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Marea Roja causó fuerte caída en venta de mariscos en Chiloé

El balance fue tildado como uno de los peores períodos en Semana Santa que se hayan registrado en los últimos años. Los locatarios acusaron una negativa propaganda que repercutió en una caída de un 50% en la comercialización.
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Luis Contreras y Nelson Soto

Una caída del orden del 50% tuvieron las ventas de mariscos en la Feria Provisoria de calle Lillo tras el desarrollo de Semana Santa en Castro. Un índice que se repitió en el norte de la Isla, mientras que en Quellón el cierre de centros de cultivo por la marea roja, produjo una casi nula comercialización.

Este fenómeno respondió a la desconfianza que ha generado en la población consumidora la presencia del veneno paralizante en los mariscos, que se sitúa desde isla Lemuy al sur de la provincia.

En la capital chilota y pese a la fuerte campaña de difusión que instaba al consumo de mariscos visados por la Autoridad Sanitaria, los locatarios del principal centro comercial sintieron los efectos.

"Este año estuvieron súper bajas las ventas en comparación con otros años, este año se vendió el 50%" dijo la comerciante castreña y dueña del puesto "La Mamurry", Flor Remolcoy.

Una sensación similar por el resultado de las bajas ventas, sobre todo en el reciente fin de semana, entregó Soledad Bruning al calificar la situación como "amarga, muy amarga, este año hubo muy poca venta de pescados y mariscos por la misma mala propaganda de la marea roja".

La trabajadora recordó que sus asociados prepararon hasta un gran curanto en los días previos a Semana Santa y que invitaban a la población a adquirir y consumir mariscos con toda confianza.

"Se hizo todo para que la gente viera que no había marea roja y de todo el tiempo que se vendió pescado", apuntó la castreña.

La propietaria del puesto N°19, Maruja Raín, admitió que en abril de 2015 las ventas de sus productos pesqueros estuvieron mejor debido a la ausencia del fenómeno de la marea roja en el sur de la Isla de Chiloé.

Explicó que "el año pasado estuvo mejor ya que ahora estuvo presente la marea roja", agregando que hubo clientes que decidieron comprar productos basados en la confianza y la certificación de los productos en venta.

Las comerciantes revelaron a su paso la disminución de clientela en la Feria Provisoria de la calle Lillo, que espera un repunte en sus ventas y el término del fenómeno de la marea roja en aquellas zonas que se mantienen cerradas por la autoridad de salud.

DECEPCIóN

Un panorama de decepción similar al de la capital insular reinaba entre los locatarios del Mercado Municipal y la Feria Rural de Ancud debido a las bajas ventas de sus productos.

La desazón era peor considerando que el territorio del sector norte que comprende Quemchi y Ancud se encuentra exento de la resolución sanitaria que prohíbe la extracción de mariscos.

A pesar de contar con todas las condiciones y autorizaciones sanitarias los ancuditanos expresaron que las ventas decrecieron entre un 50 y 60 por ciento en comparación al año anterior, a pesar que el alza no fue más allá de los 200 pesos por kilo de producto bivalvo.

El público consumidor igual sintió el impacto que genera el fantasma ocasionado por el fenómeno de marea roja en el extremo sur de la provincia. Según la versión de los propios afectados la gente optó por consumir pescadores y mariscos en los restoranes.

"Estuvo muy mala la venta. El día jueves ya lo vimos, decían que tenía marea roja, incluso hasta el pescado. A mi me sacaron un parte por los pejerreyes y merluza, la gente tuvo miedo y no vendí nada. Incluso me quedan pescados, solo saqué para pagar lo que adquirí", indicó el comerciante Juan Calbullanca.

Quellon

En tanto, prácticamente nulas fueron las ventas de mariscos en Quellón debido al fenómeno de marea roja. Un problema que golpea a la actividad económica del puerto y que lo reflejó la comerciante María Llancalahuén de la Feria Artesanal Llauquil.

"No pudimos vender, vivimos en Yaldad y resulta que cerraron las áreas y no pudimos hacer nada, mientras no se levanten las áreas no se vende nada", dijo. Evocó que la última vez que el fenómeno azotó el sur de la Isla fue hace unos 12 años provocando los mismos estragos en la actividad productiva y económica.

Admitió que si bien algunas muestras han arrojado niveles bajos aún el decreto sanitario prohíbe la explotación de recursos bivalvos.

"Este año estuvieron súper bajas las ventas en comparación con otros años".

Flor Remolcoy,, comerciante de la Feria Provisoria de calle Lillo.


Flor Remolcoy comerciante castreña

"Decidimos no comprar, no invertir si íbamos a botar la mercadería igual por este problema de la marea roja que nos afectó".


Soledad Bruning feriante de calle Lillo

"La propaganda fue mal hecha y era que como todo Chiloé tenía marea roja, acá en la feria cuando nos compraron no hubo intoxicados".


Carlos Paillaleve vendedor de Ancud

"Estuvo bastante malo, hubo poca afluencia de público, la gente compró muy poco y bajó un 50% de lo que vendimos el año pasado".


Paola Quelín locataria de Castro

"Estuvo lento porque la gente no tenía mucho conocimiento y aún pensaba que la marea roja afectaba también a los pescados".

YALDAD

Una veintena de pequeños mitilicultores quelloninos revisarán este martes la crisis por la cual atraviesan en Quellón. Horacio Blanco, productor de esta localidad manifestó que la asamblea permitirá revisar el panorama y cómo su sector se ve afectado en desmedro de las grandes industrias. La marea roja y sus efectos en el puerto quellonino será tratada en un encuentro que ha sido planificado a las 15 horas en la sede social de la comunidad de Yaldad.

"Estuvo muy mala la venta, el día jueves ya lo vimos, decían que tenía marea roja".

Juan Calbullanca,, locatario de la Feria Rural de Ancud.