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22 años del coro de niños más famoso de Chiloé

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Corría el año 1993 cuando un visionario músico, pianista y formador, Gabriel Coddou Espejo, tuvo la idea de plasmar con hechos una forma de rescate patrimonial, particularmente del dialecto huilliche en los apartados parajes de la comuna de Quellón, con un fuerte componente social.

Así nació el Coro de Niños Huilliches de Chiloé. La iniciativa fue posible con el apoyo del Fondo de Desarrollo de la Cultura y las Artes del Ministerio de Educación, más el financiamiento hasta hoy de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor y la Municipalidad de Quellón.

Tras el fallecimiento de su gestor y fundador en enero del 2004, toma literalmente la batuta del grupo su hijo de idéntico nombre, Gabriel Coddou Kompatzki, licenciado en Música e Intérprete Musical con mención Flauta Dulce del Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En su currículum cuenta, además, con un posgrado en el Conservatorio de Ámsterdam, Holanda, realizado entre 1996 y 1999, institución de la cual obtiene el grado académico de DM Muziek.

Además de sus funciones en el coro, Coddou es profesor y director de la Academia de Artes Islas al Sur de la ciudad de Castro.

Para interiorizarnos del accionar del grupo quellonino asistimos a un ensayo en su lugar de origen, la Escuela Artística Alumno Marcelo Guenteo Solís de la localidad de Molulco. Allí nos dirigimos a una sala donde funciona el taller de coro y encontramos a una veintena de niñas a cargo del director Coddou y Dillman Haeger, músico, pianista, profesor del instrumento y acompañante permanente de la agrupación, preparando su repertorio para las actividades programadas para este mes. No deja de impresionar el entusiasmo y orden que se vive en el lugar.

proyecto país

La iniciativa es reconocida por el encargado como un proyecto país, transversal y que no se ha visto afectado por los diferentes signos políticos de las autoridades de turno. Ello, a su juicio, es un buen síntoma y podría imitarse a nivel nacional.

El nombre del coro ha sido materia de algunas confusiones. Según expresa el director, debería ser Coro de Niños Huilliches de Molulco, Chiloé, agrupación que en el presente está compuesta solamente por niñas, momento que su director justifica así: "Esta situación es absolutamente transitoria, por el 2015. Nosotros iniciamos el año teniendo un par de niños".

Profundiza explicando que las menores son más estables en cuanto a la voz, ya que los varones la cambian y, que estando en séptimo, a veces en sexto, comienzan con algunos problemas vocales, lo que incide en una automarginación del coro, sin que medie una decisión del propio maestro.

La formación actual es de 24 niñas. Para ser miembro de la agrupación no hay un patrón definido. "Las integrantes son las que nos eligen. No hemos tenido formalmente una instancia de selección. En algunos momentos, en todos estos años, se han hecho muy sutilmente algunas situaciones de más o menos de selección", asevera el docente, acotando sobre el rango etario que "si tienen ciertas condiciones y ganas pueden entrar en primero básico hasta octavo", aunque el grueso va de tercero a séptimo básicos.

Coddou menciona que la permanencia de los coristas depende no solo de las condiciones vocales, sino que también por apoyo familiar, disciplina y capacidad de trabajo, recalcando que se deben esforzar y que no es una instancia "para pasar el rato". "A poco andar se dan cuenta que el tema no es broma y es en serio, y que igual lo podemos pasar bien, pero hay que trabajar", subraya.

El músico Dillman Haeger, quien desde 2006 acompaña en el piano al coro, conoce de cerca el desarrollo del grupo. "Los ensayos son dos veces a la semana que suman cuatro horas pedagógicas semanales. Venimos a las 14.30 y nos retiramos a las 16, martes y jueves", expone.

Ahonda diciendo que se trata de un taller dentro de las opciones que ofrece la escuela artística, acotando que tiene un plus: "Ya tenemos años de trabajo, realizamos presentaciones tanto dentro como fuera de la comuna, provincia, región y país".

