Dirigenta apuesta por un desarrollo no "destructivo"
cronica@laestrellachiloe.cl
Nacida en Madrid, España, hace 45 años, Carmen Corrales González llama la atención por su marcado acento ibérico y por transformarse en una de la líderes indiscutidas de los movimientos ambientalistas en el norte de Chiloé. Desembarcó en Ancud hace ya 15 años, ciudad en la que echó raíces. Actualmente está casada y es madre de dos hijas, una de 13 años y la menor de 11.
Esta hincha del club de fútbol Atlético Madrid cambió de continente para llegar a Chile y específicamente a la tierra del Pudeto con una misión: ser voluntaria del Hogar de Cristo; no obstante, las circunstancias de la vida le depararían otras aventuras.
Carmen es abogada y emprendedora turística, contando desde el 2010 también con la nacionalidad chilena, por lo que afirma sentirse una mujer chilota de pies a cabeza.
Su idilio con el mundo dirigencial se remonta a principios de la década del 2000 mientras se encontraba embarazada de su primera hija. En aquellos tiempos llegó hasta su hogar una camada de cachorros recién nacidos que había sido abandonada en la calle. Desafortunadamente los animales no pudieron sobrevivir, situación que gatilló un cambio en ella. "Me llegaron estos cachorritos y se murieron en mis manos, yo estaba embarazada de siete meses, uno es muy sensible y me dio un ataque total de pena, y dije '¿qué podemos hacer?'".
Fue entonces cuando la profesional fundó la organización Amigos de los Animales de Ancud. Desde ahí, su actividad como dirigenta social ha sido incesante para desarrollar ideas que permitan la conservación y recuperación de los recursos naturales.
La chileno-española cree firmemente en que el medio ambiente, por ser la fuente de recursos de la humanidad, debería tener su explotación de forma más planeada. En este sentido ha encabezado una serie de luchas en tierras insulares. Desde hace un tiempo junto a otros vecinos de Quempillén, sector de la comuna ancuditana, creó lo que se conoce como la Agrupación Ciudadana en Defensa de Quempillén, instancia que tiene entre sus objetivos la protección del estuario, el bosque y el río de la zona, además de otras acciones de carácter social.
Corrales es además integrante además de la Agrupación Defendamos Chiloé, conocida en el último tiempo por su oposición al proyecto de puente sobre el canal de Chacao.
-Esto surge en el año 2007 paralelo al Movimiento Ecologista de Ancud, porque en el gobierno del alcalde Pablo Ossio se comenzó con la actualización del plan regulador y esa actualización implicaba que el bosque de Quempillén, ese lugar maravilloso, entrada cinco estrellas que tiene nuestra comuna, iba a ser la nueva zona industrial de Ancud. Nosotros lo consideramos una atrocidad, no solo en lo medioambiental, sino que en lo económico, puesto que el turismo también es una actividad económica en la comuna y esa es la entrada turística maravillosa que tenemos.
-Lo que habíamos conseguido es que en la zona de Quempillén se podía construir muy poco y esto era positivo, puesto que evitaba que se pudieran cortar los árboles y que se desapareciera el bosque. Ese plan regulador nos gustaba y fue un gran esfuerzo de muchos años lograr que se consiguiera eso para esa zona, puesto que la municipalidad en principio no estaba de acuerdo. Fue un trabajo de verdad de la ciudadanía lograr eso; sin embargo, un grupo de personas quería que esa fuera la zona industrial porque se veían afectados sus intereses personales.
-La verdad es que en su momento se convirtieron en descalificaciones bastante personales. En Ancud llevo 15 años viviendo y siempre en lo público, y he encontrado a gente maravillosa, tengo un montón de amigos, hay mucha gente que apoya lo que hago. Ahora hay un grupo que no y ellos son tremendamente discriminatorios y descalificadores; es una pena, a mí personalmente en momentos duros me han mandado con las maletas de vuelta a España, me han llamado afuerina, adinerada, en realidad soy discriminada de varias maneras. A mí personalmente me da igual, yo sigo haciendo lo que creo que tengo que hacer.
edificación
-Hay cosas diferentes, por ejemplo, si hablamos del tema de la minería hay una posición clara, porque resulta que la minería requiere mucha agua y en Chiloé tenemos problemas de agua; entonces, ¿para qué vamos a autorizar en nuestro territorio una nueva actividad industrial tremendamente contaminante e invasiva? En cuanto al puente sobre el canal de Chacao, yo hablo desde mi persona, es un tema de despilfarro de recursos públicos. Cuando tenemos tantas necesidades en Chiloé básicas, con alta rentabilidad social que no son financiadas por el Estado y son pospuestas eternamente, nos parece un despilfarro de recursos públicos.
-A uno no le queda más que reírse, es una cosa absolutamente falsa. Lo que nosotros nos oponemos es a un modelo de progreso y desarrollo que en realidad ya está obsoleto. Lo que nos siguen imponiendo es que creamos en un modelo de desarrollo destructivo, depredador, impuesto sin democracia, en ese modelo nosotros no estamos de acuerdo. J