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Hasta infractores de ley salen en ayuda de reclusos en Castro

El Centro de Detención Preventiva castreño se suma a las opciones para donaciones por las suspensiones condicionales de los procedimientos penales. Una iniciativa que es valorada por los intervinientes del sistema y Gendarmería.
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Pedro Bárcena González

Ingenio y solidaridad. Dos factores que deben conjugarse para sacar adelante el alicaído Centro de Detención Preventiva (CDP) de Castro. Ya sin espacio para crecer, luchando con altos y permanentes niveles de hacinamiento y ubicado en un lugar poco idóneo como el centro de la capital chilota, los "salvavidas" que recibe siempre son bienvenidos. Eso sí, en virtud de la población penal y los gendarmes, ya que el requerimiento principal es contar con un nuevo, moderno y descentralizado recinto penitenciario.

Instituciones privadas, el Estado, organizaciones sin fines de lucro y la comunidad organizada se han unido para aportar en la habitabilidad del establecimiento emplazado en calle Monjitas, a unas cuatro cuadras de la Plaza de Armas castreña. Desde salas de clases, biblioteca, libros, una capilla y talleres, múltiples han sido los espacios habilitados con la generosidad de muchos que se suma al impulso de la institución penitenciaria. Y ahora, los mismos infractores de ley serán los que entregarán su "granito de arena".

Así lo dispusieron los intervinientes del sistema penal, quienes esperan retomar las prácticas que se realizaban hasta el 2012, cuando la cárcel estaba incluida entre los estamentos beneficiarios de los aportes establecidos como medidas de las suspensiones condicionales de los procedimientos.

Mecanismos

Estas formas de término de las investigaciones de hechos constitutivos de delito, diferente a las sentencias definitivas -condenatorias o absolutorias- constituyen mecanismos que están diseñados para arribar a formas de pronta culminación de la persecución penal contra aquellas personas que, sin antecedentes penales, enfrentan una causa formalizada por ilícitos, arriesgando hasta 3 años de presidio menor en su grado medio.

También se puede llegar a este escenario procesal, como enfatizó el defensor público de Castro, Claudio Herrera, con salidas que descansan "en la comunión de voluntades entre el imputado y el ofendido, tratándose de ciertos y determinados delitos generalmente de mínima lesividad (hurto simple, lesiones menos graves, amenazas simples) a través de los denominados acuerdos reparatorios".

No obstante, los manejos en estado de ebriedad con daños o causando ciertas lesiones menores pueden arribar en mayores casos a estas suspensiones condicionales, donde el Ministerio Público puede ofrecer la salida alternativa. Si esta es aceptada por el imputado y decretada judicialmente significa que se cumplen las medidas para el aporte a ciertas instituciones.

De acuerdo a lo indicado por el fiscal jefe de Castro, Enrique Canales, constituye una de las directrices impulsada por la Fiscalía Regional, "la necesidad que en las salidas alternativas no solo busquemos una donación de dinero, sino un aporte que signifique un contenido social completo, por eso la naturaleza de las agrupaciones que estamos ayudando, las que presentan alto grado de vulnerabilidad".

Por ello, dentro de este abanico de organizaciones respaldadas se encuentra el Hogar de Ancianos San Francisco de Asís, la Escuela Los Ciruelillos de Coanil, la Liga Protectora de Estudiantes y el Hogar de Cristo.

Como aseveró el persecutor, "los privados de libertad entrarían en esta lógica", por lo cual podrían ser postulados para una donación en el término de estas causas, siempre considerando el perfil del beneficiado con la suspensión condicional.

En el caso de la cárcel, se está buscando imprimir un aporte en dinero para potenciar la infraestructura o los insumos básicos de los internos. Sin embargo, la donación no solo está enfocada en plata. "También puede ser trabajo, prestaciones de profesionales, como aquellos que se dedican al área de salud, entregando atenciones médicas, kinesiológicas o dentales. Son actividades que le agregan valor a estas salidas, contenido social que ayuda a la responsabilización sobre estas medidas", manifestó el fiscal.

Para concretar estas iniciativas las coordinaciones entre los intervinientes del sistema se mantienen y refuerzan periódicamente, lo que se suma al impulso que busca fomentar Gendarmería para ser parte de estos beneficios.

Encuentros

De esta forma, el alcaide de la cárcel de Castro, capitán Carlos Olavarría, se ha reunido con los titulares del Ministerio Público y la Defensoría Penal en pos de materializar estas donaciones.

El último aporte fue efectuado por un imputado que estaba siendo investigado por un delito de conducción en estado de ebriedad.

"Se le impuso como condición donar balones de baby fútbol por la suma de $50.000 en favor de los internos del CDP de Castro", detalló Claudio Herrera, agregando que "en casos anteriores se han entregado libros para la biblioteca de la unidad penal, se han acondicionado computadores para los internos e incluso efectuado donaciones para mejorar las condiciones de habitabilidad de los dormitorios y aseo de los mismos".

Asimismo, el abogado manifestó que estos aportes "permiten mejorar las condiciones en las cuales cumplen su encierro o fomenten el desarrollo de actividades deportivas siempre necesarias para descomprimir la tensión que la privación de libertad importa".

Esta es la misión que busca imponer esta medida. Y pese a que los recursos no parecen muchos y las instancias relativamente aisladas, toda inyección de fondos o iniciativas son reconocidas como positivas por Gendarmería.

Así lo indicó el alcaide de la unidad, quien pese a cumplir poco más de un mes en el cargo, está buscando las instancias para ir en beneficios de las 151 personas que cumplen algún tipo de sanción en el recinto, 135 de las cuales se encuentran internas de manera permanente.

Con estas cifras y que reflejan un 36 por ciento de hacinamiento, dentro de un espacio que llegó a tener más del 200% de sobrepoblación años atrás, valioso es el respaldo externo que se obtenga.

Como comentó el oficial, "realizamos los requerimientos para contar con estas donaciones para darle la posibilidad a la población penal de potenciar actividades que ayuden en su reinserción social".

El uniformado destacó que estas iniciativas pueden centrarse en el desarrollo del deporte, la prevención o mejoras de espacios. "Son muchas las formas en que se puede ayudar, pero siempre relativas a los internos, no con respecto a la habitabilidad del personal", explicó.

Una de las claves a las que apuntó el capitán Olavarría es simple pero poderosa: "Mantener una población penal ocupada, con actividades e instancias de dispersión, es tener una población penal tranquila". Una simple lógica a la que se apuesta y que con el aporte de los mismos infractores de ley puede sumar una alternativa en favor de los reclusos de la añosa cárcel castreña.

"Los aportes permiten mejorar las condiciones en que cumplen su encierro".

Claudio Herrera,, defensor penal público.