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Familia dalcahuina es la primera en inyectar energía a red central

Se trata de una instalación fotovoltaica on grid que va en paralelo con la red, sin almacenamiento. Vecinos del sector de Ñiucho quieren proteger el medio ambiente y disminuir sus costos de electrificidad.
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Carolina Larenas Faúndez

El uso de sistemas de generación de energía que sean amigables con el medio ambiente no es algo nuevo en Chiloé. Hace algún tiempo se instalaron pequeños sistemas eólicos en algunas islas y también en los últimos años han aumentado las personas que ven en el sol una fuente para abastecerse.

Este es el caso de la familia de Ema Contreras, residente en la comuna de Dalcahue. Pero su particularidad no se centra solo en que está utilizando paneles solares, sino que se transformó en la primera clienta que además de producir energía para su propio consumo, inyecta sus excedentes a la red de distribución de la Sociedad Austral de Electricidad S.A., Saesa.

Se trata de una instalación fotovoltaica on grid que va en paralelo con la red, sin almacenamiento de energía.

De acuerdo a lo indicado por Alan Fernández, ingeniero de proyectos de la empresa de Temuco Eergymas, este es un sistema de autoconsumo de energía e inyección del excedente a la red, lo que se realiza a través de un medidor bidireccional.

"En el fondo, tenemos los paneles solares que generan en corriente continua que son convertidos por este inversor y lo convierte en corriente alterna e inyecta a la barra de la casa, ahí en la casa se consume y lo que no se consume se inyecta a la red y eso es remunerado por la empresa y eso ayuda a bajar la facturación eléctrica", explicó el profesional.

Además, puntualizó que "este sistema tiene dos kilowatts instalados y la energía que produce anual depende de la zona donde esté emplazado, mientras más al sur va bajando el rendimiento".

Junto con ello, Fernández precisó que el sistema que se instaló en el sector de Ñiucho, específicamente en el pasaje Hermanas Franciscanas, puede llegar a generar unos 900 KW/h al año por cada kilo instalado.

"De eso una familia promedio consume cerca de 150 KW/h por mes, entonces si bien el consumo es el mismo, este sistema le aporta una parte, entonces ellos pagan una parte solamente a la empresa", señaló el ingeniero.

Entre un millón 600 y un millón 700 mil pesos por cada kilowatt instalado en el techo ronda el costo de contar con un sistema de ese tipo, pero eso también varía por la zona. "Nosotros somos de Temuco, entonces suben un poco los costos al venir acá a instalarlo", acotó la misma fuente.

El ingeniero de proyectos también detalló que "el ahorro es grande porque en los meses del verano puede alcanzar casi el 100%, en particular en esta casa que tiene ampolletas led y consumen poco, pero en general el ahorro puede ser de un 40 a un 50 por ciento, dependiendo del consumo que tenga la vivienda".

Pese a que en los días con mayor nubosidad la generación no es la misma, el sistema fotovoltaico siempre incorpora energía a la vivienda, lo que disminuye la cantidad que aporte la red central.

"Las ventajas son ahorro, además los sistemas son de larga duración de 20 a 25 años, dependiendo de los paneles y el inversor que se utilice", argumentó Fernández, sumando que "un par de días demora la instalación, aunque lo que lleva más tiempo es la tramitación para conectarse a la red, lo que puede durar varios meses en los que se debe pedir la factibilidad, conexión y presentar el proyecto".

Dentro de las características que se deben cumplir están que las casas tengan sus instalaciones interiores debidamente regularizadas, estar conectada la red y ser un cliente regular de alguna empresa distribuidora y de ahí dependiendo de la potencia que se pida pueden existir otros requisitos.

Cliente

Ema Contreras, es la primera cliente en Chiloé que inyecta energía a la red de Saesa, iniciativa que surge como parte de la labor que como familia realizan con el cuidado del medio ambiente.

"Nosotros estamos empezando a trabajar con el tema ambiental, hacemos ladrillos ecológicos, reciclamos todos los plásticos y reciclamos el agua porque acá es muy escasa, entonces el agua de la ducha o el lavaplatos se usa para el jardín", afirmó la vecina del sector de Ñiucho.

La dueña de las cabañas El Rancho comentó que "el asunto de los paneles surgió para ocupar la luz solar porque igual en el tiempo va a ser rentable, a lo mejor no va a ser negocio, pero sí va a ser bueno para el ambiente y para nosotros igual".

Agregó que "desde el año pasado que comenzamos a investigar, esto puede generar un ahorro para la familia, sobre todo en el verano que hay mucho sol, todo lo que va generando el panel se va ocupando en la casa y el invierno igual aunque es mucho más lento, pero es algo que significa".

A su vez, Pablo Millán, jefe comercial de Saesa en Chiloé, mencionó que "para nosotros marca un hito muy importante porque comenzamos a conectar a clientes que ya están produciendo su propia generación que les permite realizar el consumo dentro de sus casas habitaciones y poder inyectar a nuestra línea y eso también genera una retribución en dinero de parte nuestra hacia ellos".

Del mismo modo, aseveró que "este es el primer caso en la Isla (Grande), pero tenemos 16 en espera de conexión, a los que le falta algún trámite o algún documento y están a punto de terminar con sus trámites".

En la Ley 20,571 se encuentran todas las disposiciones que deben cumplir las personas que tengan instalaciones fotovoltaicas y que deseen inyectar sus excedentes a la red de distribución.

"Este sistema tiene dos kilowatts instalados y la energía que produce anual depende de la zona".

Alan Fernández,, ingeniero de proyectos de Eergymas de Temuco.