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"Tatas" cuentan como incendio se llevó el sueño de sus vidas

Francisco Uribe y Cecilia Miranda construyeron su vivienda tabla por tabla en el sector céntrico de Castro y en un abrir y cerrar de ojos el fuego que destruyó otros tres inmuebles arrasó con su querido hogar.
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Carolina Larenas Faúndez

Tabla a tabla, clavo a clavo. Así la pareja integrada por Francisco Uribe, de 93 años, y Cecilia Miranda (88) construyeron su casa hace más de cinco décadas. Una vivienda en la que residieron por más de 54 años y de la que ahora solo quedan los recuerdos y la trágica visión de lo que el fuego puede provocar en cosa de minutos.

Este matrimonio es uno de los damnificados del incendio que el sábado destruyó cuatro inmuebles en la calle Los Carrera, en el centro de la capital chilota.

Después de ver cómo las llamas acabaron con el esfuerzo de toda la vida desde la vereda de enfrente, hoy con el apoyo de su familia tratan de buscar una explicación a lo sucedido y analizar la forma de salir adelante.

"Él construyó solito su casa, yo lo ayudaba a pasar las tablas y me ponía un pantalón y me subía arriba de las tablas a ayudar a sujetar", recordó Cecilia Miranda, dando cuenta que su esposo fue un reconocido carpintero y que debido a lo bueno que era en su trabajo lo buscaban de distintos lugares.

Construcción

Hace más de 60 años esta pareja, oriunda de la península de Rilán -ella de Puyán y él de Huenuco-, llegó a instalarse en lo que ahora es el centro de Castro, pero que en esa época no era más que campo. Lo hicieron en una casa antigua, pero con los años construyeron una nueva, la misma que ahora se redujo a escombros, pese al cuidado que siempre mantenían en protegerla.

"Después de viejos ahora nos quedamos sin casa", explicó el vecino que aún no se explica lo que pasó y que incluso tendrá que visitar al sicólogo para enfrentar el shock que le produjo la pérdida.

"Los hijos están ayudando, pero es muy triste para nosotros", relató su esposa, mientras que su marido agregó que "es muy penoso después de haber vivido tanto tiempo en esa casa que ahora no esté, quedar en la calle después de tantos años".

Aunque han recibido muestras de apoyo de sus parientes, e incluso de lugares para cobijarlos tras la tragedia, los ancianos insisten en estar cerca de su casa, por eso se instalaron en la vivienda de uno de sus hijos ubicada en la misma propiedad y que no sufrió problemas con el incendio.

En este sentido, la vecina comentó que "estábamos con mi hija que sintió algo raro y salió a mirar y los vecinos también gritaron que salgamos que se estaba quemando y cuando salimos vimos que el fuego estaba agarrando la casa nuestra".

A su vez, el isleño expresó que "fue la pura pasada porque era madera seca y había un viento sur y agarró la casa. Nosotros vimos desde enfrente cómo se quemaba y después nos llevaron donde una vecina".

Cerca de las 17.30 horas del sábado último comenzó el incendio que dejó una veintena de damnificados y pérdidas millonarias. Solo una hora antes que se desatara el infierno llegó Edita Uribe a la casa de sus padres en Castro. Proveniente de Río Gallegos fue ella quien advirtió que una situación extraña estaba ocurriendo.

La vecina mencionó que "ellos (sus padres) no quieren estar en ningún lado, quieren estar aquí y gracias a Dios esto se salvó y pueden estar acá en la casa de su hijo", dando cuenta a la vez que sus progenitores viven solos, pero son acompañados por una señora que los cuida hace 14 años y se preocupa de ellos, sobre todo de que se tomen sus remedios cuando corresponde.

Del mismo modo, la pariente señaló que "los viejitos siempre se preocuparon de tener todas sus cosas en orden, hace como dos o tres años habían cambiado la instalación eléctrica".

Anhelo

Mientras están a la espera de lo que ocurra con un seguro que sus padres pagaban a la empresa Saesa y lo que dirá la investigación sobre el origen de las causas del siniestro, la familia ya se alista para lo que será la reconstrucción de la vivienda.

"Nosotros no sabíamos que mis papás tenían un seguro con Saesa así es que ahora estamos esperando a ver qué pasa con eso", relató Edita Uribe, argumentando que "vamos a intentar construirle la casa a los papás porque a ellos es de lo que más le preocupa, el tener un techito".

"Después de viejos ahora nos quedamos sin casa".

Francisco Uribe,, damnificado.

54 años tenía una de las casas que fue destruida por el incendio del sábado.