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Buzo reconoce que asesinó a hachazos a dentista foráneo

El imputado fue formalizado por homicidio calificado, con ensañamiento, quedando en prisión preventiva. Su confesión reveló impactantes detalles del crimen ocurrido en Dalcahue. La víctima sufrió más de 15 lesiones en el rostro.
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Pedro Bárcena González

En prisión preventiva quedó el supervisor de buzo que reconoció su autoría en el asesinato de Efraín Alvear Jaramillo (38), el dentista colombiano que fue hallado sin vida en su casa ubicada en el pasaje El Bosque de Dalcahue. El imputado fue encausado por el delito de homicidio calificado, utilizando como método de ejecución el ensañamiento.

En la audiencia realizada ayer en el Juzgado de Garantía de Castro no solo se acreditó la legalidad de la aprehensión del hombre de mar, identificado con las iniciales J.L.B.H. (53), sino también se expusieron impactantes detalles del crimen para formalizar la investigación y sustentar la necesidad de cautela.

Efectivos del OS-9 de Carabineros de Puerto Montt materializaron la detención del sujeto, después de reunir antecedentes que vinculaban al buzo con el delito. Una serie de diligencias que se confirmó con la declaración voluntaria prestada el jueves por el buzo por el incidente ocurrido la madrugada del 1 de mayo que gatilló este fatal desenlace.

Tal como expresó el fiscal de turno, Javier Calisto, múltiple prueba directa e incidentaria llevó a acreditar la participación de quien era amigo de la víctima. Se encuentra la dueña de la casa en que vivía el odontólogo, quien indicó que su vecino estuvo compartiendo con un sujeto, a quien vio salir alrededor de las 5 de la madrugada de esa jornada, llevando una bolsa en la cual posteriormente se determinó que iba el arma homicida.

Adolescente

Además, el persecutor presentó el testimonio de un adolescente que vio llegar al domicilio de Alvear al hoy imputado, a quien identificó en un reconocimiento fotográfico. También existe el aporte de un amigo en común de los intervinientes, quien recibió llamadas telefónicas de ambos a una hora previa a la del homicidio.

Sin embargo, vital fue la confesión del buzo, quien recalcó que llegó al domicilio del colombiano con cervezas, que vio al adolescente que es vecino de la víctima y que posteriormente comenzaron a beber y drogarse.

Como expuso el fiscal, en la declaración del hombre de mar reconoce que fumaron marihuana y consumieron cocaína, hasta que se produjo un altercado que terminó siendo fatal.

"Decía cosas malas de los chilotes y me molestó porque mi pareja es chilota", señaló el imputado en su testimonio, sumando que habría sido el extranjero quien lo atacó primero con un puñetazo y que luego "tomó un hacha de mano para pegarme". Agregó que esquivó esta embestida, forcejearon, le quita la herramienta y caen al suelo. "Con la misma hacha le pego con la parte de atrás... fueron tres o cuatro golpes", sindicó el detenido, argumentando su reacción con una frase típica del lumpen: "Como estaba violento (Efraín), era él o yo".

Asimismo, el trabajador domiciliado también en Dalcahue comentó que se llevó el arma homicida y la arrojó al mar, agregando que la ropa que entregó a la policía no era la misma usada aquella fatídica jornada.

Calisto no niega que estos dichos aportaron en la investigación, pero resaltó que inicialmente el sujeto entregó otra versión, señalando que solo permaneció en la casa del afectado hasta la 1 de la madrugada, sin intervenir en su muerte.

Por ello, las pesquisas policiales y científicas llevaron a acreditar la existencia de un delito agravado y la participación de este sujeto.

El fiscal sustentó la figura legal por la cual indaga al buzo, con el informe de autopsia que da cuenta que Alvear Jaramillo falleció producto de politraumatismos encefalocraneano, fractura craneal y lesiones en la totalidad de los huesos del rostro, siendo calificada el arma homicida como un "garrote", compatible al hacha sindicada por el imputado, la cual no ha logrado ser hallada.

Es más, el abogado añadió que "se notifican a lo menos 15 lesiones en la cara, como heridas contusas con huesos fracturados, algo que contrasta a lo expuesto por el imputado que habla solo de unos tres golpes. Esto fue una agresión excesiva, donde todo los golpes fueron a la zona de la cara".

Asimismo, el fiscal ratificó que "se configura el ensañamiento, ya que la víctima estaba viva tras recibir a lo menos algunos golpes, pues tragó mucha sangre", como lo confirman las pericias tanatológicas.

Bajo este contexto, Calisto solicitó la prisión preventiva, al considerar la libertad del hombre de mar un peligro para la seguridad de la sociedad. Un punto que ratificó el abogado querellante, Hugo Oyarzún, señalando que "se trata de un homicidio con mucha maldad, en el cual se configuran todos los requisitos legales para dictar la cautelar más gravosa".

Igualmente, el abogado enfatizó que "existe manipulación en las declaraciones del imputado. Además, este tuvo ánimo de ocultar antecedentes". Dentro de este punto no solo se enfoca en la eliminación de la evidencia material del crimen (hacha), sino también en asignar al estado de ebriedad y drogadicción parte de su reacción.

En tanto, la defensa representada por Juan Manuel Castro se opuso a la prisión preventiva, argumentando el concurso de lo menos tres atenuantes. La objetiva: irreprochable conducta anterior. La más valorada: la colaboración sustancial, explicando que "sin la declaración espontánea de mi cliente que fue sin la presencia de su defensor, no estaría detenido". La más cuestionada: eximente incompleta de legítima defensa, al sindicar que la víctima intentó golpear al imputado y que este repelió dicho ataque.

"Con estas modificatorias la pena podría bajar al presidio menor, ante lo cual se sustenta como cautelar el arresto domiciliario total, con el que se podrían cumplir todas las diligencias de la causa", resaltó el profesional.

Además, el otro defensor presente en la audiencia, Mauricio Díaz, aseguró que el informe de autopsia "no es concluyente" con relación a que la víctima sufrió algunas lesiones estando vivo, por lo cual sostuvo que pudo fallecer al primer impacto, no constituyéndose la agravante.

Decisión

Pese a estas alegaciones, la magistrado Alejandra Varas valoró las pesquisas científicas y policiales, coincidentes con la confesión del imputado, expresando que "existen antecedentes suficientes para sostener en esta etapa de la investigación la existencia de un homicidio calificado y la participación del imputado".

Por ello, considerando la gravedad del delito (tiene pena de crimen) y la naturaleza del hecho, se configura la necesidad de cautela mayor y hasta el riesgo de fuga, dictando la prisión preventiva.

A su vez, se dispuso de un plazo indagatorio de 90 días, dentro del cual se esperan por nuevos informes periciales para aclarar por completo la dinámica de este impactante crimen.

"La víctima estaba viva tras recibir a lo menos algunos golpes, pues tragó mucha sangre (según autopsia)".

Javier Calisto,, fiscal que sustanció, la audiencia.

Hermano

Ansioso por conocer la prueba que acreditó el delito y la participación del buzo en el crimen de Efraín Alvear se mostró su hermano David, quien desde Colombia se mantuvo atento a los antecedentes de la formalización. "¿Cómo lo detuvieron, con qué evidencia? Debe ser suficiente para detenerlo", preguntó, sumando que aguarda que todo el procedimiento que se avecina sea suficiente para sustentar una condena ejemplar.

90 días se decretaron para el desarrollo de las pericias indagatorias en esta causa.