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El "juez de hierro" de Ancud muestra su faceta solidaria

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Jaime Alcaíno Cares tiene 70 años de edad, nació en la comuna de Los Ángeles, pero gran parte de su vida ha sido en Ancud, donde se radicó de manera permanente hace casi tres décadas. Abogado de profesión, está casado y es padre de dos hijos, uno de 40 años y el otro de 44. Actualmente tiene la compleja misión de administrar justicia en el norte de la Isla Grande, desempeñándose como juez de Policía Local.

El jurista es un activo miembro del Club de Leones, entidad a la que ingresó en 1974, primeramente en Chuquicamata, luego en Vallenar y finalmente en Ancud.

No obstante, detrás del hombre de hierro de la justicia ancuditana, se encuentra un tipo solidario, gestor de la que es considerada por muchos, como la obra más importante que se ha realizado a favor de las personas en situación de discapacidad de Chiloé: el Centro de Rehabilitación y las Jornadas del Niño en Rehabilitación.

Ambas iniciativas han sido altamente valoradas por los chilotes, no sólo por trabajar en la rehabilitación, sino por haber producido entre la comunidad un cambio de actitud en pro de la dignidad de las personas discapacitadas y sus derechos.

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De este modo, el profesional compatibiliza sus labores jurídicas con su trabajo en el Club de Leones, donde fue nombrado como el presidente de la Corporación de Rehabilitación de esta institución, que hoy en día atiende a cerca de 98 personas, en su gran mayoría niños y jóvenes.

Es por esto que desde el pasado mes de junio, el abogado junto a todo el equipo directivo del Club de Leones, han estado trabajando arduamente en lo que será la versión número cuatro de la campaña solidaria "Jornada del Niño en Rehabilitación", la cual bajo el eslogan "El sueño Continua", busca superar los 45 millones de pesos recaudados el 2014.

Para ello es fundamental la participación de la mayor cantidad de personas, agrupaciones sociales, pero fundamentalmente de las empresas para que se hagan presentes con su aporte este próximo 7 de noviembre desde las 10 de la mañana en el Gimnasio Fiscal de Ancud.

-Esto empezó ya hará unos 10 años atrás, como consecuencia de visitas que nosotros realizamos a la ciudad de Punta Arenas, allá en 1987 se gestó también una idea de crear un centro de rehabilitación. La gestación de nuestro centro de rehabilitación, parte directamente de la motivación nuestra, cuando vimos lo que estaba ocurriendo allá.

-Hicimos un estudio en Ancud, respecto de la situación de personas que requerían de nuestro apoyo y nos encontramos con la sorpresa de que era una gran cantidad, es por eso que ahora tenemos 98 pacientes en el centro de rehabilitación.

Con los profesionales a quienes nosotros les pedimos que nos colaboraran se hizo este estudio, también con el aporte del hospital, de la municipalidad, porque ellos tienen también un ente que se preocupa de ver o analizar y de buscar fórmulas de solución para personas en ese estado, en esa forma nos fuimos dando cuenta que era necesario.

En realidad hicimos cualquier cantidad de gestiones, hasta que logramos que la municipalidad nos entregara una suma determinada de recursos económicos y también que nos entregara en comodato un terreno con su correspondiente inmueble que nosotros arreglamos y así empezamos a proporcionarles la atención a estos niños. Empezamos con 9 niños. También recurrimos a distintas entidades y programamos la Jornada del Niño en Rehabilitación.

-A mí me parece que sí, hemos tenido una llegada muy fuerte hacia las comunidades, las personas no solo identifican al Centro de Rehabilitación, sino que se sienten parte en la colaboración, personas de distintas posiciones, distintas formas de pensar, corrientes religiosas, políticas, todos quieren colaborar y eso se genera porque la gente tiene una gran sensibilidad.

Las personas captan lo que significa ayudar a un niño que ha tenido, por ejemplo, una parálisis cerebral; un niño que tiene síndrome de Down; un muchacho que perdió su habilidad motriz, que no puede caminar porque tuvo un accidente grave; personas que carecen de los medios suficientes para poder desenvolverse dentro del medio social.

Es por ello que nosotros creamos esta institución y nadie paga un peso, todos tienen una atención gratuita y seguimos el modelo del Centro de Rehabilitación de Punta Arenas.

-Bueno yo tengo grandes expectativas, porque cuando incluso camino por la calle, personas de distinta posición me dan fuerzas, aliento, para continuar en esta tarea, creo que hay una gran oportunidad que tienen las empresas de Ancud y Chiloé, de entregar un aporte para aliviar los problemas que tienen estos niños principalmente.

Es por eso que yo a través de los medios de comunicación, formulo un llamado y tengo la más absoluta seguridad de que ese llamado va a ser acogido. Al mismo tiempo al hacer este llamado, agradezco al Diario La Estrella de Chiloé, quienes nos han colaborado permanentemente y han estado difundiendo lo que nosotros hacemos. J