En relación a su crónica del día 25 del presente, publicado en página 05 de su diario, quisiera señalar lo siguiente:
Producto de una riña en un bar durante un día domingo, dos docentes de un liceo de esta comuna mantienen una disputa que afectó su antigua relación personal. Esta situación, conocida por la comunidad y este empleador -quien ordenó sumario para dilucidar responsabilidades-, determinó que ello escapaba al ámbito del desempeño laboral y a las responsabilidades que estos tienen como profesionales de la educación y establecidas en el Estatuto Docente. Muestras de enemistad, como retiros de saludo, miradas de reojo, risitas por detrás u otras manifestaciones que puedan darse en más de cuarenta centros laborales entre casi mil trabajadores y profesionales de esta institución, no pueden estar sujetas a la responsabilidad de las jefaturas de una empresa o servicio. Si bien el Juzgado del Trabajo de Castro ha acogido la demanda rebuscada, creemos que no solo no se ajusta a derecho, sino que carece de toda perspectiva de realidad.
Su diario y las opiniones interesadas son presentadas como si esta resolución fuese definitiva y ésta una práctica permanente de esta institución, cuando la única práctica sostenida ha sido la de presentar denuncias como condenas y que cuando se emiten las absoluciones, ellas carecen de cobertura en su medio. Vuestra intensión manifiesta de pretender destruir la imagen, la institucionalidad y la gestión de esta corporación no hacen más que retratar la ética periodística y comunicacional de vuestra dirección, pues si fuese solo la intención de informar, esta habría tenido un tratamiento que dé cuenta de los elementos antes enunciados: que esta es una controversia jurídica a la cual le quedan muchas instancias de apelación, que es un caso que no afecta los procesos pedagógicos de un establecimiento escolar y que a nuestro parecer, sólo tiene implicancias privadas, personales, que solo afecta a los directamente involucrados. Es una demanda rebuscada que aspira a recursos de manera fácil desviando el objetivo de la verdadera pretensión.
Muy atentamente,
Carlos Delgado, secretario general,
Corp. Municipal de Castro