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El Teatro de Invierno de Ancud, orgullo olvidado de los chilotes

El encuentro de su tipo más antiguo de la región pretende recuperar el liderazgo de las artes escénicas en la zona y volver a ser uno de los eventos más importantes del invierno en todo orden en el norte de la provincia.
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La ciudad del Pudeto es por estos días la capital teatral de Chiloé, luego que desde el viernes 1 de julio se está desarrollando la trigésima primera versión de la tradicional muestra Teatro de Invierno de Ancud, con presentaciones de compañía nacionales e internacionales, en un evento que ya es tradición en el norte de la provincia y que antecede a varios otros del sur del país.

La historia del ciclo se remonta a mediados de los '70, con la llegada del director Mauricio de la Parra a la Fundación de Desarrollo para Chiloé (Fundechi), donde estuvo entre 1976 y 1985 dirigiendo más de una veintena de obras que principalmente eran presentadas en la sala de teatro del actual edificio de la Radio Estrella del Mar, en pleno centro de la ciudad.

Más atrás, en los '60, el fallecido artista fue contratado por la Universidad de Chile para desarrollar e implementar su Facultad de Artes en Ancud, que entre otras actividades realizó docencia de teatro en escuelas, Liceos y la desaparecida Escuela Normal, organizando el Primer Festival de Teatro Escolar de Chiloé y las compañías de la Escuela Normal, el Seminario Conciliar y el Liceo Domingo Espiñeira, además de la creación del grupo infantil Tribilín.

En 1973 el recordado director es nombrado jefe de Cultura del Departamento de Escuelas Normales del Ministerio de Educación y director de Teatro en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Antes que los afamados Temporales de Teatro de Puerto Montt, a mediados de los '80 comienzan a realizarse los encuentros invernales teatrales en Ancud casi a pulso y con compañías que llegaban gracias a los contactos que había tejido de la Parra y los aportes de la Fundechi.

El teatro de la Fundechi era pequeño y con el traspaso de la infraestructura del Liceo Domingo Espiñeira Riesco a la Universidad Austral y posteriormente convertirse en el edificio de la Municipalidad de Ancud, se ocupa el espacio que hasta el momento servía de cancha techada y se implementa el Teatro Municipal, abriéndose una nueva historia para la muestra escénica que ya cobraba cada vez mayor vida cada invierno.

"Hay toda una etapa anterior al año 1985 en Ancud, donde el teatro sirvió como una expresión ante el gobierno militar, de denuncia, de hacer presente lo que estaba pasando", comenta José Luis Ramírez, actual secretario ejecutivo de la Corporación Cultural de Ancud, entidad organizadora que realiza el tradicional ciclo.

En esa línea se presentan piezas con alto contenido social y de resistencia al régimen, con denuncias sobre las violaciones a los derechos humanos y la depredación del medio ambiente que ya se evidenciaba en el Archipiélago. Trabajos como "Chiloé, pan para hoy, hambre para mañana" o "Chiloé cielos cubiertos" calaron hondo en la población y marcaron una apertura a las artes escénicas como forma de expresión popular.

Internacionalización

"Cuando aparece el teatro internacional nos abre una ventana mucho más amplia, porque eso lo veíamos esporádicamente en Ancud, con todas las limitantes de espacio y otras, lo veíamos lejano", destaca Ramírez, sumando que "en ese tiempo se incorporó el Teatro Nacional Chileno, dirigido por Gustavo Meza".

De ahí, ya con la vuelta a la democracia, la muestra comienza a ponerse pantalones largos y se ve la llegada de una serie de compañías de lugares tan lejanos como Alemania o Rusia, además de las nacionales y de otros países latinoamericanos.

En esos momentos ya estaban los Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt, también liderados por de la Parra, que creaban un tiraje de colectivos que luego de la capital regional recalaban en Ancud, abaratando los costos de producción y asociados.

