Violencia intrafamiliar: las otras víctimas
En nuestra región y en el país en general, cuando encontramos en la prensa información sobre violencia intrafamiliar (VIF) no podemos no empatizar con la víctima y condenar al victimario. No imagino a alguien justificando en el Chile de hoy, la violencia física o psicológica contra las mujeres, y hasta hablamos de una cifra negra de hombres que también son víctimas silenciosas de violencia de parte de sus parejas.
La violencia intrafamiliar debe ser considerada una situación con multiplicidad de víctimas, directas e indirectas, ya sea en su más grave expresión, como lo es el femicidio, o en la descomposición familiar producto de la violencia sicológica. Y así como este fenómeno tiene multiplicidad de víctimas, tiene también multiplicidad de factores basales y por lo mismo requiere la acción intersectorial del Estado. Requiere que seamos capaces de ver más allá de la víctima directa y actuar también en la protección y defensa de esas otras víctimas, las invisibles, las que no son noticia.
Desde 2010 a la fecha, la cifra de las y los niños testigos de VIF o víctimas de maltrato que ingresaron a la red de Sename se incrementó en un 38,8%, principalmente debido al fuerte trabajo realizado por visibilizar el maltrato e incentivar la denuncia. Sin embargo, aún debemos trabajar intersectorialmente la prevención, para disminuir su ocurrencia y sobre todo evitar el daño a las niñas y niños de nuestra región.
En Sename estamos empeñados en visibilizar a esos cientos de niños y niñas que cada año ingresan a nuestros programas; queremos que la sociedad se comprometa, que cada padre, madre, vecino, autoridad, entienda lo profundo del daño que genera la violencia en nuestros niños y niñas, y que nos comprometamos con su protección y cuidado, no solo para reparar el daño, sino sobre todo para evitar que este ocurra.
Columna
Pamela Soto,, directora regional del Sename