Familia pone fin a calvario tras extravío y aparición de vecino
Osamentas halladas en Pupelde corresponderían a anciano desaparecido en el 2011.
Aunque todavía resta la realización de los peritajes científicos en el Servicio Médico Legal (SML), los familiares del ancuditano Antonio Barría Oyarzo comenzaron a poner fin a un verdadero calvario tras la misteriosa desaparición de su padre ocurrida hace cinco años en Ancud y que tuvo un inesperado desenlace con el hallazgo de osamentas en el Aeródromo Pupelde.
El anciano (87) fue visto por última vez el 16 de mayo de 2011, tiempo desde el cual sus parientes encabezaron intensos operativos de rastreo con la finalidad de dar con su paradero y finalizar con una pesadilla que arrastraron por espacio de media década en medio del dolor y la angustia.
La tarde de ayer tres de sus hijos llegaron hasta el Servicio Médico Legal para interiorizarse acerca de las primeras diligencias efectuadas tras el levantamiento de las osamentas, las que fueron revisadas a través de un set fotográfico que confirmó las sospechas de la familia.
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"No hay dudas por las evidencias que nos mostraron corresponden a él, toda la ropa, el reloj, todas las cosas corresponden a él, no hay duda", declaró Jorge Barría, uno de los hijos del octogenario poblador de Altos de Caracoles.
Señaló el ancuditano que con el hallazgo de los restos óseos, más los análisis comparativos de ADN que deberán realizarse próximamente el grupo familiar, comienza a cerrar un largo proceso que conllevó el enigmático extravío del hombre.
Dijo que este suceso llevó a la familia a efectuar incansables jornadas de rastreo entre Altos de Caracoles, Pupelde y Lajas Blancas sin hallar alguna evidencia que ayudara a despejar las dudas respecto al destino del jefe de hogar. Debido a la falta de nuevos antecedentes el Ministerio Público archivó el caso.
No obstante, explicó Barría, "nosotros seguimos buscando por otros medios y hallar algunas pruebas de que podría aparecer algo nuevo".
Los parientes reunidos en el SML evocaron cuando el 7 de junio de 2011 la tragedia familiar se agudizó tras la muerte de su hermano Pedro Barría, quien fue atropellado por un bus de pasajeros en el kilómetro 25 al sur de Ancud.
Los deudos reconocieron que en los siguientes días deberán concurrir al SML con el objetivo de someterse a los exámenes comparativos de ADN que se analizarán en la ciudad de Santiago y cuyos resultados podrían extenderse por espacio de seis meses.
Bh
El trabajo in situ de la Brigada de Homicidios (BH) de Puerto Montt que perició los restos óseos hallados cerca de la pista del Aeródromo Pupelde significó un rastreo detallado del punto distante a unos 200 metros de la losa.
El subcomisario Eduardo Ross de la Policía de Investigaciones (PDI) consignó que "debido al peritaje realizado en el lugar se pudo establecer que estaba la totalidad de las osamentas dispuestas en ese lugar".
Junto al levantamiento de los restos óseos en el sector rural, el personal venido desde la provincia de Llanquihue igual reunió los restos de vestimentas, calzado más un hacha, medios de prueba fundamentales para la identificación del occiso.
5 años transcurrieron, desde la desaparición del poblador de Altos de Caracoles.