Una molestia diaria en Castro es el alto costo del estacionamiento de vehículos. No se entiende, porque la diferencia con otras ciudades es enorme. Ejemplos son Puerto Varas y Ancud, donde es mucho más barato.

Un alcalde el año pasado me dijo: "No entiendo a algunos colegas que parece que están a favor de estas empresas en desmedro de su gente". Lo quedé pensado y me entró la gran duda. ¿Es normal la concesión de 35 años que hay aquí y que los usuarios tengamos los parquímetros más caros de Chile, con prácticamente 0 riesgo para la concesionaria, la que paga un mínimo al municipio, con malas condiciones laborales de sus trabajadores y estos viven temiendo el despido?

La empresa no instaló estacionamientos subterráneos. Si no cumplió, ¿Por qué se le daría más plazo? ¿Tiene lógica?

Calculo que en promedio una persona radicada en Castro gasta mínimo 100 mil pesos mensuales por parquímetros. Claro, hay algunas autoridades que pagan 0 peso.

No voy a tocar eventuales casos de corrupción que han tenido estas empresas en municipios de Chile. Tienen un monopolio que molesta. Una vez una autoridad me dijo "sé serio en este tema y no seas populista, porque no hay alternativa". Es increíble. A mí juicio, el Estado debe regular la problemática.

Felicito a Frutillar que entregó el cobro en el verano a la importante institución de Bomberos.

Hoy la molestia ciudadana en nuestra capital provincial sigue, más aún cuando es algo que no sale al debate público. Vendrán elecciones y habrá candidatos que prometerán "igualdad y comunas amigables", pero ¿y este problema?