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¡No nos oponemos a todo!

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Señor Director:

En nuestro quinto mes como movimiento social podemos reflexionar sobre muchas cosas con las que nos hemos encontrado recorriendo nuestro maravilloso archipiélago, único en el mundo.

Nos ha llamado mucho la atención la cantidad de personas que se nos unen, nos apoyan, nos para en las calles y se suman a redes sociales, incluso a la histórica y masiva marcha familiar en Castro de hace unas semanas atrás.

Nos ha llamado mucho la atención, esta especie de "clamor" que estaba oculto en tantos corazones chilotes y de personas que hicieron de estas islas, su hogar y emprendieron sus sueños y proyectos familiares junto a nosotros, nosotras, isleños nacidos y criados en la magia de Chilwe.

Nos ha llamado la atención la cantidad de profesionales chilotes que tienen un tremendo cariño por nuestra tierra, cultura y gente, estando dispuestos a trabajar de lunes a domingo, de manera gratuita, por el logro de un archipiélago más humano, inclusivo, equilibrado y sustentable.

Nos ha llamado la atención el impacto y sorpresa que causamos a la Comisión de Obras Públicas de la Cámara Baja, donde fuimos a "parlamentar" como lo hacían nuestros antiguos, a explicarles que somos un territorio especial y que no pueden implantarnos megaobras sin nuestro consentimiento, no tienen el derecho de cambiarnos la vida con proyectos deficientes y sin estudios.

Desde junio de este año, en que nacimos a la vida social de Chiloé, ofrecimos a nuestra gente un espacio para compartir y mostrar otros caminos hacia el desarrollo. Los caminos del desarrollo humano y sustentable, donde las personas pasamos a estar al centro del modelo y a recibir los beneficios. No solo lo sustentable con la naturaleza, sino también en lo social, cultural y económico.

Como señala uno de los hombres más queridos y respetados de Chiloé, monseñor Juan Luis Ysern, es hora de que Chiloé tenga una conversación pendiente: ¿cómo queremos vivir?, ¿qué queremos dejar a nuestros hijos, nietos? Porque fíjense que el Chiloé que conocemos hoy corre serio peligro de continuar existiendo con el modelo económico actual.

En este camino de cinco meses defendiendo y poniendo en valor Chiloé, dejamos constancia y lamentamos reconocer, con muchísima tristeza, que nuestro país y provincia, ha perdido el rumbo en lo que a desarrollo se refiere. Lamentamos que por voz gubernamental y prensa se nos quiera hacer creer país OCDE, cuando al revisar estudios, informes de ministerios, en grandes obras públicas, nos damos cuenta de la deficiente calidad técnica, de la liviandad, desprolijidad, errores garrafales, ilegalidades como pan de cada día. Lamentamos tremendamente y nos duele reconocer que las leyes ambientales son trajes hechos a la medida para los grandes capitales y no para nuestro desarrollo, nos obligan a tener que andar defendiendo lugares como Mar Brava, cuando son las propias autoridades las que debieran proteger todo nuestro patrimonio que nos diferencia del resto el país y del mundo.

Trabajamos para convertir a esta tierra mágica en un ejemplo de desarrollo, progreso y humanidad, desde lo que somos nosotros, una joya de riquezas únicas.