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Experto analiza la grave crisis social que afecta a la provincia

Francisco Castañeda entrega una visión detallada de lo sucedido en Chiloé y también menciona algunas líneas de acción que deberían ser consideradas para poder emerger de este profundo pozo que afecta a los hombres de mar insulares.
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Carolina Larenas Faúndez

A poco más de una semana del fin del largo bloqueo de rutas que protagonizaron pescadores de la provincia en demanda a una respuesta real a los efectos que provoca en su actividad productiva la presencia de la marea roja, los análisis del porqué de la crisis social continúan.

Ya no solo se trata de un solo sector sino que de las políticas que no se han generado en la zona y que ha potenciado que Chiloé depende de algunas áreas productivas: la pesca y la acuicultura que cuando sufren problemas repercuten en todo el resto de la cadena.

Miles de pescadores artesanales chilotes no han podido trabajar por meses, a lo que se suman los despidos de trabajadores de la industria del salmón y los mitílidos, junto con los problemas que enfrentan las micro, pequeñas y medianas empresas tras casi 20 días de paralización y que eventualmente podría sufrir falta de liquidez, potenciando la crisis social en la zona.

Proceso

Para el profesor de la Universidad de Santiago, Francisco Castañeda, si bien el problema explotó con la presencia de la marea roja se trata de un proceso que se venía gestando desde hace ya algún tiempo, lo que hizo que los petitorios de las organizaciones fueran más allá del ámbito económico.

"Lo que deja al descubierto este problema importante, colosal, es que hay precariedades sociales mucho más fuertes", enfatizó el director del magíster en Administración y Dirección de Empresas de la casa de estudios.

Junto con analizar la forma en la que las autoridades gubernamentales abordaron el conflicto que se extendió por 18 días, el economista entregó algunos criterios que se deberían considerar para diversificar la cadena productiva en la provincia.

"El Gobierno nos dice 'la verdad es que abordamos mal el problema porque al abordarlo mal se amplió el pliego de peticiones y si lo hubiésemos abordado mejor desde el principio no se habría ampliado el pliego', pero nadie realiza un pliego de peticiones de la nada, o sea eso estaba ahí latente, de alguna manera vivo y se hace realidad en el momento en que explota de este problema", expuso el profesional.

Asimismo, sostuvo que "creo que se habla mucho de la agenda de productividad en el economía, la agenda de la innovación y todo esto queda capturado o en alta tecnología o en modelos de negocios con altas economías de escalas concentrados en Santiago, en la élite económica, cultural y por qué no también política".

En este sentido, el experto agregó que "lo que yo sugeriría a las autoridades de este país es que todo el esfuerzo que hacen se intensificara más en el tejido empresarial y laboral que existe en Chiloé porque la solución perfecta no existe".

Clúster

Igualmente, Castañeda indicó que "en el primer Gobierno de (Michelle) Bachelet se diseñó una política de clúster que son un conjunto de empresas que tuvo resultados disímiles, el Gobierno de (Sebastián) Piñera en una lógica más de mercado la suspende y lo que Chile debería hacer en ese caso con Chiloé es decir: 'mira aquí hay un clúster que es más bien pequeño, pero que genera mucho movimiento en las comunidades y las agencias del Gobierno, con la impronta del Estado deberían mapear los sectores más críticos, cómo allegar recursos y cómo ir generando un desarrollo que sea distinto que solo depender de la gran industria salmonera".

Ello, añadió considerando que "cuando la industria salmonera crecía todo el mundo estaba contento, pese al daño medioambiental que había, pero ya cuando empieza la sobreproducción y la falta de autorregulación aparece todo eso y empiezan los problemas".

Dentro de esta lógica, el académico manifestó que "si tuviéramos una industria salmonera responsable, autorregulada, que no ejerce un lobby exagerado con el Gobierno y al mismo tiempo se potencian otros sectores como el agrícola, comercio o el industrial, se genera un desarrollo turístico de clase mundial mejor al que existe hoy en día dadas las bellezas que existen en Chiloé, entonces cuando venga una crisis la economía resistiría mejor".

Para el experto lo lamentable fue que se tuvo que llegar la situación de este nivel para que las autoridades reaccionaran, planteando al mismo tiempo una duda: "No estoy tan convencido que esos problemas sociales se van a resolver porque obviamente uno habla de la industria salmonera, pero la calidad del empleo es muy mala, la tasa de accidentabilidad, los problemas para la salud de las personas y los salarios diversos", acotó.

Además, la misma fuente enfatizó en que "yo no estoy diciendo que la industria salmonera se vaya, tal vez sí, lo tienen que definir los científicos, la comunidad como un todo, pero tienen que sí ejercerle regulaciones, no autorregulaciones, se tienen que generar instructivos de producción muchos más estrictos por parte de las autoridades pesqueras, aquí la autorregulación no existe, tiene que haber una regulación firme del Estado si quieren seguir aportando a la economía regional".

Imagen

De acuerdo a lo expresado por Castañeda, Chile podría mostrarle al país y al mundo que aquí en la zona se generó una política pública que iba a problemas locales, de pequeños empresarios, de pequeña escala.

El economista también piensa que las paralizaciones no impactarán negativamente a la imagen de Chiloé, sobre todo como destino turístico, ya que "la mayoría de los chilenos sabe que es una zona alejada que no cuenta con un interés prioritario para el Gobierno central, excepto en las situaciones de crisis como ahora y dicen 'vamos a armar una mesa de trabajo' y uno esperaría que la mesa de trabajo se hubiera formado hace 10 años".

Otro punto abordado por el economista son los problemas que enfrentan las pequeñas empresas tras las más de dos semanas sin poder producir, entregando un mecanismo que permitiría ayudarlas en este tiempo de crisis.

"Cuando estaba Piñera y hubo el terremoto, el ministro (Juan Andrés) Fontaine autorizó a todas las empresas involucradas en la zona, porque de alguna manera se paralizó la cadena de pagos, a un aplazamiento del pago de los crédito", afirmó.

En este punto, también puntualizó que existe el Fogape: Fondo de Garantía de Pequeño Empresario que avala un porcentaje importante del crédito para pequeñas empresas.

"Estas empresas van a caer en insolvencia producto de las paralizaciones, el Estado debería dar una ventana de oxígeno financiero y decir en dos meses o tres meses que estos créditos se reprogramen para que se paguen al final", advirtió el experto, sumando que "eso lo hace una máquina calculadora, no es imposible y evitan que estas empresas caigan en Dicom, caigan en una crisis más importante porque a la larga eso va a ser otro problema en una zona que ya tiene muchos problemas".

"Cuando la industria salmonera crecía todo el mundo estaba contento, pese al daño medioambiental".

Francisco Castañeda,, profesor de la Usach

"Lo que yo sugeriría a las autoridades de este país es que todo el esfuerzo que hacen se intensificara más en el tejido empresarial y laboral que existe en Chiloé porque la solución perfecta no existe".

Francisco Castañeda,, economista

18 días se prolongó la ocupación de los caminos de los hombres de mar.