fiscal Javier Calisto, quien instruyó la causa, recalcó que ante la seriedad del caso se reunió una multiplicidad de prueba con el objeto de acreditar la participación del imputado, enfocando la atención en la evidencia pericial.

El persecutor aclaró que los antecedentes científicos sustentarán los cargos, para lo cual se espera que las conclusiones de los peritos del Servicio Médico Legal (SML) y la Sección Investigadora de Accidentes de Tránsito (SIAT) sean contundentes.

El abogado enfatizó que "se entregarán detalles de la alcoholemia del acusado -marcó 1,73 gramos de alcohol por litro de sangre-, como de las lesiones mortales provocadas por el impacto. Lo mismo pasará con los lesionados graves y el tiempo de incapacidad de las personas que quedaron con vida". Especial atención tendrá el caso del profesor Eduardo Díaz Caicheo (34), cuyo tiempo de incapacidad se estima en 36 meses.

Los efectivos policiales darán cuenta de la dinámica del fatal accidente, registrado alrededor de las 4.30 horas en la intersección de las calles San Martín con Blanco, donde el vehículo conducido contra el tránsito por el imputado, impactó primero al móvil que guiaba el docente, el que por proyección alcanzó a los hermanos.

alegato

El representante del Ministerio Público apuntó en su alegato que "existen testimonios presenciales que relatan esta maniobra incorrecta, contra el tránsito y que avanzaba a una velocidad no razonable ni prudente". Incluso, se estima que el Ford Explorar corría a más de 100 kilómetros por hora.

La misma evidencia testimonial, como recalcó el profesional, permitiría confirmar que el joven evadió un control policial previo propiciando esta loca y funesta carrera. Además, las personas que vieron el incidente, "relatan que el joven se dio a la fuga y fue reducido incluso con la ayuda de civiles".

Además, Calisto especificó que el joven que hace un mes estaba en Chiloé proveniente de Puerto Varas no tiene licencia de conducir y que el vehículo que guiaba no tenía la documentación requerida, ni patente. Es más, su procedencia era ilícita, derivada de un robo con intimidación.

Por su parte, el defensor Nelson Troncoso centra su postura en dos ejes.

Por un lado, el abogado aseguró que en este caso existe el concurso ideal de ilícitos. "Por un hecho se constituyen uno o más delitos", afirmó, sumando que la otra instancia que buscará demostrar es que su representado solo tuvo participación en un deceso, concretamente en el de Juan Ancao.

"Las otras muertes fueron propiciadas por Eduardo Díaz que se encontraba conduciendo en condiciones deficientes y provocó este resultado lesivo contra las otras dos víctimas", sentenció el abogado, entregando detalles que la alcoholemia al docente marcó 1,63 gramos de alcohol. Además, resaltó que en la intersección no estaba funcionando el semáforo y que ante este escenario no estuvo atento el piloto del otro móvil involucrado en el caso.

Bajo este contexto, el defensor espera que se reduzca la pretensión de condena disminuyendo la extensión del mal causado, en cuanto al delito más grave.

La audiencia continúa esta jornada con el paso del resto de la prueba que en total suma cerca de una treintena de testigo y peritos. J