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Dejan preso a camionero por ultraje a dos niñas en Castro

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Pedro Bárcena González

Reiteró en todo momento que es inocente. Incluso, pidió una cautelar menos gravosa. Sin embargo, el imputado por los ataques sexuales contra dos niñas que escaparon de un hogar de menores en Ancud igual quedó en prisión preventiva. Un caso que ayer fue formalizado, pero cuyas aristas se extienden desde comienzos de noviembre.

Los antecedentes indagatorios recopilados por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme), como los informes periciales y, en especial, la declaración de las víctimas de apenas 10 y 14 años se convirtieron en las bases para sustentar la existencia de las agresiones y vincular participación a un transportista en el caso.

Por casi dos meses se extendieron las pesquisas desjudicializadas que buscaron recopilar la mayor cantidad de pruebas relativas a una denuncia que nació como una presunta desgracia, pero que derivó en un ataque sexual contra dos pequeñas que se fugaron del Hogar Laurita Vicuña de la comuna del norte de la Isla.

El 9 de noviembre se notificó por parte de personal del establecimiento ancuditano la huida de dos de sus usuarias. Por protocolo, el denuncio se formalizó la misma jornada, activándose el trabajo de Carabineros para dar con el paradero de las infantes, que fueron encontradas en Castro alrededor de las 23.40 horas del mismo día.

Pero la "aventura" de la niñas que buscaban trasladarse a Quellón no fue lo más importante. Con las horas comenzaron a emerger datos que llevaron a las profesionales de este centro de acogida a revelar sendos delitos sexuales.

El 16 de noviembre se estampó en la ciudad del Pudeto la denuncia por presuntos ultrajes contra las menores. Una información que fue manejada por la policía experta.

Así lo indicó el jefe de la Brisexme, comisario Javier Muñoz, quien resaltó que "la investigación la realizamos en conjunto con el Ministerio Público sobre unas eventuales agresiones de un sujeto de 29 años contra niñas de 10 y 14 años, un hecho ocurrido en Castro".

inteligencia

El oficial enfatizó que la labor de inteligencia y las pesquisas permitieron reunir una serie de datos que llevaron a la supuesta intervención de un camionero en los hechos ocurridos en la noche de la jornada en que escaparon las niñas. La prueba era palpable, por lo cual se despachó una orden de detención contra el joven de iniciales M.A.C.S.

El requerimiento fue materializado en las últimas horas, en los momentos en que el transportista salía desde Quellón rumbo al norte con una carga.

Durante la tarde de este miércoles el imputado fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía de la capital chilota, donde se acreditó la legalidad de la aprehensión por parte de los detectives. Además, el fiscal Javier Calisto encausó una investigación por los delitos de violación impropia en contra de la víctima de 10 años y de estupro contra la otra afectada.

El persecutor entregó detalles de la comisión de los ilícitos, explicando que las pequeñas tras abandonar el hogar hicieron "dedo" en la carretera, abordando a la altura de la empresa Chilolac en Ancud el camión guiado por el castreño.

El viaje se extendió hasta el sector portuario de la capital provincial, donde se habrían registrado los ultrajes. Como especificó el abogado, todo comenzó con un juego. Las inocentes penitencias habrían subido de tono hasta concretarse las tocaciones y pasar al acceso carnal.

Dentro de la prueba que presentó el jurista estaba el testimonio de ambas isleñas, las cuales calificó como "coincidentes". Como relató, la más pequeña indicó en su declaración que escapó para ver a un familiar en Quellón, abordando este camión conducido por el joven que identifica plenamente. Luego, señaló que la obligó a sacarse la ropa consumando el ataque. Su amiga entregó datos similares, aunque con algunas diferencias, pero siempre derivando a los ultrajes.

informe

Los exámenes sexológicos también crearon convicción. Como señaló el fiscal, las pericias desarrolladas en el Servicio Médico Legal de Ancud determinaron que la niña de 10 años sufrió lesiones proctológicas compatibles a una penetración anal, mientras que la mayor también evidencia rasgos de acceso vaginal de más de 7 días.

"La información coincide con los hechos, ya que el examen se realizó el 18 de noviembre. De igual modo, las víctimas dan cuenta de las agresiones y las zonas, las que fueron compatibles con la descripción pericial", apuntó Calisto.

Junto con presentar el reconocimiento fotográfico, el representante del organismo público reveló que el informe de la Brisexme da cuenta de un número telefónico que habría entregado el transportista a las menores, el cual le pertenece. Incluso, existen mensajes de WhatsApp que denotan un contacto posterior del imputado con amigas de las víctimas.

"Además, se verificó que a las 2.28 horas del 10 de noviembre el tracto-camión guiado por el imputado ingresó al puerto a dejar su carga. Por ello, se sitúa en el lugar y a una hora similar a la descrita", expresó el abogado, sumando que se entregó "una serie de antecedentes que dan cuenta que tuvo relaciones sexuales con la víctima".

Acusando que la libertad del sujeto constituye un peligro para la sociedad, que el joven no tiene irreprochable conducta anterior, la gravedad de los delitos y la pena de crimen asignada a los mismos, el fiscal solicitó la prisión preventiva. Una cautelar a la que se opuso la defensa, representada por Mauricio Díaz, quien en todo momento escuchó al camionero que insistía en su inocencia.

oposición

Como expuso el profesional, "no están acreditados los presupuestos materiales del hecho punible ni la participación de mi representado. La prueba directa es solo el testimonio de las menores".

Reconociendo que el castreño recogió a las infantes y las dejó en el sector portuario, el abogado recalcó que "niega las relaciones sexuales y que las declaraciones de las niñas son contradictorias". Es más, apuntó que ellas se habrían fugado dos días antes a lo expuesto por el fiscal.

"Por esto, existe un intervalo de varias horas en que nadie sabe lo que hicieron las niñas. Además, ambas presentan una sexualidad activa, presentando una conducta extraña", esgrimió el defensor desligando de responsabilidad a su cliente.

En detrimento de la cautelar más gravosa, Díaz solicitó una en el medio libre, argumentando que el transportista tiene arraigo familiar, laboral y social. Igualmente está dispuesto a someterse a cualquier pericia para demostrar su inocencia.

Pese a estos alegatos, la magistrada Alejandra Varas estimó que existen antecedentes suficientes para sustentar la existencia de los delitos. Enumeró la denuncia de la funcionaria del hogar de menores, el testimonio "coincidente y detallados" de las afectadas y el hecho que el imputado les dio el número telefónico.

"Además, los informes sexológicos son compatibles, dentro de unos antecedentes que indican la existencia del hecho y la participación del imputado", aclaró la jueza, explicando que no se puede decir que las menores están mintiendo y que la versión del imputado "es poco creíble" al indicar que solamente las trasladó.

Por ello, ante la necesidad de cautela, un eventual peligro de fuga por la pena de crimen que arriesga y considerando que el camionero se aprovechó de la condición de vulnerabilidad y desamparo de las niñas, la sentenciadora decretó la prisión preventiva. J

Un llamado a la prevención realizó el jefe de la Brisexme, comisario Javier Muñoz (foto), al analizar el contexto en que se dio este caso. Sin alarmar, pero instando al autocuidado, en especial en estas fechas en que llegan muchos turistas que inundan las carreteras, el oficial enfatizó que "hay que tener ojo y no exponerse a situaciones de riesgo. Además, hay que resaltar que si se tiene conocimiento de un delito sexual es preciso denunciarlo".

A su vez, el también sicólogo aclaró que la dinámica en que se dio este caso no es usual, pero tampoco es indiferente a Chiloé.