El escenario socio-cultural en la época en que su padre dirigía el coro era "más complejo", a juicio de Coddou Kompatzki. Apunta que en aquel entonces hubo voces que se levantaron en la comunidad oponiéndose al proyecto, pensando tal vez que era una exposición innecesaria de los niños y niñas de la comunidad indígena. Añade que la reacción actual de la gran mayoría de los lugareños es diametralmente opuesta: de orgullo.

Dentro de los apoyos a la actividad del coro, el director destaca el que incondicionalmente le ha entregado la Corporación Municipal y la Municipalidad de Quellón. Reconoce que los padres en general dan cada día más apoyo y comprensión hacia el trabajo que realiza la agrupación coral. Del mismo establecimiento también destaca el respaldo, deteniéndose en una docente "como la piedra angular a nivel de la escuela y que comenzó el proyecto junto al fundador del coro en 1993, la profesora María Antonieta Mardones. Ella ha sido una persona que ha ayudado, ha sido una facilitadora de todas las instancias organizativas, del apoyo y de la comprensión y organización a nivel interno".

repertorio

Las canciones que interpreta el grupo son elegidas por Coddou y Haeger. El primero indica que "estamos conectados con una línea de trabajo de rescate de cierto repertorio, conectado con la lengua mapudungun y el huilliche". Destaca también el rescate patrimonial de esta labor, lo que quedó plasmado en el disco "El cancionero jesuita mapuche".

Parte del repertorio proviene del libro "Aprendamos cantando algo de la lengua de los huilliches", en el que se encuentran canciones de distinta índole, como "tradicionales, del repertorio coral universal con traducción al huilliche, que hizo mi padre", explica Coddou hijo.

Independiente de lo anterior, el coro interpreta composiciones con textos de Violeta Parra, Gabriela Mistral o Pablo Neruda llevados al mapuche o al huilliche específicamente. Algunas de las traducciones han sido efectuadas por Gabino Curihuentro y Hugo Antipani.

En cuanto a las próximas actividades del grupo, resume el director, "estamos ad portas de un viaje de intercambio cultural, en una escuela en Quinchao. Tenemos una presentación que está solicitando el Departamento de Cultura de la Municipalidad de Quellón. Recientemente tuvimos una actividad en la cena aniversario de los mitilicultores en el Enjoy de Castro y ahora pronto vamos a actuar en la licenciatura interna de nuestra escuela también".

La mayoría del actual contingente del colectivo es el que concretó una presentación en el Teatro Municipal de Santiago en el 2013. "Un concierto absolutamente histórico. Ninguna agrupación escolar de Chiloé, y probablemente de la región, ha tenido la posibilidad de hacer un concierto en ese escenario. Un concierto importante, que surgió por invitación del Ministerio de Agricultura-Indap, tras una ceremonia de certificación en Castro", evoca.

También en el currículum del Coro de Niños Huilliches de Molulco destacan la grabación de un disco en vivo en la Sala SCD, diversas giras y actuaciones en lugares como el Teatro del Lago en Frutillar y en Bariloche, Argentina.

pequeñas

Entre las voces de sus integrantes está Catalina Chávez Lincomán, alumna de sexto básico, quien dice que "es lindo estar en este coro porque igual he estado hartos años; mi mamá estuvo también. Las canciones tienen algo de nuestra Isla y uno se siente orgullosa de eso".

Del mismo curso, Aylin Navarrete Guenteo, de 11 años, comparte que "mi familia se siente orgullosa que yo esté acá, porque algunos de ellos también han estado en el coro".

Un año mayor es Brenda Inaicheo, quien comenta que "llevo cuatro años en el coro y me encanta cantar. Me llevo bien con mis compañeras y estoy feliz de pertenecer al coro."

Ya se han completado seis generaciones de niños, en 22 años de historia, que han pasado por esta instancia, pasando después a completar estudios medios o incluso de la educación superior. "Son los hijos del coro, nacidos de este proyecto. Son la punta de lanza, el motor de transformación social que puso este proyecto. Esto le da más oportunidades y les da una visión de mundo que han tenido la posibilidad de captar por ellos mismos, de ser valorados por su trabajo", remata Coddou. J