Todo un boom turístico se vive en el Archipiélago por estos días. El aeropuerto, los hoteles de alto nivel, los shows en diversos lugares, el arribo de cruceros y el buen clima han ayudado a que más de 70 mil personas hayan alojado esta temporada en Castro.

Sin duda, también contribuye que publicaciones de todo el mundo destacan a Chiloé como uno de los lugares imperdibles de visitar en el continente. Eso no solo a nivel de turistas extranjeros. A los nacionales también les llama la atención visitar sitios considerados top. Así que no solo giras de estudio, mochileros y familias de clase media visitan la provincia. Un turista con alto poder adquisitivo está llegando cada vez más a nuestra provincia.

Sabemos las bondades del territorio: su entorno, su cultura, la calidez de su gente, sus iglesias, sus palafitos, su artesanía, etcétera, pero sin un orden y una coordinación pública que permita al sector privado conocer las reglas del juego para realizar su inversión y contribuir al desarrollo del turismo, este puede convertirse en un caos. No podemos ser "publicidad engañosa" y ofrecer mitología, cultura, naturaleza, patrimonio, confort, si no lo vamos a brindar realmente….

Es en este contexto que hay que valorar la denominación de Zona de Interés Turístico (ZOIT) de Castro, lo cual permitirá focalizar recursos públicos para el fomento y desarrollo del turismo en la comuna. Un turismo planificado, con reglas claras, con atención eficiente y oferta programática.

Para que este boom no sea un tema pasajero y la actividad turística se convierta en un motor permanente de la economía de Chiloé es necesario la colaboración de todos. A través del fomento, impulso y ordenamiento de esta actividad es posible que nuestra gente local pueda ir mejorando paulatinamente su calidad de vida. Y eso es muy bueno para la comuna.

Sin pan hoy y con hambre para mañana

La discusión no parece estar centrada en las condiciones actuales de la economía de nuestro país, las que sin duda son peores, sino que en las condiciones futuras, que según la autoridad serán más beneficiosas.

Desde otro punto de vista, la autoridad ha decidido sacrificar parte del bienestar actual de nuestra población por mayor (desde su parecer) bienestar futuro.

Ahora bien, la realidad es incluso peor, por cuanto la disyuntiva planteada solamente podría existir si es que las políticas actuales nos llevaran efectivamente a una mejor situación, pero el gran problema es que la evidencia muestra que lo que se hace actualmente nos llevará a una peor situación mañana.

Así, estamos sacrificándonos ahora por un peor pasar más adelante. Muy mal negocio, únicamente tenemos sacrificios actuales y futuros.

La sensatez llevaría a cambiar la forma de hacer las cosas, pero se sigue imponiendo la ideología de unos pocos.

Martha Bayona, periodista y

precandidata a concejala por Castro

Félix Berríos Theoduloz,

magíster en Economía de la PUC,

Círculo Acton Chile