Carrera Docente
La aprobación del proyecto de ley de Carrera Docente hace recordar lo que el Informe Brunner señalaba respecto a las condiciones necesarias para el desarrollo de la función docente, a saber: "Un sistema educacional en el cual las escuelas ofrezcan las remuneraciones, la autonomía profesional y las oportunidades de carrera necesarias para atraer a la enseñanza a personas altamente calificadas que, de lo contrario, elegirían trabajar en otras profesiones. A cambio, los docentes aceptarían mayores exigencias y estándares más altos de desempeño, y una efectiva responsabilidad pública por los logros de sus alumnos y establecimientos". Al respecto cabe preguntarse: ¿por qué algunos políticos no quieren aquello para nuestro sistema escolar?
El proyecto de ley de Carrera Docente no hace más que aumentar la nocividad de la relación laboral entre los profesores y el Estado, mil veces denunciada, extendiéndola además al sector particular subvencionado.
Mientras la educación particular pagada muestra buenos resultados, operando con la misma relación laboral que rige a la mayoría de los chilenos, algunos legisladores, quienes para su hijos optan justamente por aquella educación, se esfuerzan en construir para los hijos del resto de los chilenos un sistema educativo estatal, rígido y uniforme, garantía para obtener malos resultados.
Familia en la mira
El Acuerdo de Unión Civil (AUC) despegó con fuerza. En poco más de 3 meses, más de 2.800 parejas se han inscrito y casi 5.500 están próximas a firmarlo. Suman 16.600 convivientes civiles. Siete de cada 10 son heterosexuales. Además, en 2015 disminuyeron las bodas y por cada pareja que se casa, otras 2 se están divorciando. Son señales inequívocas de lo que viene: matrimonios a la baja, alza en los divorcios, también de parejas AUC y de las que pondrán término legal a su convivencia sumado a una mayor carga de trabajo para los tribunales de familia. Ya hay un par de decenas de parejas AUC que se han separado antes de cumplir 3 meses juntos. Ocurre lo mismo, y cada vez más, con las parejas jóvenes que se casan. ¿Saben las autoridades qué cantidad de familias se están desmembrando cada año? Porque si bien exigieron un periodo de 3 años de cese de convivencia previo a divorciarse, aún no se exige ni un día de reflexión o de asistencia a un taller prematrimonial para casarse. ¿Es una decisión más importante que la otra? Crearon una Corporación de Asistencia Judicial, pero todavía ni una de Asistencia a la Familia. Las políticas de parchar heridas nunca serán mejor que prevenir que ocurran. El político se preocupa de lo primero, el estadista de lo segundo. Ahora sabemos de lo que carece Chile.
Ricardo Viteri Prado
Iván M. Garay Pagliai
Fundador & Director Ejecutivo
Cheque Escolar