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Los sabores innovadores que emergieron desde la calle

Ajo Sanguchería Chilena Ancud está ganando rápidamente un nombre en la Isla, gracias a la pasión y dedicación de un chef que partió desde abajo para ganarse un espacio entre los comensales de la provincia y turistas.
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César Cárdenas Ruiz

Los chilenos amamos las sangucherías (o sandwicherías) y este plato es parte intrínseca de nuestra gastronomía. Diferentes ingredientes, tipos de salsas y panes se han tomado nuestros corazones culinarios y son parte de nuestra dieta obligada, no sólo cuando el hambre es urgente, también cuando queremos darnos el gustito de un montaje único para disfrutar de los sabores.

Por diversos motivos, las diferencias en los sándwiches transmiten la identidad de cada comuna o localidad. Es por esto que resulta imposible irse de Ancud sin comerse un "Lechagua", "Arena Gruesa" o mancharse la camisa con un "Plateada". Asimismo, su viaje al norte de la Isla no está completo hasta lograr conquistar un "Mar Brava" o un "Ahui".

Así se denominan algunas de las variedades de emparedados que ofrece Ajo Sanguchería Chilena Ancud, un local 100% ancuditano que en pocos años ha arremetido en el mercado de los sándwichs de manera importante y no por poco.

La primera sucursal, su dueño Demmis Hennings la abrió en un carrito que atendía a los comensales en la Plaza de Armas y al rato las buenas críticas volaron por los vientos. Tiempo después y con la finalidad de entregar una mejor atención a la clientela, el negocio se trasladó hasta un local mucho más amplio en calle Pudeto, transformándose en un referente gastronómico para los vecinos de la ciudad del Pudeto.

Su fachada, pasaría desapercibida si no fuese por el gran flujo de personas que entra y sale buscando sus famosas preparaciones. La gente viene de todos lados: oficinistas, estudiantes, turistas. Todo este peregrinaje con el fin de probar lo mejor de la carta.

Es que destaca entre otras cosas por su interior, de rápido acceso y atención. Para sentarse a comer, hay sólo una barra que se extiende a lo largo de las cuatro paredes y otra que rodea el centro del lugar, precisamente, donde se prepara todo. Por lo tanto, uno es atendido por la misma gente que cocina y se puede ver todo el proceso de elaboración de lo que uno va a probar.

El precio promedio varía entre los 1.500 y 3 mil pesos. Lo importante es atreverse, sobre todo con especialidades como la "Fricandela", este manjar es imperdible: 190 gramos de hamburguesa casera con queso de campo y palta. O también está la "Plateada", carne desmechada y cocinada al vino tinto con rodajas de tomate, hojas de lechuga y crema pastelera de choclo con albahaca.

En resumen, este lugar es el paraíso perfecto para los amantes de esta comida. Un destino que no se puede dejar pasar.

Génesis

Demmis Hennings Aravena es un joven emprendedor de 34 años, nacido en Santiago pero ancuditano por adopción, radicado en tierras insulares hace más de cinco años. Actualmente está casado, tiene una hija y un hijo que viene en camino.

Cheff internacional de profesión, Demmis comenzó su vida en el mundo laboral deambulando por algunos pubs y hoteles. Su primer emprendimiento fue una línea de salsas de tipo gourmet, con productos íntegramente producidos en Chiloé.

"Me di cuenta que faltaban hartas cosas, no se aprovechaban muchos productos de acá de la Isla, de la zona, y ahí nació el primer emprendimiento que era poder tener yo mi propio negocio y a partir de eso hacer algo que a la gente le pudiera llamar la atención y poder ocupar mostrándole a las personas otras maneras de ocupar esos productos, allí nació el tema de las salsas", comenta.

En esta misma línea, suma que "tengo una línea de salsas gourmet donde hay un pebre de cochayuyo, un pesto de perejil, el aceite de oliva al ajo chilote, pero todo está hecho con productos nativos".

