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Diferencia entre capitalismo y mercantilismo

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Señor Director:

En lo que va del actual año, los tropiezos que ha cometido cierto sector del empresariado han dado mucho que hablar en nuestra realidad nacional. Así, fuimos espectadores de una conmoción generalizada cuando se destapó la olla en los casos Penta, SQM y Caval, casos que provocaron una crisis de desconfianza sin precedentes en la institucionalidad política y económica de nuestro país. Supletoriamente, la opinión pública vuelve a nutrirse de actuaciones reprochables por parte del empresariado, pues a los popularmente conocidos "Caso Pollos" y "Caso Farmacias", se viene a sumar el "Caso de las Papeleras" o "Colusión del Confort", el cual versa sobre confabulación y prácticas anticompetitivas por parte de sociedades del giro de fabricación, comercialización y exportación de productos tissue y similares.

Si bien es cierto, en la situación de las papeleras el procedimiento y la investigación aún siguen en curso, al analizar la opinión pública y en relación a lo mencionado anteriormente, podemos concluir que no solo los favores políticos y el poder económico al actuar conjuntamente de manera ilegítima han producido un impactante desprestigio en las instituciones de manera transversal, sino que las prácticas anticompetitivas de ciertas empresas, en el marco de actuaciones económicas mercantilistas, también dan motivo al actual ambiente de crisis y desconfianza generalizada que se respira en nuestro país. La conclusión es clara: los casos Penta, Caval, Farmacias, Pollos, entre otros, son de aquellos que establecen prácticas empresariales que como chilenos no queremos que vuelvan a repetirse nuevamente.

Para muchos y en especial para quienes tienen un pensamiento extremista, el motivo de la crisis que se ha presenciado en nuestro país tiene un solo nombre: "capitalismo", aquel concepto que muchos ocupan para referirse a la supuesta herramienta vil y ruin ocupada por el empresariado para engañarnos y arrebatarnos lo que legítimamente nos pertenece a todos los chilenos. Sin embargo, Adam Smith quien precisamente es llamado el "padre del capitalismo" también estuvo consciente de que los grandes empresarios solían conspirar para beneficiarse a costa del resto, aquello era la esencia del sistema mercantilista corrupto y contrario al libre mercado que denunció en su obra "La riqueza de las naciones", pues el autor señala en su libro que "los intereses de los que comercian en ciertos negocios particulares o manufacturas no solo son diferentes, sino enteramente opuestos al interés común. Ampliar la venta de sus productos y restringir la competencia es siempre interés de los comerciantes, en tanto ampliar el mercado es muy conforme al interés público; pero el limitar la competencia no puede menos que ser siempre contrario al beneficio común y solo es capaz de producir el efecto de habilitar al comerciante para que, aumentando sus ganancias a más de lo que deberían ser, impongan, en beneficio particular suyo una especie de contribución o carga sobre el resto de sus conciudadanos".

En este sentido y aludiendo a lo mencionado por Smith, los intereses de este tipo de empresarios -aquellos que incurren en conductas mercantilistas- mediante prácticas de colusión y atentatorias contra el libre mercado, favorecen el aumento artificial de los precios y vienen de un orden de hombres que -en palabras del propio autor- tienen el interés de engañar y oprimir al público.