Pamela Serey - Medios Regionales
Con las manos en los bolsillos, mirando hacia todos lados y acompañado de una rubia apareció Francisco Silva (30) en un restaurante de Las Condes. De inmediato, decenas de flashes se activaron y los medios se agolparon sobre el "Gato" que anotó el penal clave en la final de la Copa América Centenario, para obtener una imagen de él.
Los clientes, sorprendidos, comenzaron a sacar sus celulares. "'Gato', ¿una foto?", solicitó uno. "Sí, dale", respondió. "Pero antes, déjame darte un abrazo. ¡Muchas gracias, huevón! ¡Gracias por anotar ese penal!", agregó.
-¿Te habían tomado tantas fotos alguna vez?
-La verdad es que no (risas).
-Eres tímido...
-Yo sí, un poco. Generalmente no doy entrevistas, porque no me gusta hablar, pero en este caso me invitaron. Así que acá estoy, con la mayor disposición.
-Te vas al Cruz Azul. ¿Cuáles son tus proyecciones allá?
-Sí, es un desafío llegar a un club importante en México. Un club que quiere obtener títulos, lo mismo que quiero yo. Voy feliz. Espero estar a la altura.
-Mario Lepe comentó a La Estrella que eres un jugador que dio una vuelta larga. ¿Te costó conseguir el éxito?
-Sí, comparto eso con él. Es verdad, yo tuve que dar una vuelta más larga que lo que lo hace un jugador de la Universidad Católica.
-Te fuiste dos veces a préstamo...
-Sí, por suerte tuve la fortuna de volver. Hay algunos que no lo logran. Y después, en base a trabajo, conseguí estos logros. El éxito de hoy es una recompensa a todo el trabajo.
-¿Eso hace que los logros sean más valorados?
-Sí, es una satisfacción enorme. El mensaje es sacrificio, constancia, no hay que bajar los brazos nunca.
Luego vino el punto de prensa. Allí dijo que no fue al festejo en el Estadio Nacional porque "tenía bastantes compromisos". Después pasó a una alfombra verde, donde pateó siete penales, anotándolos todos.
Tras ello, se acercó a la cocina. Su misión era hacer un completo en el Dominó y servirlo al público. Un poco escondido entre los maestros, el volante tomó el pan y agregó la salchicha. Venía la mayonesa y el tomate. Hasta ahí todo bien, pero cuando le tocó añadir la cebolla, gran parte del ingrediente cayó al mesón. Pero, como estaba oculto entre mesas y latas, pasó inadvertido.
la rubia
Mientras tanto, la rubia que llegó junto a él miraba todos los pasos de su felino. La joven accedió a responder dos preguntas a este medio. "Está feliz y orgulloso", dijo Catalina, mirando cómo el "Gato" se comía el completo que había preparado. Agregó que no sufrió con el penal, pues "siempre supe que lo iba a hacer y que lo haría bien, porque él es muy bueno".
Así, Francisco Silva dejó el anonimato y continuó sin parar, por más de una hora, tomándose fotos con cada hincha que le agradecía por haber convertido ese penal a Argentina.
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