Eduardo Burgos Sepúlveda

La comuna de Queilen se encuentra enfrentando dos contingencias sanitarias simultáneas: primero, se suspendió la semana pasada la atención en el hospital por agua contaminada y desde ayer no hay clases en la Escuela Chilhué por la masiva presencia de ratones.

En el caso del centro asistencial, la dirección de este decidió no realizar prestaciones hace cuatro días y se espera que por lo menos hasta el viernes sigan suspendidas, hasta la entrega de resultados de mediciones de agua que ha realizado la Autoridad Sanitaria.

De acuerdo a la directora del establecimiento comunitario, Carolina Silva, "decidimos suspender la atención médica a contar del día viernes 1 de julio como una medida preventiva, ya que no teníamos certeza ni informes concluyentes respecto a la calidad del agua potable que abastece al hospital".

En este sentido, la profesional explicó que se realizó una sanitización de los estanques del centro de salud a mediados de junio, cuando el resultado que entregó la empresa sanitizadora fue que el agua de esos depósitos no estaba apta para el consumo.

Por el mismo motivo es que la sanitización sería repetida hoy. "El estanque es abastecido por el agua potable comunal, ese es el informe que se ha solicitado a la Autoridad Sanitaria que hoy día (ayer) vinieron a tomar la muestra y que esta semana vamos a tener los resultados de la calidad del agua potable comunal, que es la que abasteció hasta el momento los estanques y que es la que abastece al hospital también", detalló Silva.

Mientras que ese documento no sea entregado y sea satisfactorio para el funcionamiento del recinto dependiente del Servicio de Salud Chiloé, este seguirá en suspensión de atenciones médicas. "No tenemos certeza ni que el agua de los estanques ni que el agua comunal estén hoy día en buenas condiciones", apuntó la kinesióloga.

Arguyó también la fuente que los estanques a los que se refiere funcionan como reserva, ante un corte del suministro del agua potable comunal de la ciudad, por lo tanto, es necesario que estos estén en buenas condiciones.

Precisando acerca de los problemas que acarrea esta falta de servicios para la población, la directora del establecimiento detalló que "la atención de urgencia funciona de forma normal, un paciente que teníamos hospitalizado fue derivado al Hospital de Achao y las atenciones de policlínico, de box han sido suspendida; no obstante, tenemos personal en SOME que permite recibir todas las interconsultas, las derivaciones y las consultas de especialistas que sean necesarias en Castro; por lo tanto, todas esas atenciones que sean en Castro, Puerto Montt o en la red se están haciendo los contactos y esas horas no se van a perder".

Por otro lado, sigue funcionando la farmacia, la entrega de leche y alimentos, para lo cual se han provisionado con agua purificada para lavado de manos, curaciones y para el consumo de los pacientes y los funcionarios.

Por su lado, el encargado del proyecto de Agua Potable Rural (APR) que abastece a Queilen urbano, Walter Cárcamo, aseveró que "esto ocurrió por una baja de agua que tuvimos nosotros donde el hospital ocupó de los estanques propios que tiene, agua que la tienen hace mucho tiempo acumulada y los exámenes les salieron que estaba contaminada".

El funcionario recalcó que hay análisis que corroboran que el vital líquido que su sistema distribuye a la población está apta para la ingesta humana, advirtiendo que "nosotros hacemos muestras permanentemente, bacteriológicas hacemos una vez al año, así como exámenes físicos y químicos, que tienen que hacerse cada 4 años, pero nosotros los hacemos anualmente".

Roedores

En otra dificultad que presenta la comuna, la emblemática Escuela Chilhué, que atiende a más de 280 alumnos, debió suspender ayer sus clases por la presencia de ratones, lo cual ya había sido detectado hace 15 días -inicialmente con fecas-, transcurso desde el cual se habían realizado más de 10 desratizaciones, las cuales no dieron resultados positivos.

"Hay una plaga de ratones a nivel comunal y provincial, muy similar a la que vivimos hace 15 o 20 años atrás", recalcó la directora del establecimiento, Karina Vásquez, añadiendo que "la presencia de ratones la detectamos la semana pasada y, por prevención, pedimos la suspensión de clases".

Anteriormente se realizaron inspecciones de la Autoridad Sanitaria y la Junaeb al establecimiento municipalidad, en las que -según la directiva- se registró que no existía presencia de roedores vivos y, por lo tanto, era posible seguir con las clases y entregando alimento a los niños.

"El alcalde (Juan Manuel Godoy) dijo que se iba a evaluar lo de la entrega de alimentación y hoy (ayer) cuando detectamos presencia de un roedor vivo dimos aviso al sostenedor, al alcalde y él dio la autorización de que se suspendan las clases", reveló Vásquez, sumando que ya la semana pasada había tramitado la solicitud.

Solamente en la jornada de ayer funcionarios del plantel dicen haber matado más de 30 ratones. Este medio incluso presenció algunas de estas capturas.

"No tenemos certeza ni que el agua de los estanques ni que el agua comunal estén hoy día en buenas condiciones".

Carolina Silva,, directora del Hospital, de Queilen.