Fiesta azul en el Estadio Nacional. Y con justa razón, pues Universidad de Chile dio una gran exhibición goleando por 8-1 a O'Higgins en su primer triunfo en el Torneo de Clausura.

La filosofía de Sebastián Beccacee dio sus primeros frutos y el guión salió a la perfección. Intensidad, vértigo y poder goleador. Partido redondo.

Si bien el encuentro comenzó cuesta abajo con el golazo de Gastón Lezcano a los 6 minutos, el conjunto universitario se repuso y poco a poco impuso su ritmo, su estilo, en el césped de Ñuñoa. El empate llegó a los 20' de la mano de Mathias Corujo y más tarde fue Sebastián Ubilla quien decretó la ventaja a los 39'.

Ya después del descanso vino la fiesta. Si bien en el primer tiempo la U había dado muestras de su intensidad generando varias ocasiones de peligro, en el completo ya las materializó con contundencia. Sus constantes ataques, la inspiración de sus jugadores y también el bajo nivel de los defensores de O'Higgins abrieron la ruta a una goleada de proporciones.

Gustavo Lorenzetti en tres ocasiones (47', 53' y 91'), Patricio Rubio (79'), Gustavo Canales (81') y el debutante Yerko Leiva (89') fueron parte de esta festividad azul. Y es que las cuentas alegres no sólo se sacaron por el resultado final, también por el buen debut de dos de los refuerzos azules: Gonzalo Jara y Luis Fariña.

El técnico Sebastián Beccacee recalcó que "pudimos mantener la línea de los primeros 20' ante Antofagasta, donde el equipo había encontrado un buen nivel de juego. Retomamos ese camino y lo pudimos sostener por más tiempo, además del ingreso de jugadores como Gonzalo (Espinoza) y Fariña, que le dieron una impronta al equipo que fue muy productiva".