¡Qué paliza, güey!: la Roja recobró la memoria ante México
Luego de aplastar a los aztecas en Santa Clara, el objetivo de Chile es ahora instalarse en la final de la copa.
"Ay, ay, ay, ay... canta y no llores", dice el estribillo de "Cielito lindo", una de las más famosas canciones del folclor mexicano y que en su momento inmortalizaron Tito Guízar, Pedro Infante y Vicente Fernández, entre otras voces de antaño, y que más de algún hincha chileno tuvo que haber coreado y recordado -la noche del sábado- luego de la paliza histórica que le propinó la Roja al seleccionado azteca por los cuartos de final de la Copa América Centenario.
Y es que a decir verdad, un 7-0 en favor de Chile no estaba en los planes de nadie. Ni tampoco las enormes diferencias que se observaron dentro del campo de juego, en donde los pupilos de Juan Carlos Osorio fueron humillados por una selección chilena que de medio campo hacia arriba -y con Vidal, Sánchez, Vargas y Puch inspirados- fue simplemente letal.
El rendimiento y la actitud mostrada por Chile en el Levi's Stadium de Santa Clara nos hizo recordar lo mejor de los repertorios de Bielsa y Sampaoli y que culminaron con la obtención de nuestra primera Copa América, aquella en donde en un largo camino se venció -y eliminó- a España (que llegó como campeón mundial vigente) de Brasil 2014 o lo muy bueno realizado -en amistosos o por los puntos- ante potencias como Alemania, Holanda y Brasil y en los que la Roja no renunció jamás a sus convicciones.
Fue precisamente por ello -porque nos hemos acostumbrado a pelear arriba (no siempre se puede ganar, eso sí)- que las críticas al trabajo realizado por Juan Antonio Pizzi habían sido fuertes. Y es que antes del juego ante México, Chile estaba en deuda. Tres reveses consecutivos y un triunfo agónico y con un penal brujo ante Bolivia no eran dignos del campeón de América.
Ahora, hay que ser claros. Chile tampoco es invencible ni mucho menos se tiene el bicampeonato en el bolsillo. El miércoles ante Colombia -y sin el suspendido Arturo Vidal- será otra historia, tan o más difícil de lo que en el papel era la llave ante los mexicanos. Así que... a no cofiarse. Ir de paso en paso va a ser siempre lo mejor.