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Melody Jerez: el talento musical de la Filarmónica de Chonchi

Su sencillez y carisma cautivó a la realizadora Marialy Rivas, quien el año pasado prendió a los lectores del prestigioso medio The New York Times con un documental que retrata la historia de esta talentosa profesora de música.
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M. Eugenia Núñez G.

Poseedora de un talento innato, la directora de la Orquesta Filarmónica de Chonchi, Melody Jerez Carrasco, no sólo es la formadora de futuros músicos, también ha logrado traspasarle a sus alumnos su pasión por este arte que la enamoró a la edad de 9 años.

Hoy, dos décadas más tarde, toda su capacidad musical la ha convertido, entre otras cosas, en la protagonista del corto documental de 8 minutos de la realizadora Marialy Rivas (Joven y alocada), el que fue estrenado con éxito en la página electrónica del prestigioso diario The New York Times y en el Festival Sundance 2015. Una obra auspiciada por la Fundación de Bill y Melinda Gates para terminar con la extrema pobreza en el mundo.

La joven maestra inició sus primeros pasos en la música a los 9 años en la Orquesta Infantil y Juvenil de su comuna natal, Curanilahue (Región del Bío Bío), cautivada por el sonido del violín y por el amor que su hermano mostraba por esta rama del arte muchas veces pensada como algo elitista. Fue también en esta misma agrupación que junto a sus compañeros tocó en la ceremonia en que asumió la Presidencia de Chile, Ricardo Lagos el 2000.

"Al igual que los chicos con los que hoy trabajo, mi gusto por la música nació en la orquesta de Curanilahue y por seguir a mi hermano que era parte de esta formación, al principio con mucho desconocimiento pues nunca había visto un instrumento. Una vez dentro escogí aprender el violín cautivada por su sonido y esa misma historia yo la veo en mis alumnos, que uno parte sin saber nada pero la música te va cautivando de tal manera que después no puedes dejarla jamás", recalca la profesional.

"Recuerdo que la primera vez que tuve un violín en mis manos sentí una emoción tan grande, fue grandioso ese ratito pues la orquesta tenía muchas carencias y los instrumentos eran escasos por lo que era imposible que cada uno pudiera practicar con un instrumento en sus casas, había que compartirlos, partimos con harto esfuerzo", señala la docente.

Pasión

Oriunda de una localidad que hasta hace poco era una de las comunas más vulnerables del país, Melody día tras día trasmite su pasión por la música a las nuevas generaciones, convencida y fiel testigo además, que el arte a través del fomento de programas como las orquestas, puede ayudar a los niños y jóvenes a superar las carencias económicas y sociales y convertirse en grandes artistas.

"Estuve en la Orquesta de Curanilahue hasta cuarto medio, hicimos hartos viajes y el haber sido parte de ese hermoso proyecto fue algo decisivo en mí para que siguiera en la música en la Universidad de Talca donde saqué mi licenciatura", recuerda Jerez.

Una vez egresada de pedagogía y con las ganas de trasmitir lo aprendido y contribuir, como confidencia, en la formación de sueños musicales, postula a la Orquesta Filarmónica de Chonchi en el año 2009, lugar en donde a la fecha ha formado a cerca de 200 educandos.

Trabajo

"Yo no quería quedarme en la zona de Talca y un profesor me dijo que estaban buscando a alguien para la Orquesta de Chonchi, postulé, se llevó a cabo el concurso y como a las dos semanas me llamaron que había quedado", acota la joven.

A ello agrega que "mi trabajo y formación que hago lo veo como una devuelta de mano a la vida, soy una agradecida de todo lo que me han enseñado y de las oportunidades que tuve de conocer grandes violinistas, maestros, viajar a otros países y conocer Chile, lo cual no lo podría haber logrado si no hubiera estado ligada a la música. Para mí es súper importante que los niños puedan tener esas mismas oportunidades o por último de abrir los ojos y saber que uno puede ir mucho más allá, que no hay límites, que siempre hay que buscar nuevos horizontes y que uno puede crecer y ser distinto".

-¿Cómo tomas la exposición no buscada que te entregó el documental, que incluso fue exhibido en plataformas como The New York Times?

-Siempre se agradece que reconozcan el trabajo y acá somos unos apasionados de la música y de la labor con los chicos y estamos viviendo un poco el sueño de disfrutar las bondades de la vida y llevarlas a cabo y estas cosas como el documental son como un bonus track para este grupo, sin embargo lo que más nos llena al final es lo que pasa acá dentro con los alumnos, que los vemos crecer, los vemos irse después pero ya distintos.

-¿Cuánto a influido en tu vida la música?

-Yo vivo para la música, es todo.

-¿Cuáles son tus aspiraciones?

-Seguir enfocada en la formación de los niños y jóvenes que participan de la orquesta, me interesa dejar algo bien armado, estable y consolidado y para eso hay que seguir trabajando y esa es mi principal meta a corto plazo y más adelante ver en cómo seguir ayudando en lo mismo. Yo siempre voy a estar ligada a la música.

-¿Cómo te gustaría que te recuerden tus alumnos?

-Yo creo que cada persona debe intentar en la vida dejar huellas y el solo hecho que el día de mañana recuerdaran lo que aquí vivieron me moriría feliz. La música unifica, no tiene clases sociales ni razas, el trabajo en orquesta es tan correcto y disciplinario que ayuda a que todos trabajen en equipo para llegar a realizar un concierto y tocar una sinfonía.

"La primera vez que toqué un violín fue a la edad de 9 años".

Melody Jerez,, profesora de música.

6 años lleva Melody a cargo de la Orquesta Filarmónica de Chonchi.