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Familia vive calvario por los ataques de un esquizofrénico

Castreñas han sido violentadas física y sexualmente por familiar enfermo mental al cual estarían obligadas por ley a cobijar bajo el mismo techo donde conviven día y noche con el miedo a perder la vida.
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Una familia del sector alto de Castro clama por ayuda para internar a uno de sus miembros con esquizofrenia, al cual cuidan desde hace 30 años y ya no quieren más tenerlo en su casa, luego de varios ataques del tipo sexual y otras agresiones físicas a varias integrantes.

Mary Cárcamo, hija de la tutora del hombre identificado con las iniciales R.A.P.T. (49) y sobrina de él , relata que la historia no es nada nuevo. Acusa que a varias de sus parientes les ha tocado sufrir los constantes ataques de su tío, que pese a sus medicamentos tiene momentos de descompensación con estallidos de ira y de libido sexual que se han vuelto incontrolables con el tiempo.

"El 29 de febrero él se levantó y atacó a golpes a mi tía que tiene 56 años, trató de abusar sexualmente de ella, la dejó completamente moreteada y rompió todas las cosas de la casa, muebles, televisores, etcétera", denuncia Cárcamo, sobre una de las últimas crisis del hermano de su madre.

Esa mañana el enfermo fue llevado a la Urgencia del Hospital Augusto Riffart con Carabineros y el SAMU. "No lo querían hospitalizar, le pusieron unos calmantes y fuimos a conversar a Salud Mental, donde una niña nos dijo que sí había una cama disponible, así que quedó ahí, en Psiquiatría", agrega la fuente.

La misma familiar alega que "ahora el hospital nos quiere obligar a recibirlo nuevamente, lo cual para nosotros es como una tortura, porque todo este tiempo hemos estado luchando para hallar un hogar, pero es complicado, porque la ley cambió en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet y se obligó a que los enfermos mentales vuelvan a sus casas porque iban a vivir mejor, que se van a compensar, que se van a integrar y ha muerto mucha gente en manos de estos esquizofrénicos que son inimputables ante la ley".

Según Cárcamo, su tío sufre del mal de Diógenes y esto ha ocasionado otra serie de complicaciones dentro de la familia, sobre todo en dos niños que viven en la casa, quienes habrían sufrido reiteradas infecciones por la falta de salubridad debido a la acumulación obsesiva de basura.

Barrio

Patricia Paredes, la madre de Mary y hermana del esquizofrénico, agrega que "cuando los vecinos se enteraron que volvía mi hermano me dijeron 'otra vez va a empezar el temor en el barrio', porque él se pone a recorrer las casas pidiendo plata o fósforos para incendiar la casa".

Ambas mujeres relataron que pese a concurrir a la Fiscalía, a Carabineros y los distintos juzgados, la inimputabilidad del agresor echaba por el suelo cada vez sus pretensiones de dejar de ser víctimas de su familiar.

"La única vez que logramos formalizar una denuncia fue cuando a la menor de las hermanas también intento de abusarla sexualmente y ella estaba embarazada, entonces ahí yo creo que se conmovieron y el Juzgado de Familia recibió la denuncia", consigna la joven, a lo que suma su madre que "pero, como él es inimputable, es terrible, porque nos paseamos por todas partes y no sirve de nada".

Las dos castreñas aseguran que han consultado en distintas instituciones particulares sobre las posibilidades de internación de su pariente, en un lugar con atención médica permanente y donde pueda estar seguro, pero topan en el tema económico, ya que el valor mensual supera el medio millón de pesos.

"Nosotros reconocemos la labor que ha hecho el hospital por nosotros, pero ahora el tema es que tenemos miedo y que ya nos estamos haciendo cargo de una persona con discapacidad, que es mi tía y que sufre muchísimo, porque su mente funciona bien y ella se da cuenta de todo", comenta Mary Cárcamo.

"A mí me dijeron en el hospital que tengo que aceptarlo en mi casa, porque él también es dueño de la casa y si no lo hago me van a denunciar a tribunales, entonces yo digo ¿a mí quién me apoya?, porque con todas estas golpizas, mi hermano va a llegar a mi casa y va a llegar a matar a alguien", sostiene Patricia.

Desde la Unidad de Salud Mental del Hospital de Castro no hay pronunciamiento del caso, explicando que no se pueden referir públicamente sobre los pacientes.

"Él se levantó y atacó a golpes a mi tía que tiene 56 años, trató de abusar sexualmente de ella".

Mary Cárcamo,, familiar de las agredidas.

Patricia Paredes,, víctima.

"Como él es inimputable, es terrible

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