Ricardo Mundaca Izquierdo

Centenares de personas repletaron la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Quellón durante la celebración de la misa por el eterno descanso del destacado hombre de radio de la ciudad puerto, Enrique Alejandro Brandago Silva, DJ Blankyke, fallecido trágicamente la madrugada del jueves pasado junto a su pareja, Paulina Alejandra Ruiz Díaz, en un devastador incendio que arrasó con la casa que habitaban y otros tres inmuebles del pasaje Neptuno.

En su homilía el sacerdote Carlos Cárdenas destacó las virtudes del desaparecido comunicador. Tuvo palabras de consuelo para la acongojada madre, recordándole que "su 'Kike' ya no era solo de ella, él ahora pertenece al pueblo". El párroco finalizó diciendo que "Enrique no buscó llegar el cielo, pero se lo ganó".

En la oportunidad hizo uso de la palabra su ex jefe en FM Stylo, además de amigo, Ramón "Moncho" Agüero, quien muy emocionado reseñó las cualidades personales y profesionales del joven. Conteniendo las lágrimas señaló que lo iba a extrañar y que fue un "grande de las comunicaciones".

Un colega de Brandago en Radio Nahuel, su última emisora, el locutor José Isaías Águila, hizo un sentido recuerdo del radiodifusor, pero la emoción fue más grande y se quebró sin poder concluir su alocución.

Finalizada la eucaristía el féretro fue trasladado en una multitudinaria procesión que enfiló por Avenida La Paz rumbo al Cementerio Católico de la ciudad. En el trayecto por donde se desplazaba la carroza blanca que lo conducía a su última morada, la gente de Quellón saludaba y manifestaba su respeto ante el paso del infortunado locutor y disc jockey de 28 años.

Cementerio

Una vez en el camposanto la multitud se ubicó en los pocos espacios entre los mausoleos y tumbas, todos querían tributarle un último adiós al popular "Blankyke". En el lugar se encontraba su madre, Cecilia Silva, y dos pequeños hijos del locutor, Enrique y Hernán.

Como un homenaje al creador del programa de corte mexicano "Rancherísimo", un ensamble de diferentes agrupaciones del género interpretó algunas canciones del popular y difundido estilo que fueron coreadas por los asistentes entre lágrimas.

Para Susana Andrade, locutora y comunicadora de FM Stylo, la partida de Enrique es un gran impacto. "Haber trabajado durante diez años con una persona con las cualidades de 'Blankyke', y al cual seguíamos viendo a menudo a pesar que ya no trabajaba con nosotros y que de un momento para otro no esté, es difícil y muy triste. Es una pena enorme".

Carlos Uribe, primo hermano del hombre de radio, vino desde Osorno para despedirse de su familiar. "Esto ha sido muy lamentable, aún no lo podemos asimilar. Ahora no nos queda más que resignación y seguir manteniendo su esencia con nosotros", mencionó.

Aunque reconoció que no se veían a menudo recalcó que mantenían un estrecho contacto por las redes sociales. "Es demasiado, una pérdida irreparable, pero él siempre va a estar en nuestro corazones", compartió el joven.

Otro primo del malogrado comunicador, César Ojeda, residente en Quellón, evocó que "siempre estaba alegrando las fiestas. Era una persona que no se negaba a hacer favores, siempre estaba disponible para ayudar. Era buena tela, cariñoso, buen primo. Éramos muy unidos, tengo una pena muy grande y lo vamos a echar de menos".

A su vez, Paulina Villegas, quien era compañera radial de Enrique Brandago, expuso que desde hacía exactamente un mes hacían juntos "La súper mañana de Radio Nahuel". "Estoy muy choqueada, aún no tengo palabras para expresar el sentimiento que me embarga", consignó.

También subrayó que "era una persona muy querida, muy respetada, aún con el estilo tan propio que tenía, con sus chistes, sus tallas. Me tocó trabajar con él durante este último mes, justo un mes. Estábamos a full, tirando para arriba con el programa".

Villegas desclasificó cómo fue la última jornada con "Blankyke": "El último día nos tiramos muchas tallas, tallas como que era nuestro último minuto, fue algo muy especial ese último día".

La locutora piensa que tal vez pudo haber sido un presagio. "Incluso me pidió que nos tomáramos muchas fotos ese día. Como nunca llegó su pareja a visitarnos y estuvimos con ella compartiendo, sin saber que sería la última vez que vería a mi amigo, a mi colega", sumó.

Queilen

La pareja de Enrique, Paulina Ruiz, fue sepultada el mismo sábado pero en la isla Tranqui, en la vecina comuna de Queilen, hacia donde fueron trasladados sus restos el viernes por vía marítima.

Luego de una misa realizada en la capilla del sector Nepué, la mujer que falleció a los 23 años fue sepultada a las 11 horas del sábado en el cementerio de la localidad.

Los padres de la muchacha, Orlando Ruiz y Lucía Díaz, junto a sus dos hijas menores, fueron acompañados por un gran número de personas en las exequias. Incluso algunos dolientes portaban un vistoso cartel con el rostro de la joven y cuya leyenda era "Pauli, no es un adiós, es un hasta pronto".