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Falta de harina, frutas y carne complica a chilotes por paro

Ancuditanos tienen la esperanza que el conflicto termine para que la comuna se abastezca de víveres.
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Nelson Soto Asencio

La falta de alimentos como carne, frutas, harina y legumbres tiene complicados a los ancuditanos que requieren estos productos, incluso haciendo filas en algunos locales.

Las cadenas de supermercados de esta ciudad recibieron hace poco abastecimiento de harina y algunos víveres, pero aun así son pocos los abarrotes para la venta al público.

Otro de los productos más buscados son frutas y verduras, que en la práctica solo se encuentra en comercio informal. Los precios se fueron a las nubes: el kilo de tomates de 1.200 pesos subió a $2.000, la lechuga de 500 pasó a mil, el zapallo de $300 a $1.000.

El problema de desabastecimiento también obligó a varias fruterías a cerrar sus puertas.

La isleña Mirta Igor, proveniente de Guabún, expresó su malestar por el escasez de víveres y por la alza de precios de ambulantes.

"Pasé por calle Dieciocho y hay gente vendiendo verduras y frutas. Cuatro tomates 2.000 mil pesos, un pedacito de zapallo que con suerte alcanza para una comida mil pesos, una mata de lechuga 1.500 pesos. Yo le pregunté '¿por qué tan caro?'. Me dijeron que por culpa de los pescadores", sostuvo.

Sumó la misma fuente que respalda a la gente de mar en el paro y que esta situación no da derecho a subir los precios. "Nosotros no tenemos la culpa que vengan a estafar a la gente, la idea es ayudarnos. Hago un llamado a la gente a que no compre estos productos y vaya a la Feria (Municipal), allí hay de todo. No boten su plata", insistió.

En el supermercado Unimarc ciertas estanterías ayer se veían vacías y se esperaba que el tema de los pescadores se solucionara para que ingresaran camiones con abastecimiento. Desde la gerencia del establecimiento descartaron que haya despidos.

Por su parte, la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas de Ancud, Adriana Gallardo, criticó a quienes abusan subiendo los precios de los productos y pidió que se siga apoyando a los artesanales.

"Esta situación aprieta pero no ahorca, creo que la comunidad debe tener comprensión porque son más de 10 mil personas que están damnificadas. Está bien que todos quieran ganar el algún momento, incluso hubo noticias de abuso en la locomoción colectiva y no es bueno aprovecharse porque aquí todos nos conocemos", acotó.

La dirigenta añadió que hay personas que han transportados productos en forma particular, pero que eso no les da derecho a venderlos más caros.

"Nosotros debemos ayudarnos y no como se dice 'crucificarnos', esto en algún momento va a culminar y la gente va a vivir en la normalidad, por eso debemos ayudarnos", insistió.

Además, nuevamente ayer se apreciaron grandes filas de peatones y vehículos esperando comprar combustible en la única estación de servicio a la que llegó hidrocarburo el domingo: la Copec.

"Esto es un abuso y nosotros debemos ayudarnos y no crucificarnos".

Adriana Gallardo, presidenta, de la Unión Comunal de, JJ.VV. Urbanas de Ancud.

Inquietud entre trabajadores del salmón por eventuales despidos

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Su preocupación expresaron unos 250 trabajadores de la empresa salmonera Cermaq de la comuna de Ancud, quienes ya llevan 15 días sin trabajar y temen sean despedidos a fin de mes.

Rolando Solís, presidente del sindicato de trabajadores, sostuvo que ayer se realizó una reunión en el Teatro Municipal para conocer los alcances que ha tenido para ellos el paro.

"Todo el mundo se ha preocupado de los pescadores, pero nadie se ha preocupado de los trabajadores que están al otro lado del puente. Tanto para nosotros como la empresa Cataluña estamos complicados con esta situación", sostuvo.

Sumó la misma fuente que se citó al gerente de su compañía, quien les habría informado que por este mes no se despedirá a empleados, a pesar que no se están cumpliendo con los pedidos al extranjero.

"Hay preocupación de la gente qué va a pasar a fin de mes, hemos hablado con los pescadores para pasar y ellos nos dijeron que no, porque era peligroso para la gente porque se sembró un odio hacia las salmoneras y nosotros no tenemos culpa, somos trabajadores igual que ellos", indicó Solís.

Por su parte, la secretaria del sindicato, Carmen Maldonado, manifestó que "nosotras como mujeres igual nos sentimos perjudicadas. Obviamente, nosotros apoyamos a los pescadores, pero igual tenemos que ver nuestro trabajo".