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Chacao y la batalla que se ganó sin llegar al enfrentamiento

Revelan tenso encuentro, sin llegar a la violencia, entre manifestantes que les impidieron a las Fuerzas Especiales de Carabineros desbloquear la entrada norte de Chiloé durante el extenso paro del mes pasado.
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Eduardo Burgos Sepúlveda

Luego de terminadas las manifestaciones de los pescadores artesanales de Chiloé y los 18 días de bloqueo de la provincia, más allá de los logros o cuestionamientos que se puedan desprender de los acuerdos firmados con el Gobierno, quedan varias historias en la memoria colectiva de quienes participaron de la protesta social más grande desarrollada en la provincia en los últimos siglos.

Dentro de los episodios más recordados y comentados entre quienes vivieron y quienes siguieron paso a paso lo que fue el levantamiento chilote por la defensa de su mar, están varias anécdotas respecto al gran contingente de fuerzas especiales de Carabineros que se instalaron en la Isla Grande desde las primeras horas de las movilizaciones.

Entre quienes estuvieron en las barricadas se manejan aspectos desconocidos para quienes no vivieron de cerca el movimiento social, sumándose entre otras historias algunas de preparación para hacer frente a eventuales piquetes de uniformados que pretendían desbloquear las rutas isleñas.

Casi todos los días crecía el rumor del avance de las Fuerzas Especiales (FF.EE.), sobre todo en el norte de la provincia, donde el paro cobró ribetes más altos de organización y radicalización en cuanto al bloqueo de los caminos, incluidos los transbordos en el Canal de Chacao, como punto principal del levantamiento popular.

Parte de esas historias tienen que ver con la organización de resistencia en varias de las barricadas en la comuna de Ancud, donde se incluían prácticas de enfrentamiento y coordinación.

Desde una de las trincheras ciudadanas, incluso existe la historia de un grupo de manifestantes que amparados en la oscuridad de la noche habría sorteado los cerros de Caracoles, atravesando hasta Pupelde, donde estaba uno de los campamentos de FF.EE., el que habrían atacado con una lluvia de piedras y luego huido del lugar sin ser repelidos por los uniformados a los que supuestamente despertaron abruptamente de sus sueños.

Las más de dos semanas de movilizaciones terminaron sin enfrentamientos físicos entre estos carabineros traídos desde el continente y quienes protestaban, sin embargo, el episodio más tenso de las historias con las Fuerzas Especiales fue el vivido en Chacao, donde dirigentes locales y de la pesca artesanal se encontraron frente a frente con un piquete policial que pretendía llegar hasta la villa de entrada a Chiloé, luego de un rápido y secreto descenso desde un helicóptero en un lugar cercano a la actual construcción del puente que uniría a la Isla Grande con el continente.

Frente a frente

"Esto sucedió pasado el mediodía", recuerda el presidente de la mesa de pescadores por la marea roja, Julio Cárdenas, quien fue uno de los protagonistas de este enfrentamiento pacífico el viernes 6 de mayo, cuyo registro en video ha tenido miles de visitas en las redes sociales, debido a los argumentos de quienes estuvieron cara a cara y a rostro descubierto frente al contingente especializado de Carabineros.

"Esto fue en el camino costero, donde bajaron en helicóptero en la carretera nueva, supuestamente para ir a la Tenencia de Chacao a quedarse ahí, pero se les cerró la pasada y al final se volvieron o se quedaron cerca del puente acampando, nunca supimos", agrega el dirigente, que advierte que este fue uno de los momentos más tensos de las protestas, ya que la irrupción de los policías era inminente y a la vez día a día se esperaba que así ocurriera. No obstante, la mayoría de las veces todo quedaba en el rumor.

Cárdenas cuenta que él estaba en las barricadas de Ancud cuando le llamaron desde Chacao pidiendo refuerzos por el aterrizaje de los uniformados, así que varios vehículos con manifestantes salieron a su encuentro, mientras los locales cerraban con nuevas barricadas los caminos hacia los embarcaderos.

"No fue un encuentro fuerte de palabras, pero les explicamos que al pueblo no podían entrar", suma la fuente, lo cual se corrobora en uno de los videos del encuentro, en el que presidente de la Junta de Vecinos de Villa Chacao, Andrés Ojeda, advierte de esto al jefe del piquete policial.

"En nuestro pueblo no están permitidas Fuerzas Especiales y es un acuerdo de nuestro pueblo, con Chiloé, con nuestros dirigentes, así que ustedes vean como quieran actuar, pero esa es la situación", fue la enérgica advertencia del líder comunitario al oficial a cargo del contingente, a lo que este respondió "no es como nosotros queramos actuar, que quede claro".

Más claro aún, Ojeda recalca que "nosotros no estamos acostumbrados a esto, pero por esta causa estamos dispuestos a todo, totalmente a todo, así que va a ser lamentable en caso de… y lo único que les pedimos es que con las mujeres y niños tengan cuidado". También se les subrayó a los visitantes que Chiloé estaba totalmente paralizado.

Ya antes, otro de los vecinos le exponía al jefe policial que "para nosotros ustedes son hermanos, son de nuestra familia y por culpa del gobierno de turno nos estamos enfrentando. Abajo hay mujeres y niños, y si ustedes llegan no nos vamos a desanimar".

Otro de los manifestantes les recriminaba el argumento de que querían llegar hasta la tenencia chacaína expresando que "si ustedes hubieran querido pasar lo hacen por la puerta ancha (…), porque aquí están entrando por el patio de nosotros".

A esto Ojeda les retrucaba que "para nosotros esto es prácticamente que vengan a sitiar Chacao", mientras tanto en otros puntos del norte de la provincia en las distintas barricadas aumentaba el nerviosismo y se preparaban ante un inminente choque con Fuerzas Especiales.

Junto con aseverar el presidente de la Junta de Vecinos de Chacao, al líder del piquete de Carabineros que los pobladores estaban organizados ante un eventual avance de sus tropas, le aconsejaba que no tenían por dónde hacerlo y que de insistir "lo único que va a hacer acá es una batalla campal, porque nosotros cuando ustedes estaban aterrizando pedimos ayuda a Ancud y ya tenemos más de 2 mil 500 personas en todos los puntos y si hacemos otro llamado llegan 2 mil personas más".

Antes de culminar, Ojeda sentenció que "si ustedes se quieren meter a los campos, los campos son nuestros y los conocemos súper bien e igual tenemos gente ahí", cerrando todas las posibilidades de avanzar a desbloquear la entrada a la Isla Grande y poniendo fin a una batalla que pudo ser, pero primaron el coraje y los argumentos de los chilotes defendiendo su tierra.

"Para nosotros esto es prácticamente que vengan a sitiar Chacao".

Andrés Ojeda,, presidente de la Junta de Vecinos de Chacao.

"No fue un encuentro fuerte de palabras, pero les explicamos que al pueblo no podían entrar".

Julio Cárdenas,, representante de la mesa pesquera de Ancud.