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"Joselito", la nueva apuesta del cine chileno nacida en Chiloé

En equipo realizador tras su práctica profesional en Queilen aunó esfuerzos y voluntades para crear una producción inspirada en la religiosidad y las costumbres propias del pueblo insular.
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Luis Contreras V.

Aituy, pequeña localidad ubicada al norte de Queilen, se ha convertido en el escenario ideal desde donde surge la historia de un nuevo proyecto fílmico que fusiona la cultura chilota con el mundo religioso.

"Joselito", se titula la más reciente producción cinematrográfica que por estos días se prepara para su estreno en la provincia de Chiloé y que gestó la realizadora santiaguina Bárbara Pestán.

El filme se establece en este rincón queilino donde se celebra cada año la tradicional fiesta cristiana del Nazareno, siendo la esencia de esta película que sale a la conquista de la exigente industria del cine.

Joselito, interpretado por el actor Cristian Flores, y Camilo (José Soza), su padre, han decidido desertar de dicha ceremonia. Irma, la madre de la familia ha muerto hace poco, lo que los ha aislado y dejado sin razones para creer en el Nazareno. Padre e hijo deben afrontar la pérdida y aprender a convivir. Los cantos y rezos del pueblo se escuchan desde la ventana aumentando la tensión en el hogar. Así se resume el contenido de esta producción que promete cautivar a los chilotes en los próximos días.

Según lo relatado por la directora, dicho proyecto surge precisamente cuando un año antes realizó en Queilen su práctica profesional luego de concluir su carrera en la Escuela de Cine de la Universidad del Artes, Ciencia y Comunicación (Uniacc).

"Estuvimos cuatro meses, conocimos a muchas personas, fuimos a adentrarnos un poco en las historias, en los espacios, el lugar, conocer más y de las mismas personas que fuimos conociendo, pudimos armar la historia bastante completa", recuerda la realizadora audiovisual.

Explica la directora de "Joselito" que el filme es una historia ficticia "donde hay un guión, está todo escrito, está todo pauteado y a partir de eso tuvimos que trabajar con las personas, que en el fondo los mismos actores nos fueron dando las pautas".

Un equipo de doce personas, entre actores profesionales y vecinos de la comunidad de Aituy, dieron vida al rodaje de la película que se concretó finalmente en el verano 2012.

La realizadora sostiene que todo el rodaje se hizo dentro de un período de 20 días donde los dos actores profesionales interactuaron con los pobladores del lugar, quienes aceptaron el desafío de ser parte de un producto con una fuerte identidad local.

Sostiene que "fue un trabajo bastante enriquecedor porque hubo un trabajo colectivo, para nosotros todo el financiamiento para hacer la película lo tomamos de la misma Isla, la municipalidad que nos apoyó, las personas que nos apoyaron".

Factor

La profundización en la cultura local fue factor clave para el desarrollo del guión de la película chilota que ya se ha paseado desde su estreno en octubre de 2014 en el Festival Internacional de Santiago (Sanfic) y por diferentes eventos festivaleros nacionales y del extranjero.

Una labor fundamental tuvo en esta etapa creativa del proyecto la guionista y directora de fotografía, Javiera Véliz, quien evoca cómo se produjo esa labor cómplice sobre todo con los habitantes queilinos que formaron parte de esta cinta.

"Con el tiempo nos fueron diciendo que trabajáramos con actores y que estos actores fueran y se mezclaran en el lugar y así fue como lo fuimos haciendo", comenta.

Agrega que el protagonista, Cristian Flores, antes de comenzar a rodar el filme tuvo que hacer un verdadero curso para empaparse de la cultura local pasando desde las expresiones lingüísticas hasta las faenas campesinas chilotas.

Javiera Véliz recuerda que el artista "tuvo clases prácticamente desde como cortar la leña, como remar, gesticular como los chilotes y fue un proceso bastante lento y nutritivo tanto para el equipo realizador como la película".

Circuito

El filme de 65 minutos de duración que transita entre la ficción y la realidad ya se ha presentado con notable éxito en instancias del cine chileno e internacional antes de que arribe a la provincia de Chiloé.

Con casi dos años desde su producción "Joselito" ha participado en una decena de festivales de cine en Chile sumando proyecciones en pantalla gigante en la llamada Plataforma de nuevos Realizadores en España, Italia y Argentina.

Ahora con una experiencia de trabajo ganado en el plano artístico, la producción de la cinta ha planificado un itinerario que la llevará a pasearse por diferentes comunas de la provincia de Chiloé.

Entre el 6 y 23 de febrero la cinta podrá ser observada por el público de la provincia como por turistas que gustan de este género para conocer el resultado del trabajo de sus realizadoras.

La obra cinematográfica partirá su recorrido el sábado 6 en la Plaza de Armas de Castro, a las 21 horas, para iniciar un circuito por las nueve comunas restantes, entre ellas Queilen, la cuna de esta producción que una vez más se inspira en los valores culturales, religiosos y folclóricos propios de estas tierras chilotas.

Inspiración

"Joselito" no es la primera realización chilena que tiene como inspiración la rica cultura del Archipiélago de Chiloé. Ya en los últimos años se han rodado otras películas que transitan en el mundo del espectáculo del cine mientras que otras iniciativas han quedado en el camino por falta de financiamiento.

Los proyectos más categóricos a los cuales sigue de cerca esta creación corresponden a las cintas "Caleuche, el llamado del mar" del director Jorge Olguín y la más reciente "Y de pronto el amanecer" dirigida por el cineasta nacional, Silvio Caiozzi. Con la talla de estos directores de cine vuelve a su tierra esta desconocida película de raíz chilota que busca abrirse paso en ese difícil mercado y conquistar la siempre ácida crítica especializada.

"Joselito", llega esta vez para ser conocida por la comunidad chilota a través de la cual quiere reflejar lo más auténtico de la cultura donde se fusionan la religiosidad heredada por el pueblo jesuita y las costumbres propias de esta tierra de mitos y leyendas.

"Conocimos a muchas personas, fuimos a adentrarnos un poco en las historias".

Bárbara Pestán,

directora de la película.