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Feligreses celebraron la Pascua de Resurrección pidiendo valor por la vida

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Nelson Soto Asencio

Los católicos festejaron ayer la Resurrección de Jesús a lo largo y ancho de la zona, siendo la misa principal la realizada en la Catedral dirigida por el obispo de la Diócesis San Carlos de Ancud, monseñor Juan María Agurto.

Según explicó el prelado, Cristo triunfó sobre la muerte y con esto abrió las puertas del cielo a los cristianos. "Celebrar a Jesús resucitado nos permite reavivar la fe y la esperanza y es lo que hemos buscado durante estos días de Semana Santa", dijo.

En la eucaristía se pidió por las personas que sufrieron los recientes atentados terroristas en Bélgica. "Cada año es una oportunidad para acoger este gran regalo de Jesucristo resucitado donde se superan los miedos y se supera las muertes que nos asechan por tantos lugares y tantas situaciones como escuchamos siempre por las noticias", mencionó.

Agregó el jefe de la Iglesia Católica en Chiloé, Palena y las Guaitecas que "hay alguien que puede transformar todo aquello que parece imposible cuando se destruyen familias por femicidios o por cuestiones que pasan a nivel como las bombas".

Recordó el religioso que con Cristo resucitado los esfuerzos que se hacen como dar la vida por otros "no se pierden, sino que se multiplican en Dios" y que su institución defiende "con fuerza la vida y la familia para construir mundo mejor".

Ley de aborto

Juan María Aburto dijo que se plantea que hay abortos clandestinos, pero que no se puede permitir que se haga en forma legal: "Creemos que no es la manera esta Ley de Aborto que es proabortiva permitiendo a las personas tomar la decisión de quitar la vida a un ser humano, creo que nadie tiene derecho el hacerlo. Aunque uno sea muy malo, esté hecho pedazo o no venga completo, no tenemos que meter las manos en el vientre de una madre ilegalmente", sentenció el prelado.

27 marzo fue la fecha que este año el calendario fijó para el Domingo Pascual.

Secretario ejecutivo renuncia a la Fundación Amigos de las Iglesias

Durante su gestión se realizaron restauraciones globales a los templos de Rilán, Nercón, Dalcahue y Chelín.
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Nelson Soto Asencio

El comunicador audiovisual Cristian Larrère Wörner presentó su renuncia como secretario ejecutivo de la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé (Faich) después de 6 años de trabajo, esgrimiendo que se embarcará en otros proyectos personales.

El profesional manifestó que el balance es positivo porque se concretó la restauración de varias edificaciones religiosas en la provincia y porque, según él, se hizo una proyección y limpieza de imagen de la entidad, argumentando que a su llegada -el 2009- existían dificultades con el equipo que trabajaba en su momento.

"Mi gestión primero fue abrir al turismo y a la comunidad. Poder transparentar todo, que no hubiera ningún tipo de mal uso de los recursos y sobre todo mejorar la contabilidad e integrar un sistema contable administrativo eficiente. A partir de eso, rearticulizar los lazos y las relaciones de la fundación con el Gobierno e instituciones extranjeras para poder volver a restaurar, que era lo urgente sobre las iglesias más deterioradas", señaló Larrère.

Sumó la misma fuente que se terminaron procesos ya iniciados en los templos de Quinchao, Tenaún y Aldachildo y que se logró gestionar y ejecutar recursos importantes para realizar reparaciones completas en las iglesias de Rilán, Nercón, Dalcahue y Chelín con un monto de cinco mil millones de pesos.

De acuerdo al mismo, la Faich nunca antes había abordado restauraciones de esa magnitud, con dos cuadrillas de carpinteros y más de 50 personas trabajando.

Añadió que en lo administrativo quedan "las cuentas claras", aseverando que fueron fiscalizadas por la Contraloría y que se entregaron rendiciones mensuales que fueron aprobadas.

"En la actualidad los criterios del Gobierno para invertir en restauraciones han cambiado, solo se refiere a etapas de estudio que no han empezado; por lo tanto, creemos que no antes de dos o tres años la fundación o alguna institución podrá volver a retomar el proceso de restauración", lamentó el saliente funcionario de la entidad dependiente del Obispado de Ancud.

Proceso

Recordó que la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé está en el proceso de velar por la administración, el monitoreo de los sitios patrimoniales y el cuidado de lo intangible.

"Conversé con el obispo (Juan María Agurto), presenté mi renuncia hace algunas semanas para poder dedicarme a otros proyectos que también llaman mi atención. La normalización de la fundación ya se logró", sentenció Larrère.

Aburto

El obispo Juan María Agurto expresó su preocupación porque a corto plazo no se ven restauraciones en las iglesias de Chiloé. "Esta labor extraordinaria que la fundación ha estado haciendo vamos a tener que suspenderla, no sabemos hasta cuándo. Las iglesias hay que seguirlas cuidando, es un patrimonio no de la Iglesia Católica, sino de la humanidad", apuntó.

Sumó que para seguir con la iniciativa se necesita del aporte de todos los chilenos.