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¿Termino relación en invierno o mejor espero a que pase un poco el frío?

Especialistas explican que las bajas temperaturas y la falta de luz pueden dificultar superar un quiebre en estos meses.
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Camila Espinoza López - Medios Regionales

Las relaciones amorosas pueden durar toda una vida, pero también pueden resultar ser harto más breves. En este segundo escenario es que aparece una pregunta que quizás le convenga tener en consideración: ¿en qué estación del año será más conveniente terminar una relación?

Para el psicólogo Sergio Schilling, es bien diferente experimentar un quiebre en días calurosos y con varias horas de luz que en un día frío o lluvioso, en que amanece tarde y anochece más temprano. La diferencia fundamental, dice, está en el tiempo de recuperación.

"Probablemente en invierno, por factores biológicos y culturales, vamos a tener a una persona menos dispuesta a salir (que en verano). El invierno nos llama a retraernos por el clima y por la luz, entre otras causas. Para las personas que quiebran una relación en invierno es más difícil buscar una pareja", asegura.

Schilling menciona que el círculo cercano puede ser clave para salir adelante después de volver a la soltería, pero en seguida advierte que en invierno las reuniones sociales y salidas con amigos tienden a ser menos, lo que puede ser un problema: "La persona que terminó y no quiere salir, si esto se sostiene en el tiempo, por tres semanas o un mes, puede generar una depresión".

Consejos prácticos

¿Qué hacer entonces, si ya está en una situación de quiebre? No existe una receta para lograr superar el fin de una relación. Sin embargo, Fernando Marchant, psicólogo de Centros Médicos Vidaintegra, entrega algunos consejos para hacer más llevadera esta situación:

Escuchar al otro: el especialista indica que es clave, cuando existe el término unilateral de la relación, que ambas partes se escuchen: "Nadie es dueño del otro. La relación llega a un punto para tener un quiebre, donde probablemente no existe entendimiento".

Cortar de raíz: "Por mucho dolor que exista, hay que aceptarlo. Lo que importa es cortar de raíz. No que te sigan llamando, escribiendo u visitando. Eso da pie para eternizar un sufrimiento y un dolor", señala Marchant, en el caso de que no existan hijos de por medio. Tema en el que hay opiniones divididas (ver recuadro).

Vivir el duelo: hay que darse un espacio para vivir el duelo. "Uno necesita limpiarse de lo que significó la relación. Eso toma su tiempo. Por lo menos, unos seis meses. No hacer caso a eso de 'un clavo saca otro clavo', porque estarías contaminando una segunda relación", dice el psicólogo.

La relación con los hijos no debe olvidarse: "Hay que separar las cosas. Lo que se termina es el vínculo marital o de pareja. Lo que nunca se va a terminar es la relación padre e hijo o mamá e hijos. Eso debe fortalecerse y estimularse", apunta Marchant.

El experto comenta que, en estos casos, es clave que los padres cumplan con sus hijos y mantengan un contacto frecuente.

¿Y si me hipnotizo?: Marchant consigna que "no es llegar y ofrecer una hipnosis. Existen diferentes herramientas", dice el psicólogo, quien advierte que este recurso sólo debe utilizarse bajo recomendación de un profesional.