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Fuego infernal arrasa locales y amenaza iglesia patrimonial

En pleno corazón de Castro se produjo el incendio que redujo a escombros la multitienda Dimarsa y la Farmacia Cruz Verde. El siniestro fue considerado uno de los más voraces de los últimos 20 años en la capital chilota.
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Pedro Bárcena González

En lo que constituye uno de los incendios más voraces de las últimas décadas en Castro, durante la jornada de ayer las llamas consumieron por completo Dimarsa y la Farmacia Cruz Verde, en pleno corazón de la ciudad. Verdaderas lenguas de fuego no solo causaron pérdidas materiales de varios millones de dólares, sino que también amenazaron con extenderse a la Iglesia San Francisco, Patrimonio de la Humanidad.

La emergencia comenzó a quedar en evidencia alrededor de las 8.30 horas de este jueves, cuando una densa humareda se apoderó de la multitienda. Desde su bodega se extendió el humo tóxico que ascendió los otros niveles del edificio emplazado en calle San Martín, obligando la intervención de Bomberos. Sin embargo, desde el primer minuto los voluntarios empezaron a encontrar barreras a su labor.

Inexplicablemente y revelando una total ausencia de protocolos de alerta, solo se constituyó personal de la empresa a las 9.08 para abrir las rejas principales y facilitar el ingreso de los efectivos bomberiles, en los instantes en que ya estaban empleando galleteras y otras herramientas para acceder al inmueble. Es más, las alarmas internas sonaron por más de 50 minutos antes que se abrieran las puertas.

Ventilación

En ese momento, las llamas y el humo estaban confinados en la estructura cerrada. Entonces, la ventilación se inició en el frontis y el ataque se concentró al apoyo del carro telescópico, que a través de su escalera de 30 metros pudo explorar el punto exacto para iniciar el despliegue del agua e impedir una explosión de humo que pudiese afectar a un voluntario.

Otro obstáculo a las maniobras se enfocó en la imposibilidad de acceso a otra bodega con material combustible en su interior. Los regentes de la multitienda no tenían copia de llaves, por lo que los voluntarios debieron emplear nuevamente herramientas para cortar la puerta metálica, tardando más de 30 minutos para tener un acceso expedito.

Ya a esa altura el humo emanaba por todos los sectores de la construcción de cuatro niveles y a las 10 horas comenzaron a ser visibles los efectos del siniestro en la farmacia aledaña. Bomberos en los techos, decenas de líneas de aguas y arriesgadas acciones al interior de los edificios se convirtieron en la escena de esta emergencia, hasta que aparecieron las voraces llamas.

Literalmente, la sucursal Cruz Verde reventó. El fuego se propagó rápidamente generando mayor preocupación a los vecinos que temían que los alcances destructivos de lo que veían llegaran hasta sus locales comerciales, hogares y la iglesia, distante a menos de 20 metros del foco principal.

"Estamos todos atentos y alarmados", indicaba en ese instante el padre Pedro Cisternas, vicario parroquial que observó desde su génesis este incendio. Incluso, advirtió que ante la extensión de las llamas "debe mojarse el templo, puesto que su madera antigua puede sufrir rápidamente las consecuencias del calor". Una inquietud que fue rápidamente abordada por Bomberos.

Con el paso de los minutos, los efectos del dantesco siniestro se hicieron casi insostenibles. Por ello, el comandante Fabián Gallardo solicitó respaldo para enfrentar lo que calificó como uno de los incendios más grandes de los últimos 20 años.

Unidades de Bomberos de Chonchi y Dalcahue se trasladaron primeramente a la capital chilota a prestar apoyo. Posteriormente, la solicitud de ayuda fue generalizada.

Como especificó el oficial, "recibimos el apoyo de todos los cuerpos de Bomberos de la provincia que se pusieron a disposición ante la magnitud de la emergencia. Activé el protocolo que corresponde y llegaron todos los carros aljibes, ya que lo importante era no interrumpir el flujo de agua, en especial, ya que se nos secaron los pozos de la ciudad".

El suministro para el ataque de las llamas era vital y la contingencia obligaba este despliegue, considerando que los pozos subterráneos del centro que suman unos 100 mil litros se utilizaron en pocos minutos.

Bajo este escenario, se dispusieron dos piscinas -10 mil litros cada una- en calle Latorre para verter el agua y que fuera empleada por los carros bomba. Además, llegaron camiones particulares con este vital elemento para combatir el siniestro.

Después de unas seis horas de arduo trabajo, en el cual participaron más de 400 voluntarios bomberiles -hasta cadetes se sumaron al trabajo- el fuego pese no ser controlado o sofocado, quedó circunscrito a las dos tiendas, sin riesgo de propagación a estructuras colindantes. Es más, el propio comandante fue claro en señalar que "las llamas y últimos focos pueden tardar días en ser apagados por completo".

Lesionados

Las labores de los voluntarios continuaban hasta el cierre de la edición, con un saldo de dos efectivos lesionados -de la Segunda y Sexta unidades- que sufrieron una caída y un principio de asfixia. "Se prestó atención a uno de ellos y pese a tener complicaciones leves, fue remitido hasta el Hospital de Castro", enfatizó Gonzalo Baeza, jefe provincial del SAMU.

Junto con las maniobras focalizadas de Bomberos, se sumó el trabajo preliminar de peritos del Labocar de Carabineros, quienes alrededor de las 16 horas empezaron a efectuar las mediciones iniciales. Eso sí, se aguarda por la seguridad en la estructura para las pesquisas, lo que podría tardar días ante el colapso constante que sufre la estructura por la ferocidad del incendio que fue ampliamente reseñado en las redes sociales.

Explosión

Ejecutivos de Dimarsa observaron con angustia como las llamas arrasaron con esta tradicional multitienda. Según antecedentes entregados a Carabineros, dos obreros trabajaban en el lugar al momento del siniestro, quienes aseguran haber sentido una "explosión" antes del inicio de las llamas, en la parte posterior del edificio. Ambos tenían salida por un acceso de bodega en calle Latorre.

"Se mostró la valentía de los bomberos que no escatimaron esfuerzos para controlar este incendio".

Fabián Gallardo, comandante de Bomberos

400 voluntarios de Bomberos se desplegaron durante la jornada.