Camila Infanta S.
Como la "peor masacre en la historia de EE.UU.", calificó ayer el FBI y el propio presidente Barack Obama, el ataque a una discoteque gay en Orlando, Florida, que dejó al menos 50 muertos y unos 53 heridos, algunos de extrema gravedad.
El hecho ocurrió en la madrugada de ayer cuando un hombre identificado como Omar Seddique Mateen disparó contra más de un centenar de personas, presuntamente por motivos homofóbicos. El joven fue abatido cerca de las 5 de la mañana por miembros de la policía.
Seddique Mateen, de 29 años, llegó al club nocturno con un fusil y una pistola, allí tomó rehenes y disparó a mansalva. "Hay sangre por doquier", describió el alcalde de la ciudad, Buddy Dyer. El FBI aseguró que la identificación de los cuerpos podría tardar debido al estado de algunos restos. Sin embargo, el motivo de la fiesta, una celebración latina, hace presumir que se trataría principalmente de extranjeros. Hasta anoche no había información de chilenos en la celebración.
El jefe policial John Mina dijo que el atacante también portaba algún tipo de "artefacto sospechoso". Explicó que el individuo se vio envuelto en una balacera con un policía que estaba dentro del club a eso de las 2 de la madrugada.
Motivación
Ayer la televisión local mostró a Mina Justice, una mujer que se paró fuera del club tratando de encontrar a su hijo Eddie, de 30 años, quien le envió un mensaje de texto narrando lo que sucedía e implorándole que llamara a la policía. Le dijo que se había encerrado en un baño con otras personas y que luego escribió "Ahí viene".
"El último mensaje que escribió fue: 'Nos tiene acorralados, está aquí adentro con nosotros'. Esa fue la última comunicación", dijo la acongojada mujer, que al igual que cientos de familiares y amigos, buscaron ayer información de sus cercanos.
Uno de los asistentes a la fiesta, Jackie Smith, contó que dos amigos, que estaban a su lado, fueron impactados por las balas.
"Llegó un tipo y empezó a disparar a todo el mundo. Tenía un fusil automático, así que no había forma de pararlo. Lo único que pude hacer es huir de allí", aclaró.
Según contó a NBC News, Mir Seddique, el papá de Mateen, pidió disculpas por el incidente y aseguró que él y su familia están en "shock, como todo el país. Esto no tuvo nada que ver con religión", sino que, según dio a entender, tendría un móvil homofóbico, tras contar que su hijo se enfureció al ver a dos hombres mientras se besaban en Miami hace un par de meses lo que, a su juicio, pudo haber sido el motivo de la masacre.
Leal
Aunque hasta ayer las investigaciones eran muy prematuras, el agente especial del FBI, Ronald Hopper, dijo que el atacante había sido investigado antes por lazos con un atacante suicida, pero que antes de la masacre prometió lealtad al Estados Islámico (EI).
Amaq, la agencia de noticias vinculada al EI, afirmó ayer que "el ataque armado contra un club nocturno gay en Orlando fue realizado por un combatiente de Estado Islámico". La información no fue confirmada por autoridades norteamericanas.