Secciones

"El Estado de Chile sigue en deuda con Bomberos"

El presidente del consejo provincial de la institución recorre su vasta experiencia dirigencial y realiza una mirada crítica en pos de potenciar el voluntariado.
E-mail Compartir

Pedro Bárcena González

Ya al segundo día de ingresar a la institución empezó a ocupar un cargo directivo. Toda su experiencia en Bomberos, casi 33 años de servicio, ha sido marcada por su capacidad innata de liderar y enseñar. Así ha transcurrido la vida bomberil de José Cárcamo Ojeda (55), actual superintendente del voluntariado de Ancud y recién reelecto presidente del Consejo Provincial de Bomberos.

El 1 de abril de 1984 se sumó a las huestes de la Tercera Compañía ancuditana este profesor titulado. Aunque reconoce que "ingresé de viejo" a la institución, admite que el espíritu servicial lo impulsó a seguir el mismo camino que su hermano menor había realizado tiempo atrás, misma senda que sus amigos de Pepita Manns, Inés de Bazán y Yerbas Buenas emprendieron en beneficio de la comunidad.

En su condición de docente no dudó en aceptar el cargo de secretario de su unidad, a menos de 48 horas de ponerse el uniforme. "Estaba cesante ya que en 1982 cerraron los contratos del Ministerio de Educación con las dos escuelas municipales que existían en la ciudad, así que entré a ocupar este cargo", enfatiza. Poco tiempo en la tropa, pero las obligaciones directivas lo empezaron a llamar desde el inicio, variando su carrera bomberil entre diversos puestos operativos y administrativos.

-¿Cómo ha sido este trayecto cargado de responsabilidades?

-Me motiva asumir responsabilidades que he matizado con el tiempo, como secretario, ayudante general de comandancia, director de compañía, comandante. Desde 1990 soy instructor de la Academia Nacional de Bomberos, dos años después que se creara en Santiago. Ahora llevo cuatro años como superintendente y empiezo mi segundo período como presidente regional.

hitos

-Desde el plano operativo, ¿cuáles han sido las emergencias que más lo marcaron?

-Está el incendio de la Feria Municipal de Ancud, primero un amago, luego el siniestro completo que la arrasó y luego el que ocurrió en el segundo nivel. También está el incendio del Gimnasio Municipal, que fue histórico el '85. Recién ingresado era pitonero de un caro Nissan, trabajamos toda la noche. Desde un pozo cercano, el inspector general Eduardo Keller alimentaba la máquina para que no fallara el agua y evitar que el fuego alcanzara a los vecinos.

Otro grande, el que ocurrió entre (calles) Libertad con Pudeto. Fue en los '90 y se fueron varios negocios, partió en una librería y tomó también varias casas.

-¿Toda esta experiencia ayudó al asumir cargos administrativos?

-Es una ventaja tener capacitación y conocimiento del lado operativo, ya que nos permite conocer la mejor forma de utilizar y priorizar los recursos. En algunos cuerpos de Bomberos se ve que los oficiales que no tienen el recorrido operativo, les cuesta tomar decisiones y elegir los equipos más adecuados.

-¿Y este recorrido ayudó a fortalecer el Consejo Provincial de Bomberos?

-Existe alegría de recuperar este consejo después de 20 años, que era el único nexo con la Junta Nacional. Decayó en su momento con la sede regional que resolvía todo y no pasaba nada por la provincia. El consejo había bajado su frecuencia de reuniones, antes preferían ir directamente a la regional. Hoy, pese a no tener sede, estamos cobrando fuerza.

Necesidades

-En este tiempo como presidente de la instancia, ¿cuáles son los requerimientos más urgentes en Chiloé?

-Por un lado, la capacitación que viene a través de puntos de financiamiento provenientes de la red de instructores de la Academia Nacional de Bomberos; mientras que por otro está el equipamiento, que es vital en la provincia. La mayoría de los cuerpos locales deben luchar para renovar material mayor y equipo menor. En Ancud esperamos contar con dos carros por unidad, pero siempre se necesita más apoyo, ya que casi todo se gestiona a través de la Junta Nacional de Bomberos.

-¿Han sentido el respaldo de los municipios insulares?

-Lo he dicho en diversos escenarios, tanto públicos como en reuniones de Bomberos, el tema de los "aportes" a Bomberos de repente no son bien mirados en esferas municipales, no es el caso de Ancud, a algunos municipios les cuesta entregar recursos a los bomberos, sabiendo que no son recursos a los voluntarios, sino que a la institución con el fin de contar con vehículos y equipamiento, infraestructura que permita servir de mejor forma a la comunidad. Es tarea y responsabilidad exclusiva de los municipios esto, nosotros somos voluntarios, autónomos, no empleados del Ministerio del Interior, por ello se necesitan los recursos.

-Y desde esferas nacionales, ¿sigue la distancia para potenciar la labor bomberil?

-El Estado de Chile sigue en deuda con Bomberos, puesto que tiene que entregar todos los recursos que permitan funcionar hoy día, más con la nueva ley marco.

A cada uno de los cuerpos de bomberos se les pide una serie de información, registros, informes, pero quién hace ese trabajo, en qué horario y además se ponen estos elementos como requisitos para optar a un crédito o un proyecto. El voluntariado se hace fuera del horario laboral, en tiempo libre y no siempre se puede estar al mismo ritmo que la normativa exige. Entiendo que el Ministerio del Interior ponga ese requisito pero no tenemos empleados para eso.

Necesitamos apoyo administrativo que implica rentas y gastos que no todos los cuerpos de bomberos pueden asumir.

-¿La ley marco ayudará a sustentar recursos o implica más burocracia?

Esta normativa asegura un recurso estatal en la glosa presupuestaria de la nación, ese es el punto clave, pero todo el sistema contable gubernamental lo debe desarrollar con Bomberos. Sin embargo, existen algunos con capacitación y título, pero hay otros donde de pronto un directivo bomberil puede tener cuarto básico. Entonces, no se pueden pedir estos trámites, se requiere calificación de personal para cubrir toda esta burocracia, por eso se generan cuellos de botella que se deben solucionar.

-A pesar de estas barreras que se tornan más grandes en la provincia, ¿existe confianza en potenciar la institución?

-Pese a las faltas o carencias del Estado, también se abren posibilidades a través de la dinámica de los proyecto. Se requiere más empeño de parte de los cuerpos de bomberos, algunos han ofrecido ayuda, somos muy solidarios para apoyar a sacar adelante estas iniciativas. Esa es la impronta del consejo provincial y nuestro desafío en los próximos años, buscar soluciones en conjunto.

"A algunos municipios les cuesta entregar recursos a los bomberos.

"El voluntariado se hace fuera del horario laboral, en tiempo libre.

33 años de servicio de los 55 de vida lleva el oficial de los 'caballeros del fuego'.

"

"

"

"