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¿A dónde vas Chiloé?

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Señor Director:

Chiloé es un archipiélago único en el planeta, formado por más de 40 islas, 200 ríos, lagos y lagunas y 2 cordilleras, Piuchén y Pirulil. Sin lugar a dudas, lo mencionado abre las mentes y estremece los corazones de las personas que nacimos aquí, de los que llegaron luego por decisión de vida y hoy tienen sus hijos aquí, así como también a los turistas nacionales y extranjeros que cada año nos visitan, sobrepasando el 2014 por primera vez en la historia a la ocupación de la cuenca del lago Llanquihue.

Chiloé aparece en portadas de medio del mundo como nunca antes. Gracias a la declaratoria de Patrimonio cultural de la humanidad de la Unesco y la FAO con su sello SIPAM, al nombrarnos patrimonio agrícola del planeta, solo 7 lugares ostentan tamaño privilegio y honor. Centro Vavilov de origen de la diversidad vegetal, que a causa de los endemismos, estamos en la mirada científica del mundo también. Que decir de innumerables sitios patrimonio nacional o formar parte sitios de importancia hemisférica en humedales y avistamiento de aves.

Lo extraño, es que a pesar de todo lo mencionado, pareciera ser que los gobiernos, ningún gobierno, se ha dado cuenta de todo esto. Pasan los años, el planeta nos sigue mirando como "joya con riquezas únicas" y las autoridades, parecieran empecinadas en hacernos daño más que en ponernos en el sitial que corresponde. Puede parecer fuerte, puede gustar o no, pero a la luz de los últimos acontecimientos, como la mega obra del puente Chacao o evaluaciones de proyectos privados como parque eólico de la empresa Ecopower en Mar brava, incluyendo el "posible" muelle para una pesquera a 500 metros de la "isla de las almas navegantes" en Aucar, hacen encender una serie de dudas que a esta altura, en un país que se dice categoría OCDE, no debieran suceder.

Considerando los escándalos políticos recientes, "acuerdos" entre grandes capitales y políticos, financiamientos de campañas, mar privatizado a 7 familias, hemos comenzado a preguntarnos qué pasa en nuestra tierra chilota. Nos preguntamos cómo es posible que "entre gallos y medianoche" se apruebe puente Chacao, sin participación ciudadana, sin considerar necesidades prioritarias de nuestra gente, sin evaluación social profesional, sin estudios de impacto territorial en lo social, lo cultural ni económico. Hemos comenzado a preguntarnos cómo es posible que a costa de destruir nuestro patrimonio en la península de Lacuy, Mar Brava, se aprueben 42 torres eólicas de 150 metros de altura, en ese lugar de valor incalculable para Chiloé y en especial de los ancuditanos. Hemos comenzado a preguntarnos si será posible también que el gobierno regional decida destruir la isla de Aucar para darle muelle a una pesquera.

Consideramos que es bueno que se enteren que en países OCDE, con alto índice de desarrollo humano y líderes políticos conscientes, esto no sucedería jamás. Juzguen ustedes mismos.

Invitamos a todas nuestras autoridades a que se suban al barco de una nueva sociedad de valores, respeto, conciencia, donde ya no creemos en las palabras sino en los hechos concretos. Por algo, hace unos 2000 años, un gran maestro nos decía: "¡Por sus frutos los conoceréis!