De esos primeros tiempos, recuerda Juan Carlos González, ingeniero acústico e histórico encargado del sonido y la iluminación en el Teatro de Ancud, la cosa era mucho más artesanal. "Era muy difícil conseguir iluminación y nosotros comenzamos haciendo nuestros propios focos y nuestras mesas de iluminación, porque los otros eran importados y muy caros", señala el profesional.

El pionero además advierte que "la historia de la muestra ha sido cíclica, con altos y bajos, pero por lo general se ha mantenido un buen nivel de público y la gente siempre espera el teatro, año a año".

González recalca que "en la calidad de las obras ha habido de todo, con unas muy buenas y otras no tanto", sumando que "cada año es más caro traer obras", para así explicar la baja en cantidad de montajes que viene sufriendo esta actividad en el último tiempo.

Pese a la trascendencia que ha tenido esta iniciativa de más de tres décadas en el arte en Chiloé, algunos coinciden en que hay un cierto estancamiento en el sentido de crecer en representaciones y audiencia.

Sobre lo anterior, el actor y director Gabriel Piña menciona que "recuerdo cuando joven haber visto obras que me marcaron y me abrieron el espectro de lo que uno podía ver".

Al mismo tiempo, el artista evoca que "yo he participado del festival de Ancud, de los Temporales de Puerto Montt y otros y me parece que el de Ancud se ha estancado un poco y no se le ha tomado el valor que realmente tiene y que podría profesionalizarse año a año y, entre otras cosas, quienes participamos de las artes escénicas no somos reclutados para aportar".

"Si lo comparo con los Temporales Teatrales -suma Piña-, este ha mejorado hacia la profesionalización de la gente que viene y de la gente que participa como espectadores, y creo que eso debiera pasar en un festival de teatro como el de Ancud, con tanta trayectoria e importancia".

Incluso, la fuente apuesta a que este ciclo insular debería ser "el evento del invierno en Ancud", apuntando a que además debiera trabajarse en sacar del lugar tradicional de presentación algunas obras y llevarlas a las poblaciones, como forma de democratizar el arte y ampliar la audiencia.

La misma apreciación es la que destaca la actriz Susana Browne, de la compañía Teatro Achen, quien subraya que "este evento es muy importante, por su trayectoria y por la forma en que entrega arte a quienes año a año lo disfrutan".

La profesional añade que de todas formas es necesario trabajar más en el tema del lugar donde se realizan las obras, el Teatro Municipal de Ancud Mauricio de la Parra y en incorporar a las exhibiciones un público mayor, gestionando audiencias en los establecimientos educativos y en los propios sectores poblacionales.

más promoción

Por su parte, la intérprete chilota Ana Cárdenas, directora de la compañía La Minga, con base en Santiago, si bien resalta el legado y trayectoria de estas jornadas invernales chilotas, manifiesta que es necesario mejorar la promoción.

"Es súper bueno que esta muestra se lleve haciendo tantos años, aunque acá en Santiago lo único que se sabe en el ambiente es que se hace un festival grande en Puerto Montt, pero no se escucha que hay un festival en la Isla, así que no es tan conocido como uno quisiera", confiesa la actriz.

Hay tareas pendientes, reconoce el secretario de la Corporación Cultural de Ancud, José Luis Ramírez, apuntando a las mismas críticas de los profesionales de las tablas, exponiendo que en el plano de la infraestructura es necesario renovar las butacas del Mauricio de la Parra (llamado así luego de la muerte del dramaturgo, en el 2011) y otras reparaciones, ya que el sitio es usado para múltiples actividades e incluso hay un proyecto de un nuevo centro cultural, que incluiría un teatro con capacidad para unas 500 personas, versus las actuales 200.

En cuanto a las audiencias, ya se desarrolló un proyecto de formación teatral vecinal el 2015 y espera replicarse este año.

Este Teatro de Invierno de Ancud 2016 anuncia para su finalización los montajes "La cordura" y "Cartas de Jenny" para este domingo 24 y el jueves 28, respectivamente, y ya para el 30 de julio, "Las raíces del silencio", de la compañía Achen.