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Los feriantes de Dalcahue vivieron este domingo un día clave tras ser removidos de la costanera. Si bien hubo un buen marco de público, criticaron el reducido espacio que tienen para vender y la lejanía del baño.

"Nos hubiese gustado que este proceso sea más participativo, nosotros pagamos un permiso mensual. Nos gustaría que tomaran en cuenta nuestras solicitudes, una de ellas es que nos ayuden con el funcionamiento de dos baños químicos que conseguimos como sindicato", comenta una comerciante quien pide reserva de identidad por cláusula de contrato, señalando que cuando ellos tengan conductas agresivas frente a funcionarios municipales o a Carabineros no se renovará el permiso.

Mismo recelo tiene otra vendedora quien menciona que "el espacio es muy reducido, no me alcanza para poner todas mis cositas, las personas se andan atropellando. Nosotros pagamos, yo doy boleta, entonces creo que debieron tomar nuestro parecer".

Alfredo Vargas, otro feriante, dice que lo problemático es la hora de apertura del recinto. "Abrieron a las 8 de la mañana y uno debe estar a las seis o siete para armar los puestos y estar listos a recibir al público", recalca, sumando que habían otros lugares más adecuados donde instalar los puestos. Pese a ello, las ventas en general se mantuvieron. Mientras que lo que más aquejaba a los peatones era el poco espacio para desplazarse. J