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Apoderados critican lentitud de reposición de escuela quemada

Recinto rural de Lliuco se redujo a escombros el 22 de noviembre de 2013 y los padres de los alumnos todavía esperan por el proyecto. Según el municipio, la iniciativa está siendo revisada en el Ministerio de Desarrollo Social.
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Carolina Larenas Faúndez

Hace dos años y seis meses la comunidad de Lliuco, en la comuna de Quemchi, debió enfrentar la tragedia de perder su escuela producto de un incendio y si bien se generó una alternativa de emergencia para que los menores de la localidad asistieran a clases, para los apoderados el tiempo que ha pasado sin contar con un proyecto para la reposición definitiva del establecimiento es demasiado.

Ello, ya que aseguran que los 15 contenedores que fueron instalados en un terreno aledaño a donde aún permanecen las ruinas del anterior inmueble, no cumplen con los requisitos para brindar educación de calidad a los 145 niños matriculados.

Con las mismas condiciones de hacinamiento, humedad e incluso frío deben trabajar los 23 funcionarios que se desempeñan en el establecimiento, incluyendo a los 10 profesores. Incluso, el diputado Alejandro Santana (RN) ofició al municipio de Quemchi, a la Intendencia y a la Subdere para solicitar la calendarización. También utilizó la hora de incidentes en la Cámara de Diputados para hacerlo.

Yohana Rodríguez, presidenta del Centro del Padres de la Escuela Rural de Lliuco, sostuvo que lo que ellos buscan como apoderados es que el proyecto marche lo más rápido posible para que se inicien los trabajos de construcción de la nueva escuela.

Lo anterior, no solo para devolver la dignidad a sus hijos y las personas que trabajan en el plantel municipalizado, sino que también con el inicio del proyecto se generarían puestos de trabajo, lo que permitiría enfrentar otro problema que afecta a la comunidad del sector: los efectos de la presencia de marea roja y la cesantía.

"Ha sido totalmente triste porque para la comunidad del sector se perdió una escuela que tenía muchos años, muchos recuerdos; entonces, vivir ese duelo es triste y se trató de hacer todo lo posible. En abril de 2014 nos entregaron los containers, asumimos todos que íbamos a pasar frío y todo, pero ya basta", afirmó la dirigenta.

En este sentido, la vecina comentó que "yo le digo a las autoridades que se preocupen de los niños, acá tenemos 147 niños y en este estado en que están estudiando no se lo recomiendo a nadie", sumando que "he visto a mi hija que está en segundo año cuando está estudiando la gotera le está cayendo, entonces todos los días los niños tienen que estar pasándose de frío".

"Abandonos". Así dice la presidenta del centro de padres se sienten los apoderados de la escuela tras lo que calificaron como lentos avances del proyecto de reposición del establecimiento.

"No solo abandonaron a los niños, también a los profesores, que no pueden hacer nada. En qué condiciones puede hacer clase un profesor que está muerto de frío, las condiciones son mínimas y viendo a sus niños prácticamente amontonados", relató la dirigenta.

Similar es la opinión de Irene Colipí, otra de las integrantes de la directiva del centro de padres, para quien ya no hay vuelta atrás a los años que han esperado por el proyecto, enfatizando que desde ahora en adelante lucharán con insistencia para que se haga realidad.

"Ahora ya nos cansamos y llegó la hora de presionar. El proyecto ya salió de Quemchi y está siendo revisado por una sectorialista para ver si hay que sacar algún detalle", puntualizó la tesorera de la agrupación.

Asimismo, mencionó que "al CORE tiene que pasar si no tiene ninguna observación y es ahí donde nosotros queremos estar para expresar nuestros sentimientos como comunidad escolar porque de verdad que es indignante cómo están los chiquititos".

Elizabeth Rivera es la secretaria del Centro de Padres y Apoderados de la Escuela de Lliuco, y para ella esta situación demuestra el poco compromiso de la autoridad y también el poco conocimiento de la comunidad para luchar en favor de los niños.

"Yo vengo de afuera, de Quillota, y pienso que esta situación es totalmente injusta para los niños, para los profesores y para los apoderados", expresó la vecina.

Director

Quien también espera que la iniciativa avance en todas las materias administrativas en el director del recinto, Orlando Miranda. "Es de esperar que cuando llegue el momento el proyecto se apruebe y que estén los dineros", puntualizó el docente.

A su vez, el alcalde de Quemchi, Luis Macías, indicó que "la Escuela Rural de Lliuco se encuentra en revisión en el Ministerio de Desarrollo Social, donde tienen 10 días hábiles para devolver el proyecto con o sin observaciones. De estar sin observaciones, el municipio tiene hasta el 30 de junio para la recomendación técnica y poder firmar el convenio con el Gobierno Regional, así poder licitar esta obra durante el 2016. De venir con observaciones, lógicamente esto tiene su retraso en los tiempos".

Igualmente, el edil de la Nueva Mayoría expuso que "hay que considerar además que el proyecto de reposición Escuela de Lliuco está visado por la Secreduc, donde el municipio contrató con presupuesto municipal el diseño con revisión independiente de arquitectura y estructural, estudios de ingeniería y especialidades del proyecto, por un monto de 90 millones de pesos".

"No solo abandonaron a los niños, también a los profesores que no pueden hacer nada".

Yohana Rodríguez,, presidenta del Centro de Padres, de la Escuela Rural de Lliuco.