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Fuerte alza y escasez de papa afecta a la economía chilota

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Luis Contreras Villarroel

Un fenómeno que combina la escasez con los altos valores comerciales enfrenta por estos días el siempre complejo mercado de la producción y venta de la papa en el Archipiélago.

La situación es palpable sobre todo en los principales centros comerciales del tubérculo, hasta donde llegan tanto productores como vendedores de este recurso que han tenido que lidiar con estos dos factores.

Ciertamente, entre los más afectados de esta cadena están los consumidores, quienes han dejado de manifiesto el excesivo valor que ha alcanzado este vegetal en el mercado formal.

Las cifras no dejan indiferente a nadie, ya que el saco de papas ronda en las principales ciudades chilotas desde los 22 mil a los 50 mil pesos.

Carlos Vera, quien oficia de vendedor en el popular muelle de las papas en Castro, explica que su producto se origina en los campos de la localidad de Tara en Chonchi, antes de terminar con su comercialización en la capital provincial.

El vecino procedente del sector La Chacra esgrime sus argumentos al momento de explicar a qué responde la falta de este recurso, sobre todo en las ferias locales.

"Sí, hay escasez, queda poca papa, ocurre que el año pasado estuvo mala la siembra, el tizón tardío, el clima que quemó todas las siembras", afirmó el distribuidor.

La misma fuente precisó que en su caso vende el saco del tubérculo entre los 22 y 24 mil pesos, dependiendo del tamaño del cultivo que se cosecha en el sur de Chonchi.

Una interpretación similar entregó Alicia Hobligado, la locataria de la Feria Provisoria Yumbel de la calle Lillo, al sentenciar que sí se ha evidenciado una falta del recurso, tanto de origen chilote como el foráneo.

Agregó que hasta hace poco compraba papas sembradas en la comuna de Los Muermos, provincia de Llanquihue, por las cuales ha tenido que cancelar cifras que superan los márgenes comerciales tradicionales.

En este sentido expresó que "están viniendo con un alza muy grande; imagínese, 28 lucas la papa vieja, ya viene la mitad podrida y la papa nueva viene a 32 y 35 lucas (el saco)".

La vendedora minorista sostuvo que en su local establecido el kilo de papa tiene un valor que alcanza los $1.400.

En tanto, Raquel Almonacid, quien comercializa en el mismo recinto de la calle Lillo acusó un abuso por parte de aquellos comerciantes que procedentes incluso de Puerto Montt e instalan valores excesivos al momento de transar de visita el escaso tubérculo.

Señaló que "están abusando demasiado, cobran un disparate, hay un camión afuera vendiendo a 28 mil pesos la bolsa de papa y no son de la zona; entonces, es demasiado el abuso".

El kilogramo del mismo producto tiene un valor de 1.000 pesos en su puesto, cifra que tampoco escapa al reclamo de los consumidores que concurren a diario a este recinto ferial.

EFECTOS

La jefe técnica del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de Puqueldón, Marcela Subiabre, expresó que el mundo agrícola se ha visto enfrentado a dos factores que han gatillado tanto en la falta de papa como también su elevado valor comercial.

Uno de los detonantes se relaciona con los estragos que provocó en las siembras la existencia del hongo del tizón que impactó fuertemente en la producción del período 2014-2015 en los pequeños agricultores.

"En realidad fueron pérdidas tremendas en casi todos los productores de toda la provincia, en las islas más pequeñas que producen en primerizo como Quehui y Chelín también se dieron pérdidas tremendas y acá en Puqueldón también se dieron esas pérdidas", explicó la profesional.

En este orden de cosas, la funcionaria recalcó que la problemática por la falta de papas y sus elevados precios se sustenta en dos factores definidos en el territorio.

"Aquí hay sequía más tizón, bajo la cantidad de papa producida o pérdidas totales de papas. Se han tomado varias medidas ya, el tema de las plantaciones, aumentar la distancia entre las siembras, fertilizaciones y se está tomando muy en cuenta la alerta temprana del tizón", apuntó Subiabre.

En un intento por amortiguar estos efectos que han derivado en la falta del tubérculo es que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), ha implementado un programa del cual participan directamente los productores paperos chilotes.

Este plan de trabajo ha permitido a los pequeños agricultores adoptar algunas medidas preventivas, sobre todo ante las alertas por tizón, situación que nuevamente se está presentando en la provincia (ver recuadro). J

La seremi de Agricultura, Pamela Bertín (foto), expresó que debido a la escasez y alza de la papa su cartera ha obligado a adoptar algunas acciones de carácter preventivo.

Recordó que ya el 2014 el Minagri inició un trabajo de charlas informativas y preventivas para abordar el hongo del tizón. "Hemos hecho algunas giras en Chonchi, Dalcahue, Castro y Quellón y hemos hecho una serie de ciclos de charlas", apuntó.

Los encuentros han sido tanto teóricos como prácticos para los agricultores, tratando la preparación del suelo, cultivos, calidad de semillas y enfermedades de la papa.

"Sí, hay escasez, queda poca papa, ocurre que el año pasado estuvo mala la siembra", Carlos Vera, comerciante castreño.

"En la primavera del año pasado el nivel pluviométrico se vio afectado de la Novena Región al sur, donde se produce gran parte de la papa en Chile. La papa vieja en este momento está en los 24 mil pesos (el saco) y la papa nueva puede llegar a 50 mil", manifestó.

"La falta de papa se debe al mal tiempo, se echó a perder todo por el hongo del tizón; la gente me ha dicho que hay escasez de papas en todos lados, la gente que tenía 100 o 200 bolsas ahora vende 50; hasta ahora no me ha ido tan mal ni tan bien", señaló.

"Compramos al revendedor, ya no tomamos a la gente campesina que nos viene a distribuir. Realmente no entiendo por qué se habla del tizón que cayó el año pasado, no sabemos si es eso, ya que en el norte tampoco hay papas, ya que venían siempre de Los Muermos", dijo.

Una advertencia por las condiciones ambientales que aportan a la aparición del tizón tardío estableció el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).

Esta situación que nuevamente se presenta en la zona está en Butalcura, con un estado de alerta roja, mientras que la alerta es naranja en Tara y Huyar Alto. Se trata de un indicador que exhorta a que los agricultores realicen fumigaciones preventivas en sus predios.

"Para el comerciante que vende (exclusivamente) papas sí es conveniente para ellos, pero para nosotros (pequeños chacareros) no, ya que la gente nos reclama que está muy cara. En temporada normal la bolsa (o saco) debería costar 20 mil y el kilo 700 pesos", expuso.

"Aquí hay sequía,

más tizón".

Marcela Subiabre,

Orlando Chávez

Ancud

Carlos Vera

Castro

Alicia Hobligado

Castro

Raquel Almonacid

Castro.