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La excesiva preocupación por el peso puede ser síntoma de un trastorno alimentario. En la web cada vez es más frecuente encontrarse con sitios que promueven este tipo de enfermedades y que incluso revelan estrategias para evitar que la familia sepa que algo anda mal.
Uno de las dolencias que pueden afectar principalmente a los jóvenes es la anorexia. Rafael Vizuete, siquiatra de Clínica Vespucio, explica que esta enfermedad se caracteriza por el temor a aumentar de peso y a una percepción distorsionada y falsa de la imagen corporal.
"El paciente piensa que ha aumentado su peso, aunque en realidad se encuentra dentro de los parámetros normales para su edad, ciclo de desarrollo, estatura y sexo", señala el especialista.
Las personas que padecen este trastorno suelen tener fijación por la cantidad de calorías que se consumen. También son frecuentes las náuseas, vómitos, uso de laxantes y diuréticos, cuenta Vizuete.
El siquiatra también destacó la importancia de que la persona cuente con la compañía de sus cercanos, especialmente la familia. "Lo ideal es que conversen con ella, le sugieran que tenga un apoyo profesional especializado, pero evitando la sobreprotección, marcando limites e informándose sobre el tema", explica.
El entorno debe observar, vigilar y supervisar la alimentación del paciente, quien puede tratar de ocultar que no se alimenta. A nivel profesional se buscará corregir el déficit nutricional y el peso. También será necesaria la sicoterapia. J
Los padres deben estar atentos a las señales que entregan sus hijos. Entre los síntomas de la anorexia se encuentran dolores musculares, problemas digestivos, gastritis, problemas dentales y fatiga muscular. También se puede sufrir alteraciones hormonales, como cese de la menstruación. A nivel sicológico llega el nerviosismo.