Es así como con mucha humildad y limitaciones propias de alguien que emprende un negocio, puso un carrito de sándwiches, donde además podía ofrecer sus salsas en plena Plaza de Armas.

"Como todo emprendimiento uno parte sin saber realmente cómo te va a ir, solo la confianza que uno tiene porque imagínate, yo venía de estar dentro de una cocina a poner un carrito ambulante, y lo que te van diciendo antes de irte no es muy alentador, desde ¿cómo te vas a ir a vender a la calle?, y en verdad todo parte de lo que uno realmente quiere hacer, uno saber para dónde va su propio destino".

Al cabo de un tiempo, el modesto negocio comenzó a funcionar bastante bien, con lo que pudo trasladarse a su nueva ubicación.

"Salió la idea de poder hacer una sanguchería ambulante a través de un carrito y en ese mismo carrito poder ir mostrándole a la gente todos estos productos, ellos tienen una variedad de salsas que nos las dan en otros locales y que tú se las puedes echar de manera gratuita, pero ahí también la idea es como culturizar un poco y mostrar que si se puede hacer otras cosas con estos productos", expresa.

El éxito del negocio asegura que se ha ido forjando paulatinamente. "La sanguchería es harto sacrificio, el tema de trabajar en la calle es súper sacrificado, nosotros creíamos en el proyecto que teníamos, sabíamos que la idea no era estar toda la vida en la calle, hasta tener un local después, ahora lo conseguimos y ya llevamos cerca de 9 meses en este local", explica.

Claves

Demmis entrega las claves para la pregunta: ¿qué es lo que hace distinto a estos sándwichs?

"Nosotros seguimos trabajando con el tema de la comida chilena, si bien hay sándwichs al alcance de todos los bolsillos, también hay otros que son muchos más elaborados, tenemos con cordero, con salmón ahumado, pero todo está basado en seguir trabajando con el tema de la comida chilena".

Agrega que "ocupamos productos que uno los consume regularmente, pero en otro formato que es de sándwich y creo que esa ha sido la clave como para que la gente venga, pruebe, primero se lleva tal vez uno que ya conoce, después de a poquito va probando unos más sofisticados, y siempre vuelven por más".

Otras de las llaves confirma este inversionista, es preocuparse más de seguir mejorando su propio trabajo, que preocuparse de la competencia. "Otras de las claves, que nosotros así lo vemos, es que nosotros estamos más preocupados de ver qué seguimos haciendo, antes de estar mirando para el lado y ver qué están haciendo los demás", enfatiza.

En el currículo de Hennings, también aparecen algunas participaciones en ferias a nivel nacional, donde ha podido dar a conocer sus productos a personas de otros puntos del país. En este sentido destaca su intervención en la tradicional Fiesta de la Vendimia que cada año se realiza en la comuna de Curicó y en la Feria de la Biodiversidad de Castro.

"Nosotros participamos sobre todo con el tema de las salsas gourmet, estuvimos en Castro el año pasado, nos fue muy bien, sacamos el primer lugar como los productos más innovadores, también todo eso reconocido por un cuento que tiene cada producto, nosotros recogemos lo más nativo, como las pimientas de canelo, desde el ajo chilote y lo vamos transformando en las salsas gourmet", relata.

El negocio espera seguir creciendo en un mediano plazo indica su propietario, con el fin de ir entregando mayores comodidades a su clientela. Ajo Sanguchería Chilena Ancud, se ha convertido en uno de los clásicos indiscutibles en la comuna del Pudeto, que no puede dejar de probar.ia.

"Como todo emprendimiento uno parte sin saber realmente cómo te va a ir".

Demmis Hennings Aravena,

chef

"Salió la idea de poder hacer una sanguchería ambulante a través de un carrito".

Demmis Hennings Aravena,

emprendedor

34 años tiene el dueño de este negocio que está ganando su espacio en el norte de la Isla.

190 gramos pesa la fricandela, una de las atracciones culinarias del emprendimiento.

9 meses llevan en el local de calle Pudeto recibiendo a la creciente clientela.