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Luchando por preservar el gran folclor de Chiloé

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Auténticos herederos de la valiosa música campesina de Chiloé, los integrantes de la Agrupación de Artistas y Folcloristas de la Comuna de Dalcahue en sus ocho años de formación han sabido mantener intacto el legado de los reconocidos cantores Coché Molina (José Daniel Bahamonde), Gerónimo Barría y Canahue (José Purísimo Concepción Bahamonde), y así transmitir a las nuevas generaciones el patrimonio intangible de ese Chiloé arraigado a los campos y a la solidaridad.

Con guitarras, bombo y acordeones en mano, los integrantes de este colectivo formado mayoritariamente por familias recorren la provincia insular alegrando a los lugareños con sus pegajosas melodías, cultivando las cuecas chilotas, componiendo nuevas canciones, siempre preservando la identidad local.

"La agrupación nace porque antiguamente venía mucho folclorista de afuera, principalmente de Santiago, tratando de explotar nuestra música, sacando provecho de ello por ejemplo a través de proyectos, apropiándose de las creaciones de cultores locales, por ello nos agrupamos justamente para que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir, para que nunca más existan abusos hacia nuestra gente", explica el presidente del colectivo, Sergio Barrientos, más conocido como "El Chauquino".

Inicios

La fuente suma que en sus inicios la asociación estuvo formada por 12 familias, las que hoy se redujeron a ocho, principalmente por el fallecimiento de algunos de sus miembros, clanes provenientes de los sectores rurales de San Juan, Puchaurán, Tenaún y Las Quemas, además del mismo Dalcahue urbano.

"Nosotros lo que hacemos es preservar el folclore chilote porque queremos lo auténtico de nuestra tierra, presentamos al público que nos escucha las creaciones de los antiguos cultores a través de la recopilación que hemos realizado y también las nuestras que han sido grabadas en cuatro discos que poseemos. La recepción de la gente ha sido muy buena, aprecian mucho lo que estamos haciendo", acusa el isleño.

Agrega el cultor "que mientras estemos con vida seguiremos trabajando por preservar el patrimonio musical de nuestra Isla, no queremos que se pierda, por ello es fundamental que el folclore chilote sea enseñado en las escuelas, no puede ser que en cada acto escolar se vea a los niños bailando y cantando la cueca central y no la chilota".

Una opinión similar puntualiza el guitarrista Hernán Sierpe, quien manifiesta que "es lamentable ver cómo algunas autoridades no valoran la música tradicional isleña y se empeñan en traer números artísticos de afuera e incluso, a veces, negándole ayuda a los cultores locales".

"No podemos estar inmóviles viendo como nuestra cultura puede desaparecer, no estamos contra la modernidad, pero es necesario que sepamos cuidar lo que nos dejaron nuestros antiguos, no todos los pueblos tienen una historia cultural tan rica, como sí lo tiene el Archipiélago", aclara el dalcahuino, sumando que están agradecidos de los aportes económicos que el Gobierno Regional de Los Lagos les ha entregado para la concreción de sus discos y de esa forma difundir el patrimonio insular.

Motivación

Por su parte, Baldemar Navarrete, el único integrante que no es parte de una familia de músicos, señala que como agrupación los mueve "el sentir la música como parte fundamental de su vida".

"El músico tradicional chilote trasmite mucha alegría, reconocimiento por sus cultores y el trabajo mancomunado de base solidaria como es la minga. Sin embargo, cuesta mucho ser músico, muy poca ayuda de los llamados gobiernos locales, también falta la creación de políticas que ayuden a fomentar nuestra cultura musical, muchos niños quizás podrían estar interesados en conocerla y aprenderla y en una de esas convertirse en los futuros folcloristas de Chiloé, pero lamentablemente no hay espacio en los colegios".

A su vez, Margarita Cárdenas puntualiza que cada día se hace más necesario que todas aquellas manifestaciones que son el corazón del Chiloé profundo no queden en el olvido.

"El isleño es solidario por excelencia, por lo mismo es que las mingas no pueden desaparecer, los pasacalles en una procesión religiosa o para despedir a un ser querido tampoco, esas cosas tan sencillas son las que nos mueven a seguir luchando día tras día para mantener viva la cultura musical de nuestra tierra; a nosotros no nos mueve el dinero, pues muchas veces hemos actuado gratis", revela la artista.

En cuanto a las proyecciones de la agrupación, la folclorista comparte que "nos gustaría mucho sumar más personas, que el municipio de Dalcahue nos apoye, esta comuna es la cuna del folclore campesino de la Isla, que nuestros mismos coterráneos aprendan a querer nuestras raíces musicales y que valoren lo que estamos haciendo, que valoren a los músicos tradicionales".

Así exhorta esta chilota mientras junto a su bombo y en compañía de sus amigos entona una de las tantas creaciones que estos creadores han hecho conocidas en peñas y muestras costumbristas del Archipiélago. J