Ausentismo laboral y pérdidas económicas
Señor Director:
En momentos en que el país se encuentra en una estrechez económica, con recortes de presupuesto y de personal, y con una mayor demanda de productividad en las empresas, es importante detenernos en cómo repercute el ausentismo laboral, particularmente en lo referente a la presentación de licencias médicas falsas.
La realidad es concluyente al demostrar que el número de licencias médicas se ha duplicado en los últimos 10 años, llegando a 4,5 millones anuales (de ellas 3,2 millones en Fonasa y 1,3 millones en isapres). Según estadísticas del Ministerio de Salud, entre el 25 y 30 por ciento de las emisiones realizadas son de procedencia fraudulenta (1,4 millones aproximadamente), lo que se traduce en pérdidas anuales de US$ 300 millones.
Estas pérdidas no solo afectan al sistema de salud y sus cotizantes que ven como los costos de salud aumentan todos los años, sino también a sus respectivos empleadores que ven como el ausentismo les afecta en términos de disminución de productividad, eficiencia operacional y un importante deterioro en el clima laboral.
Un reciente estudio realizado por Inmune, organización que promueve el uso correcto de la licencia médica, lo atribuye a que los chilenos perciben esto solamente como una falta y no como un delito, siendo que este acto conlleva por ley penas privativas de libertad que van desde los 541 días a los tres años de cárcel, y multas por más de 2 millones y medio de pesos.
Además, hay que comprender que, en general, gran parte del gasto fraudulento no es de usuarios esporádicos, sino de personas que sistemáticamente caen en este tipo de delitos a raíz de distintas necesidades, priorizadas por los usuarios. Por ejemplo, tenemos en la contingencia las demandas del movimiento Derecho a Cuidar, que la conforman padres que ante la urgencia de dedicar tiempo al cuidado de hijos con enfermedades graves, acuden sin otra opción a la emisión de licencias médicas falsas.
También, se encuentran personas que tienen un segundo trabajo y, por último, pero no por esto menos frecuente, se hallan las personas que extienden días feriados para tomar vacaciones.
Este impacto repercute en los verdaderos enfermos y usuarios honestos, quienes son los que más necesitan de dichos recursos y que por las faltas de otros obtienen en consecuencia ineficiencia y encarecimiento del sistema de salud, aumento de trámites engorrosos y vulneración de las garantías básicas de las personas: acceso, oportunidad y financiamiento.
Es fundamental lograr avances en el cambio cultural para poder combatir la tendencia a recurrir a licencias médicas falsas. Tener conocimiento de la normativa (Ley 20.585), aumentar las denuncias y mejorar con esto la fiscalización son pasos importantes que tendrán como finalidad el correcto funcionamiento del sistema de salud. Sin embargo, es relevante que existan espacios de derecho y oportunidades laborales, que permitan a los usuarios tener mayor flexibilidad en sus tiempos y así no verse obligados a incurrir en delitos de esta envergadura.