Pese a la serie de accidentes con nefastas consecuencias ocurridos en los últimos meses en el tristemente denominado "Cruce de la muerte" en Llau Llao, la imprudencia sigue siendo la protagonistas de este sector de la comuna de Castro, sumando nuevos siniestros automovilísticos en las últimas horas.

El primero de los eventos se registró a eso de las 19 horas del viernes, cuando por motivos que se investigan, una mujer perdió el control del jeep que conducía, volcando en la Ruta 5 Sur y debiendo ser socorrida por personal de Bomberos y el Servicio de atención Médico de Urgencia (SAMU).

De acuerdo a testimonios, el suceso habría ocurrido debido a una mala maniobra de otro conductor, que guiaba una camioneta y no respetó un disco Pare. La mujer al esquivar al vehículo chocó un poste del tendido eléctrico, para posteriormente volcarse. Fue conducida hasta la urgencia del Augusto Riffart, con contusiones de mediana gravedad.

Ese mismo día un auto colisionó con un minibús, dejando dos lesionados.

Además, a eso de las 16 horas de ayer, un chofer perdió el control de su máquina, estrellándola contra un letrero de precios del servicentro Petrobras del sector. No hubo lesionados.

Vecinos del sector nuevamente efectuaron públicos sus reclamos por la falta de seguridad y la necesidad de un semáforo.

Dos personas con quemaduras y una vivienda destruida por las llamas fue el saldo de un incendio registrado a las 1 de la madrugada de ayer en el sector de Chadmo Central, al norte de la ciudad de Quellón, en el aserradero y barraca Los Tres Uribe.

El siniestro se ubicó en el cruce hacia Yatehue y Chanco, en la Ruta 5 Sur, frente a la escuela local, hasta donde se desplazaron la Primera, Cuarta y Quinta compañías de Bomberos de Quellón.

Al llegar al sitio del suceso los voluntarios constataron que se trataba de un incendio estructural que afectaba a una casa de dos pisos, con peligro de propagarse a otras edificaciones, incluidas viviendas y galpones con madera y vehículos, por lo cual el trabajo además de concentrarse en la extinción de las llamas, se dedicó a evitar que se afectaran las demás instalaciones.

El primer comandante de la institución, Eduardo Obando, comentó que "era una casa habitación de más de 300 metros cuadrados de construcción, con daños totales, y dos personas lesionadas que correspondían a parte de la familia que habitaba la vivienda".

Efectivamente, a eso de la 1.30 de la noche ambas personas, madre e hijo, los dos mayores de edad, fueron trasladados por el Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) hasta el Hospital de Quellón, desde donde fueron remitidos hasta el Augusto Riffart por la gravedad de las quemaduras.

El menor de los lesionados quedó internado en la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) del Hospital de Castro, mientras la mujer fue trasladada de regreso al recinto quellonino, tras ser diagnosticada con quemaduras menores. Ambos están estables, sin riesgo vital.

Los trabajos contra el fuego duraron más de tres horas, reconoció el oficial bomberil, detallando que "cuando llegamos todavía quedaba estructura, pero el fuego había consumido ya gran parte del inmueble".

"Nuestro trabajo consistió mayormente en evitar la propagación y después hacer la limpieza de escombros", agregó la fuente, precisando que "había peligro de propagación hacia un garaje con camiones y automóviles y había otra estructura con madera almacenada".

300 metros cuadrados aproximadamente tenía la casa arrasada por las llamas.

La Fiscalía de Ancud realizó el cierre de investigación por el fatal accidente ocurrido la madrugada del 31 de julio del 2015 en el sector de Lliuco La Vega, comuna de Quemchi, donde falleció el lugareño Mario Cárdenas Álvarez (56).

En los próximos días -señaló el fiscal de la causa, Jorge Raddatz- se acusará a un imputado por manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte y huir del lugar, por lo cual arriesga una pena de tres años de reclusión, más otros tres por haber ido con licencia suspendida por una causa anterior con resultado de lesiones.

"El imputado sigue en prisión preventiva", señaló el persecutor, precisando que tiene plazo hasta la segunda semana de marzo para realizar la acusación y llevar a juicio al sujeto, identificado como Carlos Rudecindo Paredes Ojeda.

El accidente fue protagonizado por dos vehículos menores que chocaron frontalmente en la Ruta W-15, a la altura del kilómetro 32.

Alta velocidad

Vecinos dicen que el vehículo del imputado se desplazaba a más de 100 kilómetros por hora. Otros testigos señalan haber visto a Paredes Ojeda manejando a alta velocidad y con las luces apagadas, y que habría confidenciado que tenía problemas con el alternador del vehículo.

Pese a que el imputado había declarado en primera instancia que al momento del accidente estaba detenido en la berma por un desperfecto mecánico, fuentes relataron que "se le había atravesado" el otro auto, según él.

En el accidente, además del acusado, resultó lesionado un menor de edad.