Es preocupante la falta de evolución económica y la sistemática desindustrialización que ha tenido Chile en los últimos 30 años, entendida como un cambio cualitativo en la organización productiva de la sociedad. Invito a hacer hincapié en un factor importante en el crecimiento económico actual de la mayoría de los países de la OECD, llamado Capital Basado en el Conocimiento (KBC). El KBC comprende una variedad de activos que, a diferencia de las máquinas, equipos y estructuras, no tiene una forma de realización física o financiera. A su vez, puede dividirse en tres tipos: I) información computacional (software y bases de datos); II) propiedad innovadora (patentes, derechos de autor, etc.) y III) competencias económicas (valor de la marca, capital humano de cada empresa, redes que unen personas e instituciones, entre otras). A diferencia del capital físico, las inversiones en las múltiples formas que puede adoptar el KBC pueden crear conocimiento que se "derrama" a otras áreas de la economía. Además, El KBC puede fomentar el crecimiento económico ya que el costo inicial incurrido en el conocimiento no vuelve a presentarse cuando ese conocimiento se utiliza nuevamente. Además, esto puede dar lugar a economías de escala en la producción. Es hora de que este debate salga a la luz pública para que Chile pueda converger con el mundo en estos términos. Un avance es la recientemente creada Comisión de Productividad, el foro anual de la industria que organiza Asimet y el rol de organizaciones como Asexma y Sofofa. Es clave que el empresario chileno gaste más en I&D, innovación y modernización tecnológica e, igualmente, un marco institucional que permita estos cambios.
Nicolás Burotto R.