Crisis salmonera: terremoto para los trabajadores y temblor para el gobierno
La salmonicultura no comenzó un año 2016 como se esperaba, ya que, a la desvinculación masiva de operarios en el mes de febrero en Chiloé, se sumó, el fenómeno de floración de algas, que no es nuevo al interior del rubro, pero con escaso monitoreo y contención puede acarrear severas problemáticas medio ambientales.
La activación del protocolo de contingencia para el movimiento, cosecha anticipada y mortalidad de los peses, nos hace pensar el daño ambiental que podría provocar la no planificación de la capacidad productiva de las empresas salmoneras. Por ello, debemos avanzar en la creación de una regulación y así resguardar el espacio donde se desarrolla la actividad.
La Cámara de Diputados, realizó una sesión especial, que analizó la situación que afecta a nuestra región y que ha llevado a la muerte de más de 22 millones de salmones.
Por parte del Ministro de Económica, quien relativizó los efectos económicos y de empleo al indicar que el problema es distinto al virus ISA porque el foco es ambiental y no sanitario; no crea consenso con la agrupación de trabajadores del salmón y del sector de la pesca artesanal. Resultando así, necesario que el gobierno retome los trabajos para presentar un esquema de producción salmonera, el cual no tuvo mayores avances el año 2015, para su tramitación este año.
Ante esta crisis, se debe resguardar el empleo, y si este se afecta, se deben conocer los planes de contingencia, tanto de la industria como del gobierno. Por ello, lamento la ausencia de la Ministra del Trabajo a la sesión especial porque tanto los trabajadores que han sido desvinculados, como aquellos que siguen al interior de la industria, necesitan certidumbre respecto a esta crisis, dado que, la propia CUT indicó en su momento que, tanto los trabajadores de planta como temporales "no tendrán expectativas laborales en la región por los próximos dos años". Esto requiere de mejor y oportuna información.
Columna
Alejandro Santana,, diputado por Chiloé y Palena

