Secciones

Ángeles comparten sus sonrisas con la comunidad ancuditana

Institución de enseñanza especial refuerza su acción educativa con aciones que vinculan al alumnado con el resto de los vecinos de la ciudad del norte de la Isla.
E-mail Compartir

César Cárdenas Ruiz

Proyectando la labor educativa más allá de la sala de clases, el Centro Educacional Sonrisa de Ángeles se esfuerza por resaltar su trabajo con personas con síndrome de Down en la comunidad ancuditana.

El establecimiento se benefició desde el año pasado con la construcción de invernaderos, cuya finalidad es impulsar la producción de alimentos para posteriormente ser comercializados. En este sentido Marta Alvarado, directora del plantel, detalló que "en (el curso) laboral 2 se trabaja con adultos, acá trabajamos con invernaderos, tenemos dos invernaderos donde hemos sembrado hierbas medicinales y aromáticas y hortalizas, en este momento estamos vendiendo las hortalizas en la Feria Municipal".

Otros de los orgullos es su participación en el Festival de Teatro Infantil que tradicionalmente cada año realiza la Agrupación Cultural Centro Femenino Austral 78, con el apoyo de la Corporación Cultural Municipal.

"Con ellos ha sido un gran desafío porque ellos no tienen lenguaje, entonces hacer una obra de teatro de 45 minutos más o menos es como bien complicado, la primera obra que presentamos se llamaba 'El bosque' que daba un mensaje de inclusión de los niños con discapacidad a la sociedad y el año pasado presentamos 'La Pérgola de las Flores' que también tuvo mucho éxito; este año estamos preparando una obra que se llama el 'El huerto', relacionando con lo que estamos desarrollando día a día en nuestro trabajo", esgrimió.

Son muchas las personas que diariamente cooperan con esta institución, mediante una serie de actividades, dependiendo la fecha del año. Es el caso de Pamela Maldonado, trabajadora social, quien siempre que hay algún tipo de celebración se hace presente con disfraces, juegos o bailes para el deleite de los niños, jóvenes y adultos de este centro.

"La experiencia de trabajar voluntariamente con este centro educacional ha sido muy enriquecedora tanto en lo personal como en lo profesional, ya que logramos aportar en las estimulaciones recreativas de los niños y jóvenes, así como también crear conciencia en la ciudadanía acerca de la inclusión que hoy en día es un tema pendiente, y que esperamos ser un aporte constante para poder trabajar esta temática", expresó.

En lo netamente académico, la entidad cuenta con programas de intervención temprana, que buscan brindar la estimulación y el apoyo requerido en las áreas de motricidad gruesa, desarrollo del lenguaje, desarrollo auditivo, visual y táctil a los niños con síndrome de Down desde los primeros meses de vida.

Fue en 1996 el año en que fue creada la Agrupación Centro de Niños con Síndrome de Down de Ancud, presidida por la profesora Mariela Troncoso, la que un par de años después, consiguió un terreno en calle Huaihuén, detrás del Estadio Municipal Joel Fritz, lugar donde actualmente funciona.

Orígenes

Sonrisas de Ángeles es una Institución sin fines de lucro que nació el 2013, siendo constituida en aquella oportunidad por un grupo de cinco integrantes que formaron una sociedad con el objetivo común de darle de otorgar a estos menores una oportunidad de desarrollo individual de calidad, programas de salud con terapias especializadas y un sistema de educación especial que responde a sus necesidades, algo que individualmente les sería muy complicado, dado el alto costo que esto implica.

Gracias a un aporte equivalente a los 30 millones de pesos que aprobó el Fondo Social Presidente de la República, se pudo ejecutar el proyecto de una escuela-taller para el Centro de Niños Sonrisas de Ángeles emplazado en villa Las Araucarias. Los recursos financiaron la construcción de salas de clases, las cuales quedaron completamente habilitadas para el desarrollo de talleres y un programa de atención pedagógico innovador en la comuna del Pudeto.

La prioridad fue visualizar a pequeños y jóvenes e incluso adultos con síndrome de Down que estaban en sus casas sin ninguna posibilidad de desarrollo o actividades que respondieran a su edad, por lo cual se inició como un centro de capacitación laboral. Después de muchos esfuerzos, el día 1 de abril de hace tres años comenzó a funcionar el proyecto de la Escuela. Desde entonces se comenzó a potenciar a los alumnos mediante el desarrollo de sus destrezas básicas, instruyéndolos en trabajos técnicos que les sirvan para incluirse en el mundo laboral.

Mariela Troncoso, directora, recalca que son cuatro diferentes cursos que aquí funcionan: prebásico, básicos, laboral 1 y 2). "Acá tenemos básico y prebásico, este último es como la parte parvularia, pero por la edad intelectual que ellos tienen están hasta como los 6 o 7 años en prebásico, también tenemos básico 1, 2 y 3, todo depende del nivel de preparación que ellos tienen, acá en básico las edades son de entre 9 y 13 años", manifestó. Además, se encuentra el nivel laboral 2, donde se trabaja con adultos.

"Contamos con una matrícula de 18 alumnos entre niños, jóvenes y adultos que tienen hasta los 56 años, ellos están en clases, por ejemplo en el curso laboral 1 ellos aquí cocinan, ellos usan las dependencias del colegio, están todos con su ropa especial porque ellos van a hacer una comida y después la llevan a vender a las afueras del Consultorio Manuel Ferreira, ellos preparan hamburguesas con soya", reconoció.

Junto con esto la docente comentó que "después tenemos el nivel prebásico, aquí solamente hay una profesora porque es solamente un niño, hay otros profesores que tienen auxiliares de sala, contamos también con una fonoaudióloga que está permanentemente".

Con el espíritu de hacer realidad la equidad e inclusión escolar y laboral de las personas con síndrome de Down, la escuela a través de su modelo de trabajo permite a los estudiantes con esta condición beneficiarse con los programas iniciales de intervención temprana y capacitación preescolar, dar continuidad a esta primera etapa con un programa de educación primaria regular e inclusivo con homologación de estudios o seguir con el mantenimiento de destrezas adquiridas, según su capacidad de aprendizaje.

En este sentido, Alvarado sostuvo que "las puertas están abiertas para todos los interesados, allí los niños reciben una atención inclusiva, hay docentes que tienen dos o tres alumnos, pero que les ofrecen todo la gama de conocimientos y habilidades, es un trabajo totalmente personalizado y permanente de acuerdo a sus capacidades, de acuerdo al niño, eso es importante de destacar".

"Contamos con una matrícula de 18 alumnos entre niños, jóvenes y adultos".

Marta Alvarado,, directora del Centro Educacional Sonrisa de Ángeles.

Aniversario

El presente mes esta institución, en su formato de escuela, celebra su aniversario número cuatro con diversas actividades. Entre ellas destaca una multitudinaria caravana por las calles de la ciudad y una batucada en Plaza de Armas, donde el plantel contará con la compañía del Colegio Chiloé el próximo 29 de abril.